Al ritmo de tu mirada

Scandalous

Mirrors on the ceilin'

Magic, make-believing

Joyriding the feeling, ooh-na-na-na-na

Can't nobody see us

Things we do between us

We can keep a secret

Got my heart saying

Gryffin & Tinashe - Scandalous

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Lucía y yo llegamos emocionadas a la entrada de la discoteca, donde la música ya resonaba con un pulso vibrante que hacía latir mi corazón al mismo ritmo. Las luces de neón parpadeaban en colores eléctricos, iluminando la noche con destellos que parecían reflejar la energía latente en el ambiente. La fila se movía rápido y enseguida estábamos dentro, envueltas en la atmósfera de diversión y libertad.

El primer impacto fue visual. La discoteca era como un mundo aparte, un espacio donde la música, la luz y la emoción se fusionaban en un espectáculo hipnótico. Luces de todos los colores imaginables se cruzaban en el aire, creando patrones cambiantes sobre la pista de baile y las paredes. La música retumbaba en las bocinas con una intensidad que hacía temblar el suelo bajo mis pies, llenando cada rincón de la discoteca con su ritmo contagioso.

Lucía y yo intercambiamos sonrisas emocionadas mientras avanzábamos hacia la pista de baile. Los cuerpos se movían en una danza frenética y liberadora, cada uno siguiendo su propio compás, pero al mismo tiempo, todos conectados por la música. Me dejé llevar por el ritmo, sintiendo cómo las notas llenaban mi cuerpo y me hacían mover al son de la melodía.

Las luces parpadeantes creaban destellos en los rostros de las personas, revelando expresiones de felicidad y euforia. Era como si el mundo exterior quedara atrás y solo quedáramos nosotros y la música, en una especie de éxtasis colectivo. Sentía la energía del lugar vibrando en mi piel, haciéndome sentir viva y llena de vitalidad.

Lucía y yo logramos llegar a la barra para tomar algo refrescante. El camino hasta allí era una especie de aventura entre la multitud, esquivando cuerpos en movimiento y riendo ante los gestos de algunas personas que estaban claramente en su propia sintonía.

Finalmente, llegamos a la barra, donde las luces suaves destacaban botellas brillantes y copas de colores llamativos. El barman nos recibió con una sonrisa y nos preguntó qué deseábamos.

Pedimos nuestras bebidas y, mientras esperábamos, tomé un momento para mirar a mi alrededor. Desde allí, podía ver a la gente disfrutando de la noche, riendo, bailando y dejándose llevar por el ritmo de la música. La noche prometía, así que decidí dejarme llevar y dejar que la noche me sorprendiera.

Solo que me sorprendió de una manera que no esperaba, pero que definitivamente iba a disfrutar.

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Paso para regalarles esta historia corta que me inspiro una de las canciones. Espero disfruten este pequeño paseo y me dejan saber cualquier error.💞

KC😊✨