3. ❝Un brindi por los novios❞

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—Nosotras cuando follamos ponemos la Katy Perry.

Goya refleja su ilusión al recordar los momentos íntimos con su joven novia. Macarena, en cambio, demuestra descontento y su paciencia se va acabando a medida que pasan los minutos.

Son las ocho de la mañana y estamos todas reunidas en el parque de bolas donde trabaja Goya. Es cuestión de horas lo que tenemos para organizar medianamente bien el asunto y poder tirar hacia el rancho donde se celebra el matrimonio. El evento tiene lugar a las ocho de la tarde, pues la intención de Kati, según me dijo, es que se alargue hasta la madrugada y poder celebrar una fiesta en condiciones.

—Me parece muy bien, pero aquí estamos planificando un robo. No estamos en la discoteca del pueblo, ¿vale?

Alza el tono de voz por la frustración de no ser escuchada ni tomada enserio.

La observo desde la distancia, con las piernas cruzadas, y la mora a mi lado. Ambas estamos apartadas del resto, pero sin mantener contacto entre nosotras.

—Una ranchera. —Propone Zulema de repente.

Su voz capta la atención de las demás, especialmente la de su compañera de atraco, Ferreiro, que abre los brazos con una expresión de "no me toques los ovarios, tía."

—Una ranchera.

La mora insiste apartando la mirada y girando la cabeza hacia mi dirección.

—Al fin y al cabo van a ser nuestros anfitriones.

Triana acepta y alza el índice en señal de aprobación mientras busca en su lista qué canción reproducir que cumpla los requisitos de la autora directa.

—Y así, además, cuando ya no estemos juntas, la escucharás y te acordarás de mí, rubia.

La mencionada se mofa y yo alzo una ceja apartando la mirada de la peli negra.
¿Es enserio?

En fin, la música comienza a sonar por toda la habitación y Goya junto a su novia ríen animadamente.

—Claro, como hacen las parejas que rompen. —Suspira. —Venga, vamos.

Mi atención se enfoca en la explicación de Macarena y me pongo de pie para acercarme hasta ella y escucharla con atención. Si algo no tolero son los planes que salen mal, por eso mismo tengo que poner mis cinco sentidos en la operación.

—Cuando comience el banquete, Goya estará en la cocina y la mitad del equipo de seguridad estará ahí cenando. Así que si ocurre cualquier cosa, ella será la primera en saberlo. Nos cachearan en la entrada por lo que entraremos desarmadas. Meteremos las armas desmontadas en la comida. Luego, cuando comiencen los aperitivos, Triana vendrá conmigo. —Dirige su enfoque a ella que está bromeando con su pareja. —a la habitación donde está la caja fuerte con la tiara de diamantes. Mientras, Zulema y Flaca se encargarán del control de cámaras. Tenemos quince minutos antes de que el de seguridad se dé cuenta de que algo va mal.

—Entonces, mi Triana abrirá la caja. —Interrumpe Goya.

Y a su vez, Zulema la interrumpe a ella.

—Sí. Y cogemos la tiara. Sencillo. —Expulsa el humo de sus labios.

Me quedo pensativa y cuando caigo en cuenta de que a mi no se me ha mencionado en ningún momento, carraspeo para llamar la atención de todas.

—Me parece estupendo, pero, ¿qué voy a hacer yo? ¿Cuál es mi función?

—Tu función, Vittoria... —Añade la mora acercándose con acento italiano. —Es ponerte guapa y entretener a la famiglia.

NO SIN TI ⎯ Zulema ZahirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora