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Recuerdo cuando estuve dos semanas ignorándolo. No comía bien, no dormía bien, invertía tiempo únicamente en estudiar para el ultimo proyecto expuesto y finalmente poder aprobar la cursada tan pesada que escogí.

Dos semanas largas en las que miraba mi celular, una y otra vez, seguida de otra vez. La bandeja de notificaciones tan llenas de sus mensajes. Dos semanas infernales en las que estuve fingiendo no estar en casa o salía mucho antes para irme con Felix y quedarme a dormir en su casa.

Mentía, yo escuchaba cuando el me llamaba detrás de la puerta, cuando tocaba el timbre repetidas veces y llamaba a mi celular, el eco de su voz hablándome.

-"Minho...¿Estas en casa?"-

Cada día venia a verme y se quedaba por al menos dos horas en la puerta, durante catorce días consecutivos. Yo lloraba, dormía poco y me sentaba en el suelo a terminar mis tareas del otro lado de la puerta antes de que Chris se fuera.

La realidad es que lo extrañaba, pero me dolía hacerlo, el simple hecho de que me viera la cara de estúpido me hirió.

Diez años tirados a la basura nada más por un tiro de "suerte", quizá en mi caso por uno de mala suerte.

Puede ser que me guste Christopher. Puede ser que siempre me haya gustado y yo solamente confundí más las cosas al dejarlo besarme con tanta libertad y naturaleza. Lo deje jugar conmigo porque ese sentimiento no identificado para aquel entonces no me permitía distinguir, no me dejaba diferenciar.

Me sentía tan iluso mientras miraba la puerta de mi casa, el silencio se hacia mi mejor amigo y mis pensamientos, mi mayor confidente. ¿Me extraña?, ahora que sabe que esa pequeña confianza entre los dos se arruino ¿Querrá recuperarme?...Ya no sabia ni que pensar.

Entre mis monólogos internos se me iba el tiempo, recogí mis cosas como si mi vida estuviese en cámara lenta, mi portafolios, mi bolso y lo que necesitaba para otro día mas de facultad.

No tenia ni la mas mínima gana de ir. Mi celular comenzó a sonar y lo tome, conteste y era Felix, habíamos quedado en que iríamos juntos, otra vez a la facultad .

-¡Min al fin me con...!

-Felix que bueno que llamas... y voy saliendo no te hare esperar más-

Por alguna razón sentí alivio al escucharlo, no pude evitar sonreír suavemente. Arregle mi cabello y mi ropa después de estar seguro de que iba a ponerme, al llegar a la puerta mi sonrisa se borro tan rápido, al no reconocer el cabello negro de Felix sino la cabellera medio rubia y marrón color miel de el.

-Minho, por fin me abres...-

-¿Qué estas haciendo aquí?

-¿A donde llevas tus cosas, te estas mudando?

-¡Vete, no des un paso mas!

No había sido Felix, yo tuve la esperanza de que fuera, pero aun así no lo fue. Christopher estaba mirándome con esos ojitos que me hacían daño, tenia sus mejillas rojas al igual que sus parpados.

Había llorado.

No pude evitar acercarme a el soltando mis cosas en el suelo, coloque mis manos en sus mejillas y lo observe con detalle, mire la misma tristeza en sus ojos como en los míos. Sus manos estaban frías cuando tocaron las mías, sentí tantos escalofríos al no reconocer su tacto tibio, a veces caliente.

Estaba aflojando, se supone que no debía mostrar debilidad y aquí estaba, dejando mi corazón de nuevo ante el.

-Min... por favor perdóname, Changbin y yo no somos nada, lo sabes bien-

-No se de que hablas, no se absolutamente nada de lo que crees que se bien.-

-No, Minho, debes creerme, entre Bin y yo no hay nada...-

-¿"Bin"?, tienes tanta cercanía con el que lo llamas por su diminutivo.

Susurré mirándolo y sentía como mi vista cada vez era distorsionada por las malditas lagrimas. No quería llorar, no me gusta hacerlo y no podía evitarlo.

-Minho... escúchame, tome su mano, pero significa nada para mi.

-¡Para mi significo todo el mundo!

Grite espontáneamente mientras lo empujaba lejos de mi.

-Haz caso Minho, escúchame. Tu sabes que no me gusta nadie...-

-Bien que no te gustaba Changbin como para decirme que a las cinco debería estar en tu casa-

-Me lo encontré de salida de mi casa y no negué su compañía-

-Admites que no estabas en tu casa cuando me llamaste-

Christopher suspiro mirando al suelo, tome mis cosas que estaban tiradas y lo aparte de la puerta.

-Vuelve cuando me importe tu existencia, debo ir a estudiar

-¡Minho hoy es sábado!-

Mierda, mierda y mas mierda, hasta para querer huir de Chris soy un completo fracaso. Suspire por lo bajo y deje mis cosas en el mesón del pasillo, pude sentir su mirada sobre mis acciones, como me analizaba de pies a cabeza tan fijamente.

Entendí que estaba siendo rudo con Christopher y esa no es mi personalidad, no es lo que tengo por valores y modales.

Estuve unos cuantos segundos helado frente a la puerta, mis dientes dolían de tanto que estuve apretando mi mandíbula.

No quería aguantar esto por mas tiempo.

-Pasa, no hables hasta que yo diga que hables. 

I'm Not GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora