•capitulo 4•

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Violetta dagger

Seguía sin creer que hoy me casaría con Asher. Me sentía nerviosa y ansiosa. Pero nada se podía comprar con felicidad. La felicidad era nula.

La boda estaba programada a las 3 pm así que se supone que tendría tiempo para arreglarme pues apenas son las 8 am.

Mi madre mando a traer a su estilista personal que no tardaba en llegar.

—bueno Holly, hoy es el día que estuve esperando durante ocho años—  le hable a mi perrita quien todavía seguía acostada en su cama

Vi que entró mi hermana aún en pijama
—Buenos días hermana ¿Estás lista?— me hablaba sonriente, su humor mañanero era muy tranquilo

— Hola Odette, acabo de despertar así que no. Por las fachas que traes creo que tú tampoco — me burle ligeramente de ella

— O pues, respeta el flow hermana — Se indigno haciendo una cara de melodrama

— Deja tus dramas y mejor vamos a desayunar antes de que llegue el estilista de mamá — la tomé del brazo y la jale escaleras abajo hasta llegar al comedor

—Podia caminar sola sin necesidad de que me jalaras Violetta — molesta me intento dar un zape en mi cabeza

— Caminas muy lento Odette — Le detuve la mano

—Ya no me dejas ni molestarte a gusto— berreo desde su lugar

—¡Marie! Trae el desayuno por favor— le hable a Marie desde el comedor ya que ella se encontraba en la cocina

—Enseguida señorita — respondió Marie sin elevar mucho el tono de voz

🎻🎻🎻

Luego de terminar de desayunar llegó Adam, el estilista personal de mi madre. Comenzó primero con mi madre en lo que Odette y yo nos bañabamos.

—¡Odette apresurate!— le gritó mi madre a mi hermana que seguía en el baño, se supone que yo sería la última en arreglarse pero Odette tardaba más en el baño de lo esperado

—No se preocupe madame oliveira, puedo comenzar con su hija mayor para no perder el tiempo — Adam intento aligerar el estrés de mi madre con Odette

— Si, está bien. Has lo que creas conveniente — le dijo mi madre resignada.

Ella siempre se estresaba cuando habían eventos especiales. Cuando se anuncio a sus socios de los bajos mundos se puso igual o peor. Yo por su puesto no estuve. Pues solo tenía diez años y no era lugar para una niña

—Perfecto, Violetta sientate para que yo pueda hacer mi trabajo — me habló y al instante me tenía sentada en el tocador donde me estaba haciendo no se que cosas en el cabello, solo veía cepillos, planchas y muchas cosas para el cabello.

— Me dijeron que mi madre le mostró lo que me tenían que hacer en el cabello — le mandé la imagen a mi madre ayer para que se la enseñará a Adam.

— Si, me mostró que querías dos coletas con trenzas y rayos de colores— carajo, eso no era lo que yo le mandé a mi mamá, esa era la idea de ella

—¡NO!— Me altere y grite. Demasiado estrés y mi madre como siempre metiendo sus narices donde no le interesa

—¿Cómo que no? Madame oliveira me mostró esta imagen — Adam me mostró la imagen de referencia y era todo lo contrario a lo que yo había pedido

— No, mira tu me vas a hacer otra cosa completamente diferente — intente hablar un poco más calmada aunque por dentro las ansias me estaban matando. En un micro segundo saque mi teléfono con la verdadera imagen de referencia. Era un recogido sencillo con los dos primeros mechones de fuera junto con un maquillaje en color vino.

amor en el infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora