Acosador Marino [Shortfic]

Parte [6]

Izuku el tritón solitario, crecio de manera independiente desde la infancia, su raza también migra, al ser huérfano no tenía un adulto que lo auxiliara y con las fuertes corrientes se quedó atrás, nunca se rindió y continúo avanzando, a pesar que ya no miraba a nadie a la distancia y con toda la inocencia, se perdió.
Ahora no había nadie que lo guiará, sus amigos eran grandes peces como ballenas, delfines, tiburones, animales que no se podían comer prácticamente. Por lo mismo al tener un huevo, no sabía que era más grande de lo común y que pesaba más que uno, creía que era normal, hasta que esa noche en su cueva bajo el mar, escucho que se empezó a craquear, ya era el momento, su bebé va a salir, atravesó una diminuta colita oscura el caparazón y después... Una pierna, un momento Izuku se aterró, toma la pierna pensando que lo confundió por mano, pero no, comprueba que efectivamente es una pierna humana ¿Será que tuvo una abominación?
Su shock se detuvo cuando la cola inicio a estrujarse como un digno ser marino, se sacudió con fuerza hasta que se rompió por completo y quedó peor que al inicio.
Una cosita miniatura, un mini peliverde con escamas negras y unas líneas anaranjadas decoran su cola, a pesar de tener su color de cabello es tan liso como el de su padre y esos bellos ojos también los heredó de su papá, un precioso rojo. Nado hacia él, se froto en su mejilla reconociendo a su progenitor, Izuku le sonríe con ternura.
Pero regresa su vista a los restos del huevo estaba otra criatura con los ojos cerrados sobre la piedra, sin esa aleta, dos piernitas, una copia exacta de su hermanito, completamente desnudo, todo físicamente de un humano ¡Había tenido gemelos! Lastima que no logro sobrevivir por ser un humano. Con lentitud, aproxima su mano para tocarlo, está frío y lo carga con pesar, sin esperar que esa cosita abriría los ojos y abrió su diminuta boca soltando un burbujeo.
La naturaleza de Izuku, provocó que lo abrazara con fuerza cubriendo a su cria con su pecho y nadara a toda velocidad hacia la superficie, ahí miro como el pequeño tomo aire y empezó a llorar.

Los ojos de Izuku también se llenaron de lágrimas ¿En qué estaba pensando? Al aparearse con un humano, tenía cincuenta por cierto de probabilidad que tuviera ¡un humano!
~L...lo siento. — Dijo con la voz cortada con el pequeño llorando, no sabía que hacer ¿Cómo iba a calmarlo?

Cuando a su lado siente como sale su otro pequeñín ¡Carajo! Salió tan rápido con el humano que olvidó al tritón, no es tan fácil como pensó.
Se aproxima a mirar a su hermanito humano con curiosidad y se pega a su piel, el humano deja de llorar de inmediato y se aferra al aroma que ya conoce desde hace tiempo, el de su hermano gemelo.
Izuku abraza ambos y con un sentimiento de culpa al tener que pensar que va a tener que renunciar a uno para poder cuidar al otro, pero no podía hacerlo sería hacer lo que le hicieron a él, eso no se lo perdonaría ellos serán su responsabilidad tendría que buscar el equilibrio o tal vez buscar al padre.

Esa noche de luna llena se mira igual de hermosa que en esa ocasión donde interactuó correctamente con Izuku, esa por primera vez cuando salió debajo de sus pies y lo observó a detalle, no sabía por qué pero Katsuki  se sentía raro, aparte de sentirse de alguna manera robado desde que se fue ese Omega Tritón, o sea, no es como si le hubiera robado la inocencia o la virginidad, pero sentía que esa vez Izuku le había robado algo.
Salió para caminar hacia el agua, sin dejar de ver la luna algo en su corazón lo hacía sentirse tan incómodo, su naturaleza le decía que algo suyo estaba dentro del mar y se frustraba no saber qué acaso ¿su lobo se había enamorado de un apestoso pez? Era lo único que él se preguntaba porque no encontraba otra lógica, él seguía siendo uno con el mar porque continua trabajando y viviendo de ello, pero su lobo en su interior rascaba inquieto lloraba y se sentía tan necesitado y estaba tan confundido en ocasiones tenia la sensación de que se ahogaba con el mismo aire en vez de ayudarle a respirar. Se sentó en el muelle como aquella noche, pero en esta ocasión no quiso hundir los pies en el agua ya no sentía esa mirada acosadora en su nuca, en el fondo sabía que se había ido y cada vez que lo recordaba solo salía un suspiro doloroso de su pecho.

—Deku...

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¿Cómo les quedó el ojo? 🫢
Díganme ¿Qué sensaciones les provoca está historia? ¿A poco no es una montaña rusa?

~Naty Bemon 🫀