asteroide

3 1 0
                                    

La Isla muere de deseos,
y no hay arco, perla, fecha, color o brillo que cambie el anhelo en caída desde el muro del malecón.

La Isla arde en pasión y no suelta lo que el mar se llevó, braman contra la tierra, las olas...y las calles silentes, rugen con el calor del verano a fuego lento y precioso entre humanos.

Antología Poética Donde viven las historias. Descúbrelo ahora