Capítulo O8.

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Ocho meses

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Ocho meses

Omega y Alfa estaban en la cama abrazados mientras veían la televisión, ya habían terminado de cenar así que decidieron ver una película. Felix tenía una mano acariciando suavemente con ternura su pancita, este ya tenía ocho meses de embarazo lo cual indicaba que ya se acercaba la fecha del nacimiento del cachorro y el rubio y el pelinegro no podían estar más felices, por fin tendrían a su hijo con ellos.

Chan estaba recostado sobre el espaldar de la cama mientras que su omega estaba entre sus piernas sentado, dándole la espalda, mientras que tenía tu cabeza apoyada en el hombro del alfa.

De un momento a otro el pelinegro notó que Felix se había dormido, al estar embarazado y en esta etapa del mismo, se cansaba mucho. Así que lentamente lo quitó y lo recostó bien en la cama, el omega soltó un quejido al no sentir a su alfa y este rápidamente lo tranquilizó con su aroma haciéndole saber que él estaba ahí.

-Tranquilo Lix, aquí estoy.-dijo para después agarrar el control de la televisión para así apagarla y poder acostarse junto a su omega. Cuando se acostó al lado del rubio este al sentir el calor de su alfa, se abrazó a él con un poco de dificultad debido a su vientre que se interponía entre ellos.

Chan abrazó a Felix juntándolo lo más que podía con él y empezó a acariciar su suave cabello hasta que este se volvió a dormir.

-Te amo mucho, mi omega.-dijo esto para después depositar un suave beso en su frente y después imitó la acción del rubio y se durmió.

Al otro día, Chan fue el primero que se levantó, eran las ocho de la mañana, así que lentamente salió de la cama y se fue al baño

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Al otro día, Chan fue el primero que se levantó, eran las ocho de la mañana, así que lentamente salió de la cama y se fue al baño. Cuando salió de este ya bañado, fue hasta la cama donde seguía durmiendo su omega, decidió dejarlo dormir un poco más así que le dejó un beso en la frente y lo tapó bien con las sábanas.

Hoy haría un nido. Un nido para su cachorro y su omega.

El rubio ya estaba en el penúltimo mes así que ya era necesario armarlo para que cuando nazca su hijo tenga un lugar calentito en donde estar.

Fue hasta el dormitorio de su cachorro donde allí se encontraba todo tipos de mantas y almohadas, que junto con Felix eligió para el nido. Después fue hasta su habitación y con cuidado sacó algunas prendas de él.

Para hacer el nido escogió un lugar en la esquina del dormitorio. Luego de una hora y media, terminó de hacerlo.

Se paró y vio como quedó.

Perfecto.

Estaba orgulloso del nido que había construido.

Antes de que saliera de la habitación, escuchó a su omega llamarlo, ya había despertado así que salió del allí y fue hasta donde estaba Felix.

Una vez que entró, lo vio sentado en la cama con su cabello todo alborotado mientras que con sus manos frotaba sus ojos.

-Lixie-saludó el alfa caminando hasta donde estaba el rubio y cuando estaba junto a él le dejo un suave beso en su cabello.

-Chan, ¿Dónde estabas?-preguntó el omega un poco somnoliento, dejando sus manos sobre su pancita.

-Te tengo una sorpresa, ven.

Ayudó a su omega a levantarse para ir al baño y luego de eso lo guio hasta el dormitorio donde estaría el cachorro, antes de que entrara le pidió que se cubriera los ojos.

-Está bien, pero si me caigo es tu culpa.- bromeó Felix a lo que Chan soltó una suave risa. El rubio estaba emocionado por la sorpresa que le daría su alfa. A través del lazo también sentía la emoción de este.

Después de que el pelinegro se aseguró de que el omega tuviera los ojos cerrados, y no estuviera haciendo trampa, abrió la puerta y lo guio hasta adentro.

-Ahora, abre los ojos -Chan dijo emocionado.

-Chan... -el omega interior de Felix estaba aullando de felicidad.

-¡Es hermoso!- exclamó chillando sonriendo con un brillo en sus ojos.

Se giró hacia donde estaba Chan que también tenía una enorme sonrisa marcando sus hoyuelos y lo abrazó.

-¿Te gusta?

-¿Estás bromeando, Chan? ¡Me encanta!- dijo para después separarse un poco de él y darle un suave beso en los labios del pelinegro.

Cuando se separaron el alfa tomó la mano del omega, le dijo que se acostara en el nido y le asegurara si estaba cómodo. Una vez que el omega se sentó ahí sintió tranquilidad y protección. El nido estaba impregnado del aroma de Chan.

-Ven conmigo -invitó.

-¿Puedo pasar?-preguntó dudoso.

-Acabo de decirte que vengas así que sí, alfa bobo- dijo seguido de una suave risa.

El alfa entro cuidadosamente al nido y se acostó junto a su omega. Se puso a su lado con un brazo bajo su cabeza y con el otro sobre el vientre del rubio.

-Te amo, Channie-giró su cabeza para mirar esos ojos que sólo le demostraban cariño y amor.

-Yo también, amor- respondió para después inclinarse un poco y dejar un beso en sus labios.

-Yo también, amor- respondió para después inclinarse un poco y dejar un beso en sus labios

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¿Chan? ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora