Al ritmo de tu mirada

An1mal

Tú a mí me tienes mal

Me pones animal

Y ya no puedo con la curiosidad

De que me toques con la luz apagá

Lola Índigo - An1mal

*******************************

Mientras nos movíamos al ritmo de la música en la pista de baile, la chica de cabello negro y yo estábamos cada vez más cerca, nuestros cuerpos rozándose en un baile lleno de pasión y deseo. Sentía cómo la electricidad entre nosotras se intensificaba con cada movimiento. Entonces, en medio de la música y la emoción, escucho que dice de manera suave —Juliana. — enviando escalofríos por mi columna.

Mis labios se curvaron en una sonrisa involuntaria al escuchar su nombre. No pude resistir la tentación y susurré mi nombre también, un murmullo que se mezcló con la música y el latido de nuestros corazones. —Valentina —dije en un tono casi íntimo, como si nuestros nombres fueran un secreto compartido en medio de la multitud.

Mientras seguíamos bailando con una intensidad creciente en la pista, el deseo mutuo nos llevó a tomar una decisión. Intercambiamos una mirada cargada de significado y, sin necesidad de palabras, nos dirigimos a un rincón más oscuro de la discoteca. Allí, las luces tenues nos envolvían, creando una atmósfera íntima que parecía acelerar nuestros corazones.

Empezamos a bailar de manera más sensual, nuestros cuerpos moviéndose en una danza que parecía explorar cada rincón de nuestra atracción mutua. Sus manos se deslizaron por mi cintura con una suavidad que me hacía estremecer, y sentía cada roce como una promesa de lo que estaba por venir. Nuestros movimientos eran como una conversación silenciosa, cargada de anticipación y deseo.

Entonces, en medio de ese baile tan cercano, nuestros labios finalmente se encontraron en un beso apasionado. Fue como si el mundo entero desapareciera a nuestro alrededor, dejando solo espacio para ese momento. Sentí sus labios suaves y ardientes contra los míos, y una oleada de sensaciones me invadió. Mi corazón latía con fuerza, como si quisiera salir de mi pecho para unirse a la música y la pasión que nos rodeaba.

La intensidad del beso se fue intensificando gradualmente. Nuestros labios se movían en una danza ardiente, cada contacto enviando descargas eléctricas a través de mi cuerpo. Juliana me pegó de la pared y mis manos bajaron a su trasero, podía sentir cómo su aliento se mezclaba con el mío en un ritmo frenético y apasionado.

Mi pierna estaba entre las suyas, así que empezó a frotarse en mi muslo, eso hizo que mi parte baja empezara a palpitar y me la imagine sobre mí, haciendo esto mismo sin nada de por medio.

La excitación creció entre nosotras mientras continuábamos besándonos en medio de la penumbra. Sentía cómo mi piel se erizaba con cada caricia, cómo mis sentidos se agudizaban ante la cercanía de su cuerpo y la intensidad del beso. El deseo se había convertido en una llama que nos consumía por completo, y parecía que ya no había vuelta atrás.

********************

KC😊✨