Parte [4] 🔞

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Izuku no estaba enlazado a Katsuki como el creyó, la naturaleza del tritón es tan linda, que se adapta a las necesidades del estilo de vida que decide tener. Hay sirenas o tritones que viven en la oscuridad y sus escamas cambian a oscuras, dejan de brillar y su visión se adapta sin la necesidad que sus iris se iluminen para poder obtener comida se hacen cazadores natos y silenciosos entre la oscuridad, aunque eso signifique que se vaya cambiando su rostro porque toda su piel se va llenando de escamas, al ser la presión distinta en esa área de profundidad y necesitan protegerse ya no son casi nada humanos más que la forma de la mitad del torso hacia arriba pero en realidad parecen más unos pequeños monstruitos.
Tanto las sirenas como los tritones son seres majestuosos, adaptables, fuertes e increíbles algo que la naturaleza no lo merecía por eso se la pasaban escondidos de la codicia del ser humano y de todos que pudieran dañarlo. Izuku no respetó la regla por otras situaciones,Deku se enamoro de un humano, pero no estaba preparado para una reproducción y el humano no podría cambiar, tenía semęn como cualquier otra criatura pero el cuerpo del tritón tiene que cambiar para poder enjendrar y que mejor que también ser físicamente humano.
Limaron las perezas y ahora eran más unidos que antes, el motivo era simple no solo estaban juntos en el agua, también en la tierra. Izuku nunca dejo de ser cariñoso, se le repegaba, besaba sus mejillas y ronroneaba sobre el humano del cual ama.
Katsuki lo cuidaba mucho, se enteró que el pecoso era un tritón solitario, pues fue abandonado desde a corta edad y tiene un par de meses en ese muelle donde lo conoció, entonces entiende porque esta aferrado a alguien, no quiere estar solo. Incluso también lo apoyo en sus celos, lo cuido en su casa con paños para bajar el calor y le da tés que le bajaba su instinto de reproducción, así como prestarle prendas para que lo olfateara y se sintiera mejor. Le prometió cuidarlo hasta que se estuviera listo para partir pero Izuku jamás estaría listo para ello, quería estar con su Kacchan.

-¿Te sientes mejor? - Le pregunta mientras lo observa en el marco de la puerta.

Izuku presentaba su ola de celo, al sufrir altas temperaturas Katsuki decidió ingresarlo en su tina, aún tenía en su rostro un sonrojo pero ya no se miraba confundido o inestable por sus instintos reproductivos.

-Un poco mareado, pero bien. - responde el Tritón pecoso el cual ya dominaba mucho mejor el idioma por todo ese tiempo convivido.

-Me estoy dando cuenta que te
da más seguido e incluso cada vez más fuerte.

-Sí. Lo siento mucho Kacchan nunca me había sucedido esto no entiendo.

-Bueno no te puedo ayudar mucho, pero no te preocupes prometo cuidarte de manera desinteresada por el bienestar de tu salud. Nunca te haré algo indebido.

-Gracias Kacchan. - Responde con una de esas bellas sonrisas tan características de él.

Lástima que la situación fue diferente para Izuku pues él no prometió nada nunca, porque Bakugo es un Alfa y como todo Alfa también tiene su temporada de pareamiento, su rut.

Katsuki se encontraba caliente en la cocina, sentado en una silla sosteniendo su frente entre sus manos, tratando de relajarse. Había perdido la cuenta de cuántas pastillas y tés se había tomado para calmar sus necesidades, pero al usarlo desde que se presentó su primer rut se hizo inune. Sabía que en algún momento de su vida le pasaría eso. Solo esperaba que Izuku no llegara esa noche, lo mandó al mar por algunas almejas, una excusa para estar solo. No era temporada de almejas.
Pero llegó la tarde y el tritón pecoso vino de regreso, fue más difícil de lo que pensó haber conseguido esas cochinas almejas, pero bueno al menos había agarrado unas dos docenas y esperaba que Kacchan estuviera conforme con ello y no lo regañara.
Al abrir la puerta recibió ese rico aroma, su Omega empezó a chillar en su interior de felicidad, sabía que solo era cuestión de paciencia. Sonríe para sus adentros, camino a paso lento hasta que encontró el origen del aroma. Termino en el cuarto del alfa.
En esa ocasión el Tritón se aproximó de manera intuitiva, se sentó sobre él con sus piernas a los costados, besó sus mejillas y ladeo su cuello permitiéndole que Katsuki lo olfateara, el cual lo hizo gustoso rodeó su cadera con sus brazos en aprobación la que le gustó el olor depositando pequeños besos en la piel de su cuello.

-Perdoname Kacchan, yo no soy como tú, no puedo prometerme las mismas cosas cuando yo deseo hacer esto desde hace tanto tiempo.

El rubio no comprendió sus palabras porque no estaba en sus cinco sentidos, solo sabía qué quería estar con el lindo omega que se ofreció de manera voluntaria, giro para ponerlo sobre el suave colchón, para tomar sus labios de manera desesperada, jadeo cuando mordieron sus labios, se asusta un poco cuando abren más sus piernas y simulan embestidas sobre su cuerpo.
Trata de salir de esos sofocantes brazos, giro quedando bocabajo para arrastrarse y solo logro que el alfa se subiera de nuevo aprenzando con su peso. De un tirón le retira su ropa inferior, aprieta sus pecosos gluteos.

-Espera.... Kacchan...- pide un poco temeroso.

Recibe un fuerte gruñido del alfa, lo que provoca una vibración en el cuerpo de Izuku, le encantó ese dominio como el animal que es.
Vuelve a intentar de salir de esa aprension, consigue que lo sometan, sujetan sus muñecas arriba de de cabeza y sus piernas los pasa por debajo de las de él, que completamente inmóvil.
Una mano se aleja y escucha como baja su zipper del pantalón ajeno, después lo siente cerca de su entrada y finalmente sin consideración es penetrado de golpe, se deslizo con facilidad por su lubricante natural.
A Izuku se le escapa el aire de sus pulmones, no esperaba que fuera así con ese leve ardor, pero aún así relaja el cuerpo, recibe las primeras embestidas, escucha los gruñidos sobre su espalda, Katsuki está fuera de control. El tritón jadea lleno de placer, se acostumbro casi de inmediato cuando ya tenía meses queriendo ser engendrado.
Con dificultad, consigue abrir más sus piernas para sentir esa rica extensión más adentro, mentiría si dijera que no le gusta esta experiencia dónde atacan su próstata sin dificultad, siente rico esos escalofríos que lo hacen estremecerse.

Los jadeos provocan que Katsuki quiera verlo, retira su polla para girarlo, el omega de inmediato cierra sus piernas y lo empuja tocando sus pectorales.
~Kacchan... Por favor...no...

El rubio lo ignora por completo, vuelve a sujetar las piernas y las jala para que queden alrededor de su cintura y no pueda volver a cerrarlas. Regresa a sujetar las muñecas. Sonríe cuando nota la erección del pecoso, a pesar de que se negara con palabras, su cuerpo y olor decía que lo esta disfrutando. Alinea su miembro para volver a hundirse en su jugoso arito, observa como se deforma su expresión de inmediato a una placer, lo que motiva a mover sus caderas.
Se encuentra con sus erectos pezones, los ataca con succiones y mordidas, recibía apretones de esas cálidas paredes en su verga por ello, eso hace que no quiera despegarse de su pecho por buen rato. Sube a sus labios maltratado tanto como quiere ahogando esos fabulosos gemidos que provocaba.

Izuku sentía cada vez más abultado su ano, sin esperar que explotará el nudo del alfa y roba también su orgasmo corriendose sobre la polla del rubio.
El tritón revisa sus muñecas mirando que están rojas por el agarre, baja su vista, mira los chupones, mordidas y su vientre un poco inchado por el nudo y la esperma que aún no para se salir. Sonríe satisfecho.
-Mira que lleno me tienes Kacchan. - Expresa sobando el área - fue una buena carga, muy deliciosa. ¿Vas a darme más? - le pregunta dirigiéndose a sus labios para besarlo lento, disfrutando el contacto, esto apenas había empezado.

Después de tres días, el rut terminó. Izuku se puso de pie observando la gran luna llena a través de la ventana y miraba como el mar le llamaba, volteó a mirar a Katsuki que seguía dormido en la cama, pero de nuevo su necesidad hizo que girar al mar y simplemente como lo hace a diario siguió sus instintos. Salió de esa casa, camino el mar introduciéndose poco a poco en el agua, cuando ya le llegaba al cuello las piernas desaparecieron regresando a su colita camosa. Sin voltear atras, se sumergió en el agua salada regresando su refugio, a su hogar donde había vivido tanto tiempo en esa cueva bajo el mar.

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~Naty Bemon 🫀

Acosador Marino  [Shortfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora