2-Copa Poe y pelea de amigos

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Punto de vista de Tn

Durante el camino a Jerichó, Miércoles me estuvo contando todo el suceso de Joseph Crackstone y como logró derrotarlo. Una de las sorpresas para mí fue que alguien que llevaba tanto tiempo muerto pudiera regresar de entre los muertos. Realmente la academia había pasado por mucho desde la llegada de la joven. Entendí también porque ella desconfiaba de los normies.

—Realmente eres una chica muy fuerte—dije—yo no creo que hubiera podido derrotar a alguien así—ella me miró, supongo que le sorprendieron mis palabaras amables.

—Gracias—dijo antes de mirar por la ventana. Ya no quedaba mucho para llegar.

Bajamos del autobús y caminamos hasta la estación de policía. Allí salude a unos amigos de mi padre que me reconocieron antes de entrar en uno de los despachos. Él se acercó a mí para darme un abrazo y preguntarme que tal iba todo por la academia.

—¿Recuerdas lo que comentamos?—pregunté, él asintió—ella es Miércoles Addams, la chica que puede ayudar al forense.

—Ah sí—la miró de arriba a abajo—mi esposa me ha hablado de ti y tu amiga Enid. También he visto que te metiste en muchos líos pero que salvaste a la academia y el pueblo.

—Así es, pero eso forma parte del pasado—dijo con su habitual personalidad.

Mi padre me miró y yo asentí, sabía que le sorprendía que tuviera una forma de ser tan fría. Seguimos a este hasta el laboratorio donde se encontraba el forense con el cuerpo ya listo. Al parecer no había sido algo normal, sino un ataque. Al escucharlo, Miércoles sin reparo se aproximó mientras que yo hacia todo lo posible por no mirar el cuerpo.

—Será mejor ir a otro lugar, señor Hedson, le dejo con ella, que no le engañe su edad—comentó mi padre antes de salir ambos por la puerta.

—Adiós Miércoles—me despedí yo.

La estación de policía ahora era mucho más grande, gracias a ciertas inversiones para garantizar la seguridad. Cruzamos todo el pasillo y salimos rumbo a la cafetería para tomar algo. Nos sentamos, pedímos café y comenzamos a charlar de mis estudios.

—Mi madre me ha dicho que esa tal Enid te ha echado los ojos encima—sorbió un poco tranquilo, yo conocía como eran.

—Es una buena amiga, siento pena que la marginen—miré mi taza con cierto temor que le volviera a ocurrir algo así.

—Te entiendo, has cogido cariño a esos marginados—yo asentí—y pensar que tenías miedo.

—Es normal, la relación del pueblo con ellos no es la mejor—bebí un poco—pero ahora me siento muy agusto aquí, fue buena idea venir.

Ambos charamos largo y tendido, ahora que sabían que tenía amigos ambos estaban mucho más tranquilos. En ese momento entró Enid acompañada de Yoko y al vernos se acercó a saludar. Yo los presente con sus nombres.

—Enid, Enid Sinclair—dijo entusiasmada.

—Encantado, espero que mi hijo te este tratando muy bien—yo estaba algo avergonzado por sus palabras.

—Oh, él me trata de maravilla. Y su esposa igual, muchas gracias por todo lo que hizo por mí—este me miró de reojo y yo miré a otro lado.

—Es bueno saberlo—mi padre miró su reloj, tenía que regresar a la oficina. Se fue a pagar y yo le cedí el asiento a ambas.

—Pensaba que estarías en la academia—dije extrañado.

Enid guardó silencio durante unos segundos.

—Es que Enid tiene que comprar ciertas cosas—respondió la vampira.

—¿Se te ha acabado el esmalte de uñas?—pregunté divertido.

Un normie, dos marginadas (EnidxTnxMiércoles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora