Prólogo

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P.O.V.Draco
Fuí acusado por el ministerio mágico de formar parte de los mortífagos, tenían razón, pero no iba a dejar que me llevaran a Azkabán, no hubo más opción que mentir,gracias a Merlín que no habían evidencias.Pero llego esa pregunta...

-Antes de terminar esta sesión -interrumpió el ministro- Sr. Malfoy, ¿Usted odia a los muggles, o como lo llaman algunos "sangre sucia" ?
Pensé en contar una mentira más.
-Claramente no, es más, estoy comprometido con una- mis manos empezaron a temblar y sudar.
Todo el ministerio empezó a murmurar sorprendidos.
-¿Y... se podría saber con quien?
No se me ocurrió nada más que...
-G.. Granger, Hermione Granger.
-Entonces, si no le importa, al terminar el año en Hogwarts estaré complacido a asistir a la boda.

No podía creer lo que había dicho, ¿que haría si no pasaba? Me condenarían de nuevo, esta vez por mentir al MINISTRO .No era tan grave pero no me arriesgaría a pasar tiempo en la cárcel.
No había opción ,había que convencer a la sangre sucia a ser mi esposa.
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P.O.V.Hermione
Ya casi para terminar para el penúltimo año en Hogwarts ! Todo anda igual,Harry esta bien, Ron igual , pero Draco no. Estoy empezando a sospechar de él, ya no me dice nada, no me molesta, y lo más raro... ME LLAMA POR MI NOMBRE.
Lo que me preocupaba también eran mis padres, no los podría dejar en manos de Lord Voldemort, luego de sus ataques ya no quiero ni dejar a Harry ni a Ron.
Ya había empacado mis cosas para volver a Hogwarts luego de las vacaciones de Navidad. Pero no serviría de nada.
-Hermione, apúrate que llegamos tarde a King's Cross - gritó mi madre.
-Ya voy mamá- le dije llevando mi varita.
Bajé las escaleras y los vi, sentados en el sofá viendo las noticias:
-"...6 familias van desapareciendo sin dejar rastro alguno..."
No era mas obvio que los ataques de los mortífagos.
No los expondría a ese riesgo, levanté mi varita y casi llorando los apunté diciendo:
-Obliviate.
Obliviate es un hechizo que borraba la memoria completamente o parcialmente. Mis juguetes, mi ropa, mis fotografías, cada una desvanecía por completo. Era lo único que podía hacer.

Difícil pero Real ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora