''Ajenos''

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–¡Quackity! –saludó alguien a sus espaldas en el muelle.

Había salido a pescar mientras Arin tenía la nariz sumergida en unos libros repletos de código binario que encontró en su última búsqueda. Quería ser útil pero no entendía nada y tampoco quería atrasar a Arin, dispuso que buscar la cena sería suficiente ayuda.

–Hola Roier –respondió secamente, no tenía ánimos para tener compañía. Estaba muchísimo mejor y más tranquilo desde la profunda y abierta conversación que tuvo con Arin el otro día, pero aún no se sentía listo para volver a acoplarse con los demás habitantes de la isla. Por el momento estaba más que bien en su pequeño mundo junto a Arin.

–¿Qué tal? Has estado bien desaparecido, mi buen –al parecer alguien tenía muchas ganas de charlar, y Quackity no compartía el sentimiento.

–He estado ocupado en mis cosas –fue lo único que dijo con la esperanza de que el otro se irritara y se marchara, cosa que no pasó.

Debió imaginarlo, Roier es un entrometido de primera.

–En tus cosas... con Luzu – dijo burlón mientras subía y bajaba las cejas implicando cosas que no podrían estar más lejos de la realidad.

Ademas, a ver ¿él cómo mierda sabía eso?

–Andas de pinche chismosito, eh –se estaba conteniendo para no mandarlo a la chingada en ese momento, intentaba no discutir y ser mejor persona y toda esa mamada.

–Soy la vecina metiche de la isla, Quackity ¿Que esperabas?

Vecina metiche mis huevos.

–Además no es como que puedas mantener tanto secreto sin que me entere, soy el detectivoier.

–A poco si mi pinche Sherlock –sonrió con ironía – Como sea, métete en tus propios asuntos.

–¡Oh vamos! No puedes dejarme con la duda. Al menos dime si ya andan o solo están juntos por, ya sabes, los buenos momentos –subió y bajó las cejas con una sonrisa pícara y ojos sugestivos.

–Roier, cierra el hocico ¿quieres?

–Oye, al chile yo solo quiero asegurarme de que sea bueno contigo. Mereces alguien que te trate así bien bonito –oh, Quackity quería borrarle esa sonrisa de un golpe. No le creía ni una palabra y eran molestas sus implicaciones absurdas. Arin era su mejor amigo y Luzu ni siquiera estaba presente y aunque lo estuviera, le seguiría pareciendo ridículo todo lo que el chico de la bandada asumía.

–¿A qué quieres llegar? –cuestionó fastidiado, si le daba lo que quería tal vez al fin lo dejaría en paz –No me trago tu mala actuación de amigo preocupado.

–Ora' hijo de la chingada, ¿como que mala actuación? –se quejó Roier con el rostro fruncido en indignación –Estoy siendo sincero.

–Eso no te lo cree ni tu puta madre, pero bueno, al punto Roier, no tengo todo el día–movió el pie con impaciencia y el castaño soltó un bufido.

–Bien –se dio por vencido –y uno aquí intentando pensar en el prójimo –balbuceó para sí –A Cellbit le gustaría hablar con él.

Así que eso era...

–A mi me vale verga lo que quiera Cellbit –respondió más agresivo de que pretendía, pero estar a la defensiva era parte de su instinto, al menos cuando se trataba de Arin. 

–Pero no me muerdas –se burló –Tranquilo, no intentará quitarte a tu chico, solo quiere... hacerle unas preguntitas –esbozó una sonrisa inocente tan falsa como el supuesto romance entre Quackity y el castaño.

(Re)Learning to be human Donde viven las historias. Descúbrelo ahora