Lycoris Recoil: Deseo Morir - Fanfic

Capítulo 3

Parte 1

Imagina haber pasado la mayor parte de tu vida atrapado en aterradora oscuridad, donde te manipulan y urden tu destino, evitando cualquier posible salida. Después de incontables tormentos, una chispa de esperanza brilla en la distancia, ofreciéndote una única vía de escape. Con tu desesperación como compañera constante, aceptas sin dudar. Después de todo, ¿qué más puedes perder?

Esta frágil oportunidad se presenta en forma de un misterioso juego, donde las reglas convencionales no aplican, el pensamiento lineal, y la lógica, se convierte en un callejón sin salida. Te encuentras en competencia con adversarios cuyas identidades son tan inciertas como sus intenciones, tal vez dispersos por cualquier rincón del mundo. Incluso las reglas del juego, en un principio, son ambiguas.

Así es mi realidad. El pensamiento lateral, la creatividad y la habilidad para transformar un final abierto en un resultado favorablemente cerrado, son mis armas. Esto es lo que rige este último juego. Y tras escuchar las palabras del criminal frente a mí, mis principios permanecen ilesos.

—Entiendo. Gracias por tu cooperación.

Comencé a liberar a mi objetivo, tengo planes para él.

El momento para poner en marcha mi estrategia en juego ha llegado.

Una vez liberado, el hombre, mi objetivo, se paró con dificultad. Su respiración era algo agitada debido a la herida en su mano que seguía sangrando, aunque afortunadamente no es nada grave; me aseguré de que fuera solo un corte un poco profundo.

Aunque normalmente, después de obtener la información que necesitaba, habría considerado eliminarlo, no es solo porque Kusunoki nos había ordenado capturarlo con vida para interrogarlo. Tengo mis propios motivos para mantenerlo con vida, aunque aún así, lo mantengo en la mira con mi arma, solo por precaución.

—Hay cuatro Lycoris más aparte de mí. Supongo que vienen por las escaleras. Diles a tus lacayos sobre esto para que logren atraparlas —informé en tono indiferente.

La estructura está abandonada, por lo que, debido a razones obvias, el ascensor no funciona, dejando únicamente las escaleras como opción para avanzar.

—Escucha atentamente. Estoy dispuesto a ofrecerte 150,000 yenes por un trabajo.

—¿Hah?

Sí, así es. Estoy a punto de contratar a mi enemigo.

—Lo que oíste —mientras decía esto, me dirigí al otro hombre que había abatido momentos antes—. Si colaboras conmigo, recibirás 150,000 yenes.

—¿Y qué se supone que debo hacer? Eres un Lycoris, solo mátame.

—Cierto, pero en primer lugar, no me considero completamente un Lycoris.

Avancé hacia el cuerpo inerte, aprovechando para recoger el arma de mi objetivo que estaba en el suelo, solo por si acaso.

Comencé a intercambiar mi ropa por la del cadáver. Tengo en mente llevar a cabo algunas acciones cuestionables, y no quiero que me identifiquen por mi ropa.

—Solo mátame y ya. No quiero hacerlo.

—No te pregunté si querías hacerlo, te estoy ordenando que lo hagas —mi respuesta, cruda y sin empatía, fue una orden dura para él.

Apunté el arma hacia el hombre que luchaba por mantener su mano herida bajo control, su expresión de disgusto me resultaba nauseabunda.

—Si no lo haces, no esperes que te conceda una muerte rápida y sin dolor.

Podría destrozar su dignidad, o cortar su miembro con un cortauñas. Soy un maldito sádico cuando se trata de torturar. Después de todo, fui víctima de tales torturas en mi propia piel.