Slow Motion

194 30 0
                                    


Ah, you say you like the slow motion, baby

Ah, come rest up pon di don, go down, yeah

Feel the pressure, feel you getting wetter, hands up on mi shoulder

Cock your foot up on the dresser

Say ah, you say you like the slow motion


Amaria BB - Slow Motion

*******************************

Repite la cancion hasta el final del capítulo

*******************************

Llegamos al apartamento de Juliana con nuestros corazones aún acelerados por la pasión que habíamos compartido en la discoteca. Cada beso apasionado que nos habíamos dado en el camino parecía sellar nuestro deseo mutuo y dejarnos anhelando más. La excitación seguía vibrando en el aire mientras entrábamos, nuestros labios buscándose con urgencia y anhelo.

La puerta se cerró detrás de nosotras, y apenas tuvimos tiempo para quitarnos los abrigos antes de que nuestras bocas se unieran en un beso más profundo y hambriento. Sentí el calor de su aliento, mezclarse con el mío, nuestras lenguas explorando con una urgencia que venía del deseo acumulado durante la noche.

Mis manos se deslizaron por su espalda, sintiendo la textura de su piel bajo mis dedos, mientras nuestras lenguas seguían entrelazándose en un baile íntimo. Poco a poco, nos fuimos despojando de nuestra ropa, mientras nos dirigíamos hacia lo que asumo era la habitación de Juliana, revelando la piel que había estado anhelando tocar desde el momento en que la vi en la pista de baile.

Mientras nos desvestíamos, podía sentir la electricidad en el aire, como si la habitación estuviera cargada con la intensidad de nuestro deseo.

Finalmente, quedamos desnudas ante la mirada ansiosa de la otra. Nuestros cuerpos se veían bañados en la luz tenue de la habitación, y el deseo en los ojos de Juliana me hacía temblar de anticipación. Caminamos lentamente hacia la cama con nuestras manos entrelazadas.

Deslizamos nuestros cuerpos sobre las sábanas, nuestra piel desnuda encontrándose en una danza de sensaciones. Nuestros labios se encontraron de nuevo en un beso apasionado mientras nuestras manos continuaban explorándose con una urgencia creciente.

El roce de su piel contra la mía era una sensación deliciosa y embriagadora. Cada caricia enviaba oleadas de placer a través de mi cuerpo, y podía sentir cómo mis sentidos se agudizaban ante el contacto tan íntimo que compartíamos. Mis dedos exploraban cada rincón de su cuerpo, como si estuviera trazando un mapa de su piel y memorizando cada sensación.

Cada beso, cada caricia, era como una promesa de placer que nos íbamos regalando mutuamente. Sentí cómo su aliento acariciaba mi cuello, cómo sus labios dejaban una estela de calor en mi piel mientras descendían por mi torso.

Juliana acercó su boca a mi pezón derecho y sentí como succionaba mientras con su mano acariciaba mi otro seno y pellizcaba mi pezón. La manera en que sus dedos me tocaban me estaba haciendo subir al cielo, y eso que todavía no empezábamos apropiadamente.

Juliana siguió bajando, besando cada espacio de mi cuerpo hasta llegar a mi pelvis, donde dejó un beso mojado y una pequeña mordida que envió escalofríos por mi cuerpo.

—Dios, Valentina. Estás tan mojada, estoy loca por probarte. —escucho que dice mientras pasa sus dedos por mi sexo y siento la excitación crecer —Mírame. Quiero que me mires mientras te chupo toda. —por inercia me apoyo en mis codos para quedar a una altura cómoda para verla.

Ella empieza a bajar y da una lamida a mi sexo que me hace gemir, todo esto sin quitar su mirada de la mía. Verla hacer esto es tan erótico que puedo sentir mi cuerpo calentarse a medida que ella va acelerando los movimientos de su lengua.

—Eres deliciosa, Val. Creo que ya soy adicta a tu sabor. —ella vuelve a disfrutar de mí al tiempo que sube su mano, pasa por mi seno, mi cuello y llega a mi boca, tomo su dedo anular y mayor y los succiono.

Al notarlos bien mojados, los saca de mi boca y baja su mano hasta mi sexo, lo acaricia de manera suave y lentamente introduce los dos dedos mientras sube a succionar mi clítoris.

Siento el orgasmo crecer en mi cuerpo mientras sigo gimiendo su nombre, le imploro que no pare, y luego de unos minutos siento mi cuerpo explotar en éxtasis. Siento que estoy en las nubes y puedo sentir mi garganta seca de tanto gritar.

Juliana me sigue acariciando despacio, como para ayudarme a bajar del espacio donde me llevo. Tomo su mano para que pare de acariciarme y la escucho decir. —¿Estás bien? —mientras sube para estar cara a cara conmigo. Aún estoy respirando entrecortado, pero me las arreglo para responder.

—Sí. De maravilla. —abro los ojos y noto su sonrisa arrogante. Así que decido quitarla de sus labios.

********************

KC😊✨

Al ritmo de tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora