James
Me despierto pensando en el sueño de la noche anterior, sonrio de tan sólo recordarlo: en el sueño la pelirroja me sonreia, incluso me besaba. Se que es algo que sólo sucedería en mi mente, más bien en mi sueño, pero no me doy por vencido hasta que la pelirroja me deje de odiar.
De vuelta a la realidad, me alisto para ir al colegio, eso me pone de buenas, ya que no será un sueño y volveré a ver a Lily.
Convenzo a mi madre de no desayunar, que es tarde y el tren sale a las 11:00 a.m, todo es culpa se Sirius, sí no fuese por el ya estaría listo, pero se quedó dormido, otra vez. Lo despierto y hago se apresure no quiero perder un minuto para regresar a Hogwarts, y el a regañadientes sale de mi casa y nos dirigimos a la estación.
Nos despedimos de mi madre y nos dirigimos en busca de un comportamiento vacío, como faltan diez minutos para que el tren salga, busco a Remus y Peter, pero no los encuentro, tal vez Remus este en el compartimiento de Prefectos, sí eso ha de ser. Sirius ha encontrado un lugar en el tren y voy con el esperando a que Peter aparezca pero no hay rastro de el.--¿y que tenemos este año?--le pregunto a Sirius.
--Yo pienso que hay que disfrutarlo --me responde sonriendo.
Es claro que una vez terminado el séptimo curso no se irá de mi casa.
El tren se pone en marcha y nos volvemos para ver a las familias que dejamos atrás, conforme pasan la horas ya tengo hambre, y todo es culpa de Sirius.
Estoy atento que el carrito de dulces aparezca, para comprarlo todo.Después de unos minutos, aparece: el sonido de una campanita me resulta muy familiar y me hace sentir al niño que hace seis años viajaba en el mismo tren. Me apresuro a abrir la puerta del compartimiento y le hago señas a la señora del carrito, y ella sonríe al verme. Es claro que soy su cliente favorito.
--¿Qué desea el señor Potter?-- me pregunta la ancianita.
--Lo de siempre --respondo con un sonrisa --. Ranas de chocolate, grageas de todos los sabores, pastel de calabaza, ¡un poco de todo!--le digo casi gritando de emoción.
--Potter, estabien que quieras todo el carrito, pero recuerda que hay más personas en el tren y ellos también quieren comprar algo.
Esa voz me resulta tan familiar que no tengo la necesidad de alzar la mirada para poder ver a Lily Evans que está detrás de la señora del carrito, con sólo escuchar su voz, me ha sacado una sonrisa, ¿porque ella tiene ese efecto en mi?
--Pues tendrán que venir a comprar lo que quieran en este momento o me adueñare de todo el carrito-- le respondo mirandola a los ojos. Son tan hermosos que me puedo ver en ellos.
Lily sólo sonríe, me devuelve la mirada e incluso se ruboriza, ¿o lo he imaginado? En fin pago lo que le pedí a la señora del carrito y espero a que Evans compré su rana de chocolate y ya que la señora se ha ido le digo:
--¿Cómo estas Evans?
Un poco sorprendida me mira como sí analizara a una poción hecha con los ojos cerrados.
--Bien, perfectamente, ¿y tú? --responde claramente.
Ya que tengo su atención, no dejare que se vaya tan fácilmente.
--De maravilla, ¿Quieres una rana de chocolate?-- digo y señalo mi compartimiento.
--Gracias, pero yo tengo las mías-- responde un poco nerviosa --. Nos vemos luego Potter.
Y sin decir nada más, se aleja, dejándome a mí con una sonrisa en la cara y un punto a su favor.
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Me gustas
FanfictionLas cosas están cambiando en la mente de Lily, ¿se ha dado cuenta de que James le gusta? Sin embargo el no le es indiferente, ¿surgirá algo entre ellos?