Jin trabaja en un bar de renombre como un acompañante, y es conocido como el famoso "chico del collar" por el collar que tiene en su cuello desde hace años, su encantadora belleza es tan cotizada qué solo los alfas de alto rango pueden obtener un mo...
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Las personas con dinero a menudo se sienten infelices, en cambio los menos afortunados, son felices en su propia desgracia.
El señor Kim es dueño de varios negocios en la ciudad, le gusta beber y le encanta el arte, irónicamente es una persona que tambien ama las fiestas, por lo que no duda ni un solo segundo en ir los fines de semana a una de sus actividades favoritas, complacerse en el exclusivo salón de fiestas, The rose blue.
El club privado que ofrece horas de diversión y satisfacción a sus clientes, el sitio donde ya no es el señor Kim, si no un hombre entregado a los placeres, donde beber, fumar y coger esta bien.
Los omegas en ese sitio lo saben, hacen fila para complacerlo buscando ser el o la elegida para compartir la cama, a sabiendas de la jugosa recompensa que tendrán si lo hacen feliz.
Abre la puerta con entusiasmo y le llama al gerente.
―Ya sabes a quien, tráelo ya― y el hombre entusiasmado por una buena propina, sale disparado en búsqueda de la fuente de deseos del señor.
Entra entonces un joven de traje negro, con caminar lento saluda a el señor Kim y se sienta en uno de los sillones en silencio.
―¿No vas a saludarme?― le pregunta con una sonrisa de lado.
―Hola― y sabe que no dirás mas que eso en toda la noche, ¿Para que perder el tiempo?, simplemente le quita el traje y hace de las suyas con él.
No hace ruido, por que cubre su boca, y aunque tiende a gemir, es bueno ocultando su cara del Señor Kim, quien no esta molesto por ello.
Cuando termina de ser complacido, se sienta a fumar viendo al omega sentarse y ponerse su camisa.
―Jin― el señor Kim dice pasando su dedo índice por su espalda desnuda ―¿Por qué tan serio?―y toca el collar en su cuello.
―Ya no vengas tan descaradamente, los rumores de que soy tu pareja se han exparcido― su voz es fría y hasta cierto punto monótona.
―¿Tan malo es?― y entonces le ve girar la cabeza, tiene los labios algo resecos y mordidos, asiente despacio y luego suspira para ponerse de pie mientras abrocha los pantalones.
―Yo necesito conseguir clientes Namjoon, no me sirve de nada si los molestas a todos, ya no vengas y si vienes elige a otro omega―
―No quiero― ríe despacio.
―¿Es tan bueno hacerlo con un omega sin celo?― el chico le dice cuando termina de vestirse ―Ni siquiera puedes olerme como deseas―
―No es que sea bueno o no, solamente me gusta verte arrugar el ceño cuando te sientes bien y lo niegas―
