08

26 7 0
                                    

Se estaba acercando el recibimiento, el final de toda esta odisea universitaria que tanto estaba esperando. Ya no más tesis ni trabajos de último momento, solo un mes más de sufrimiento y seré libre.

Ejerceré como un pasante de artes plásticas en un secundario cerca de mi escuela primaria y luego hare mi componente docente en artes.

Ese en si es mi sueño.

Mi sueño y el de Christopher.

Esa vez que vino a mi casa desprevenido, hablamos sobre muchas cosas, fue incomodo por el hecho en que nos hablábamos sin mirarnos, era la primera vez que hasta para hablar de algo serio como nuestra "Amistad" no podíamos ni mirarnos o estar cerca uno del otro.

Hablamos de cosas puntuales, de nuestra confianza y convivencia. Después de que hablamos cada uno se fue por su lado, yo pase el fin de semana y Chris estuvo en casa de abuelos.

Lo extrañaba mucho, pero aun así perdonándolo, no me sentía para nada bien. Me sentía solo, vacío y con ansiedad de poder hablar con él al menos unos segundos, lo necesitaba realmente.

No pude evitarlo y rápidamente tomé mi celular entre mis manos temblorosas, estuve mirando con afán la pantalla, mirando como pasaban los segundos y los minutos infernales que gastaban mi paciencia en el reloj.

-Háblame....Chris, por favor solo dime algo-

Murmure desesperados, dos insufribles semanas fueron difíciles para mí, no puedo esperar, ya no.

- ¡Por favor solo dime algo! -

¿Me había escuchado?, para cuando estuve a punto de gritar y lanzar mi portaminas con mis trabajos, estaba ahí mismo, el mensaje que estuve esperando mientras me desconcentraba de mi trabajo.

"-Ábreme-"

¿Estaba soñando? ¿Cuánto café tomé?, como si fuese por arte de magia, salí corriendo de mi habitación azotando la puerta detrás de mis pasos llenos de velocidad. Trataba de correr con propiedad, pero mientras más quería llegar siendo correcto, más parecía un rinoceronte en una estampida, abrí la puerta rápidamente y lo vi.

Ya no era rubio.

Mis ojos se abrieron ampliamente y baje mis manos del marco de la puerta a ver como había cambiado en una sola semana.

Christopher había teñido su cabello de un marrón opaco, casi como el de una corteza de árbol en otoño, casi como sus ojos.

-Chris

- ¿Te gusta?, me acorde de esa vez que caminamos a la preparatoria y dijiste que las mariposas tenían algo en común con mi cabello-

-Era otoño...-

-Y yo no me había teñido el cabello aun-

Sonreí al recordar aquellos tiempos en los diecisiete, cuando solíamos esquivar el bus y caminábamos hasta la heladería cerca de la casa de Felix que no quedaba tan lejos de la escuela.

-Lo recuerdo bien-

-Yo también... -

Me dijo de ultimo cuando sus ojos se enfocaron en los míos con una sonrisa cálida, sus manos cálidas, su pecho cálido, sus labios cálidos, yo los necesitaba con desespero.

-Chris, todo esto es... -

-Te extrañaba tanto. -

-Yo también-

Susurre al borde de mi llanto, pero contuve esas ganas de desplomarme en sus brazos como un bebe indefenso, basto con que me mirara de cerca para que luego se acercara a mí y me abrazara como nunca lo había hecho. Estaba muriendo en su pecho, cerré mis ojos con fuerza y aprete con la misma su espalda.

Dios, como lo estaba añorando.

-No volveré a hacerlo, lo siento-

-No lo hagas más o juro que no sabrás de mi otra vez-

Lo entendía, lo asimilé al escuchar su tono de voz, su cuerpo temblaba como el mío al no querer soltar una lagrima.

-Minho...

-Mm.

-Lo siento tanto, lamento todo lo que ha pasado entre nosotros.

-No tenemos que hablar de eso ahora

Susurre mientras lo abrazaba, quería sentir su calor con el mío, quería escuchar su corazón aun si me dolía. Cuando pude entender que mis pasos con los suyos eran diferentes, los míos retrocedían a la sala y los de él avanzaban, se me hizo difícil querer soltarlo.

Necesitábamos sanar juntos de una vez por todas. 

I'm Not GayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora