5-La academia en peligro II

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Punto de vista de Tn.

Fueron instaladas muchas cámaras afuera de la academia. Era raro estar allí sabiendo que en cualquier momento podían atacarnos. Miércoles esperaba que sus visiones le ayudasen entender el motivo de estos ataques. Pero no tenía ninguna y eso la molestaba, haciendo que estuviera de mal humor bastante parte del día.

—¡Argh!—tiró un papel al suelo—¡no puedo centrarme!.

Yo estaba tumbado en su cama leyendo un cómic. Me entristecía ver a mi tormenta de veneno de esa forma. Se notaba mucho su frustración. Cosa estaba masajeando a Enid, quien soltaba pequeños sonidos de estar muy a gusto.

—¡Tn!—gritó de repente Miércoles.

—¿Sí?—pregunté asustado.

Ella se levantó y le dio unos cascos a Enid haciendo que la mirase con extrañeza. 

—Vamos Tn—dijo fría.

—¿A dónde?—pregunté ya cerca suya.

—Necesito desahogarme, vamos al baño, Enid será mejor que te pongas esos cascos—advirtió a la loba.

—Pero ahora...yo...—la gótica me miró con unos ojos asesino—si señora y entramos al baño.

Salimos al cabo de un buen rato, ya duchados y aseados. Miércoles suspiraba aliviada y dijo que se sentía mucho mejor ahora.

—Estoy agotado—me tiré sobre la cama y Enid se puso encima mío a darme un masaje—gracias mi pequeña loba.

Ese día pasó sin más, sin saber lo que estaba por llegar.

Al día siguiente, sobre la tarde, cuando todo estaba muy tranquilo, un ruido alertó a todos. Era la sirena y enseguida los pasillos comenzaron a llenarse de vida. Eugene y yo acudimos a los ventanales para ver que pasaba. Un grupo de personas cubiertas con ropajes negros estaban a las afueras disparando piedras con unas pequeñas catapultas que impactaban de lleno contra las paredes y defensas de la academia.

—¿En qué siglo estamos?—pregunté viendo la escena—Tn, las abejas.

—Entendido.

Enid y Miércoles se juntaron con nosotros, Bianca avisó al resto de sus sirenas para ir a un lugar cercano a la entrada. Los alumnos recibieron algunas armas pero eran arcos y ballestas pues no logramos obtener armas de fuego, además de que se necesitaba tener licencia para poder usarlas. Esto me recuerda a esos libros de textos cuando se luchaba de esa manera.

—Menos mal que una se ha preparado—comentó Miércoles sacando unas granadas oscuras.

—¿De dónde...?, es igual—ella se colocó en una posición elevada arrojando estás que impactaron cerca del grupo y obligando a retirarse unos pocos metros.

—¡Enemigos en la parte de atrás de la academia, vienen por el bosque!—alertó Eugene. Al cabo de unos minutos en las cámaras aparecieron otro grupo.

—Ve a la parte de atrás y usa el arco—ordené a Miércoles—yo les tiró las granadas.

—Ten cuidado con está en especial—dijo señalando una más gruesa—cuando estén muy cerca se la tirás.

—¿Qué tiene de especial?

—¿Y estropear la sorpresa?.

Miércoles se marchó y comencé a tirar las granadas. Poco a poco fueron apareciendo más y más.

—Enid, tengo una idea—dije—¿recuerdas las balas de cañón?.

—Pero el cañón está inutilizado, se rompió hace una semana—respondió.

Un normie, dos marginadas (EnidxTnxMiércoles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora