- Este asociado con ese color.
- ¿Pero es solo un mito?
-Yo pienso que sí.
Recuerdo perfectamente cuando Chris solía ayudarme con mis tareas, nos habíamos reunido ese día para adelantar el último trabajo que teníamos pendiente juntos para estas cosas y ese día no sería la excepción.
Decidí escribir sobre la condición psicológica de Van Gogh, se rumoreaba que el consumía pintura amarilla porque este color se relacionaba con la felicidad que él no tenía.
Pensé en mí, en toda mi vida nunca he sentido algo que mueva mi corazón o me haga sentir mariposas volar frenéticamente por mi cuerpo. Algo podía parecerse cuando leía un libro y me gustaba, cada vez que encuentro nuevas cosas que hacer e4xiste algo que me conmueve, pero nunca se sintió que debía ser llamado felicidad.
Luego estaba Christopher, que en cada diccionario que buscaras, su nombre acompañaba la palabra y su foto más bonita.
- ¿Tú tienes alegría Minho?
-Es un sentimiento básico, Chris
- ¿Pero tienes?
-No lo se.
- ¿Que te hace feliz entonces?
-No tengo idea.
No podía mentirle, aunque quisiera, pero en realidad no tenía por qué hacerlo, después de todo en mi vida no hay mucha razón de felicidad. Oh, Chris, a veces te miento sin querer, pero no encuentro la manera de ver el mundo colorido que tú crees que hay.
-Piensa en algo que te haga sonreír sin razón-
Christopher se sentó a mi lado en el suelo y cubrió mis hombros con su brazo derecho haciendo que me recostara en su suave y cómodo regazo. Sabía que trataba de ayudarme con mi exposición porque mientras más entiendes a fondo un tema, lo podrías expresar como si supieras todo.
Obedecí como siempre y cerré mis ojos tratando de buscar eso dentro de mi mente que me haría supuestamente feliz. Y cuando los minutos pasaban, mi infancia paso por mis ojos, mi adolescencia aventurera y el punto asombroso de mi ahora adultez; parques de diversiones visitados, millones de fiestas en las que bebi más de la cuenta, reuniones en familia y amigos.
Mi primera resolución de amor.
Sonreí finalmente, pues sabía que mi vida, entre el cien por ciento que era medianamente aburrida, había un rayito de alegría en cada momento donde yo me encontraste a su lado.
Primer día de clases, conocí a Christopher. Mi primer mejor amigo, Chris. Las mejores pijamadas, con Chris y en las mejores fiestas, Christopher estaba ahí.
Aclamado en nuestra graduación con honores, Chris estaba ahí conmigo recibiendo el mismo diploma con honores estudiantiles. Nos graduamos juntos, aplicamos en la misma universidad.
Seguimos juntos desde entonces.
- ¿Cómo se llama tu felicidad?
Es tu nombre, Chris, Mi felicidad tiene tu nombre en todas partes y en cada esquina. Abrí mis ojos sonriendo sin explicación y de mis labios salieron suspiros que nunca hice en años.
-Si te digo que estas en mi felicidad, ¿Me crees Chris?
-Te creo, tu estas en mi felicidad, así que estar en la tuya debe ser una señal.
Christopher me sonrió dulcemente como era de costumbre y el silencio emano de los dos justo antes de que sus labios tocaran los míos, esto estaba tan mal, tan mal que estaba tan correcto sentirme así con el. Me negaba a sentir cualquier atracción por Chris, pero era tan difícil combatir esta cantidad de impulsos y necesidades egoístas.
Él tenía un narcótico en sus labios al que yo era adicto.
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I'm Not Gay
FanfictionHay formas distintas de arruinar una amistad entre hombres. Lee Minho jamás pensaría en robarle la novia a ninguno de sus amigos y mucho menos besar a la chica que alguno de estos pudiese estarle coqueteando. En su mente y corazón sólo existe espac...