... Mas allá de esta vida ...

Epilogo

*Kyuhyun*

Mientras caminaba por los pasillos de mi universidad, finalmente habíamos  terminado de cursar, lo único que restaba era la entrega de diplomas, no pude evitar recordar esos ojos negros empecinados en neurología.

Kyu - escuche y mire a mi antiguo enemigo, nos había odiado tanto en la secundaria - mejor promedio no? - asentí orgulloso de tener ese puesto - siempre fuiste un nerd - 

Pizza y cerveza?  - le pregunte sabiendo que iríamos a mi casa a festejar el final de curso, sus manos invasivas se posaron en mi cintura y un beso fugaz se poso en mi cuello - acaso vas a decirme que te atraen los nerd? - 

 No jamas! este nerd me vuelve loco - me dijo antes de besar mis labios.

Chang... acordamos que fue un error - me sonrió antes de abrazarme fuertemente - amigos!!! solo amigos!!! - 

Mientras vaciábamos las latas en mi refrigerador, sabia que intentaría una vez mas, no podía negar que Changmin había sido un respiro. Aun si no había sentimientos de mi parte, nos entregábamos mutuamente, para cuando me di cuenta era tarde, lo note en una de esas tantas tardes donde fingíamos estudiar que sus ojos me miraban de otra forma.

No quería lastimarlo, no quería cargar con sus sentimientos, porque los míos estaban atados a otra persona, fue por eso que intente por todos los medios alejarlo.

*

Solo quiero una oportunidad - sus palabras verdaderas en mi oído, un caricia certera en mis mejillas y sus ojos tan brillosos - no me dejes morir siendo solo tu amigo - me susurro.

Como decirle a mi mejor amigo, mi confidente... que sus labios no me hacían desear mas, que su tacto no me hacia temblar, que sus ojos no me hipnotizaban, que su voz no me llevaba a otros lugares ... como los de el - No quiero lastimarte - 

No lo harás - sus labios tocaron los míos, esa amistad que había construido en la universidad ahora exigía mas, pero yo no tenia mas nada que entregar - Te amo Kyuhyun - me dijo mientras sus manos acariciaban mis mejillas y sus besos bajaban por mi cuello - déjame demostrártelo - 

Sus besos sabían a lujuria en mi, habíamos acordado que era un error hacia unos días, incansable... siempre lograba lo que quería, tal vez yo estaba tan destruido que no podía ver, como esas manos me amaban a cada paso.

Cuantas veces tenia que pasar? para aceptar que no sentía nada - Changmin no - tome sus manos y las sostuve  - Seria despiadado si te acepto... amando a otra persona - cerro sus ojos conteniendo el dolor y me sentí morir - Lo siento - 

¡No lo admito Kyuhyun! - soltó mis manos y se acerco a la ventana, el invierno había vuelto y la calle se veía tan solitaria, la nieve tapaba cada espacio - el jamas te amara como yo - 

Y yo jamas te amare como a el - le dije antes de tomar mi campera y alejarme. Escuche su voz, sus gritos, sus palabras quebrabas, jamas me perdonaría jugar con sus sentimientos, como tu con los míos. No quería que se aferre a mi...

La tarde había caído, el frió lastimaba cada parte de mi piel, me refugie en una cafetería cercana. Mis ojos no podían despegarse del cielo, hacia cuanto tiempo no me reparaba en lo triste que se veían esas nubes y como la llovizna derretía la nieve fina. Mi destino era vivir aferrado a una persona que no me veía, condenado volví a odiar el corazón prestado en mi pecho.

Yesung... sus mensajes se habían vuelto mi única esperanza, pero no me sentía listo para volver a bajar mis escudos. Habia terminado mi café cuando el mozo dejo dos tazas mas en mi mesa, una silla se corrió y supe que me buscaría como sea - Que tarde tan triste no?  - baje la mirada buscando refugio en la taza frente a mi  - Me convencí que podría conquistarte - sus ojos marrones me miraron con todo ese dolor escondido, extendí mi mano para tocar las suyas - irónico no? te detestaba en la secundaria... me gustaba molestarte, supongo que no sabia que iba a terminar así, rogando por un poco de atención - bebió un sorbo, tenia tanto para compartir - sabes lo que mas me molesta? - lo mire interrogante - si no hubiera sido por mi, jamas lo habrías conocido - inevitablemente también lo había culpado en algún momento, aun sabiendo que una visita a la sala de urgencia no era lo único que me unía a el.