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----¡Niño te he dicho que ninguno de esos amigos que me dices existen!  ----exclamó la mamá----. No imagines más, tengo cosas que hacer.

—Esta bien mamá, no lo haré más.

8 años después

Me encontraba en un parque, el aburrimiento me mataba y en mi cel no encontraba nada para hacer, ya los juegos me aburrían. Cuando estaba dispuesto a irme me di cuenta que alguien con cabeza de conejo y un elegante traje me observaba, en mi  estómago sentí el miedo y la adrenalina y eché a correr.

—Ya lo perdí —me dije a mi mismo.
—hola —dijo alguien a mis espaldas. Todos mis sentidos se paralizaron y me iba volteando lentamente, al verlo parado frente a mi me aterré y perdí la conciencia...
Abrí los ojos y tenía un fuerte dolor en la nuca, seguro fue el impacto al caer, por suerte el parque estaba vacío y nadie vio mi vergonzosa escena. Me dispuse a pararme cuando vi que en mi estómago había una pequeña tarjeta negra con letras llamativas de colores, no la leí, la guardé y fui a mi ksa, pensaría que todo me lo imaginé y listo.

Desde las 6pm que  pasó el suceso hasta las 3am que estoy viendo la tarjeta en mis manos viendo como las letras alumbran en la oscuridad de mi cuarto me replanteo si de verdad el señor conejo existe y no estoy loco, veo lo q dice por última vez y me voy a dormir "Rainbow friends"

—¿Qué es esto?—Una especie de secta  que usa máscaras con cabezas de animales y me sacrificarían por ser alguien normal —pensé—mientras desayunaba esta era la segunda vez que me planteaba ir al lugar, llamaría a la policía y los arrestarían a todos.
Dejé el sandwich sobre el plato y me di una ducha corta, —me voy a quitar la duda—, la curiosidad mató al gato pero murió sabiendo.

Esto estaba fuera de este mundo, tengo 19 años y he pasado por este lugar miles de veces, esta casa no estaba, casa qué digo casa, mansión, palacio eso era un palacio. A mis ojos se veía como las pelis antiguas blanco y negro, en el cielo tenía una masa amorfa cubriéndolo, era de diferentes colores, el color dorado era el que predominaba, después el violeta y luego el azul y verde que era muy poco lo que se veía de estos colores. Los árboles que cubrían la casa no me dejaban ver su extensión pero era lo suficientemente grande como para que la ciudad entera se metiera ahí.
Avancé unos pasos y el portón gigante me recibió, estaba abierto y entré. Me petrifiqué al ver todas las personas que habían dentro, el lugar era majestuoso, el que lo decoró tenía muy buen gusto, el techo era un vitral qué formaba con su patrón de cristales a ocho personas y entre ellas vi al conejo en lo más alto como si fuera un rey siendo alabado por sus súbditos, habían grandes cuadros en las paredes y el sitio a pesar de ser grande era acogedor, el estilo victoriano estaba presente.
Las personas no se percataban de mi presencia y pasaban por mi lado sin inmutarse, todos iban de traje y las mujeres con grandes e incómodos vestidos de un color amarillento, me quedé anonadado con el lugar cuando lo vi, ahí estaba en una esquina, su cabeza se giró en mi dirección y caminó hacia mí, intenté parecer seguro cuando llegó y sus puntiagudos zapatos tocaron los míos

—hola de nuevo—no pudimos conversar bien,corriste como damisela en peligro y luego te desmayaste

—wow que voz tan profunda, no podía verlo por mucho tiempo, me ponía nervioso y me mareaba pero lo seguí escuchando

—no quise agobiarte más así que dejé la tarjeta y me fui, gracias por venir, agradecería que no... Te desmayaras.

Abrí los ojos y estaba en un lugar oscuro, sentado en una silla atado de pies y manos, en el medio del salón había una luz que alumbraba a algo o ha   alguien pero no veía bien, mis ojos no se acostumbraban aún, los forcé lo más que pude y vi al señor conejo sentado cruzado de pies y manos, su aspecto era un poco inquietante pero no dejaba de ser elegante
—Espero que esta vez te mantengas despierto y escuches lo que  tengo que decir —dijo el conejo con voz irritada.
—Bueno soy quien representa el negro—refiriéndome al color, persona, ente o como quieras llamarme. Tienes una gran imaginación así que has  sido elegido para que te unas a nosotros
—¿Nosotros?.—emm lo siento no quiero pertenecer a nada no me van los grupos.
El conejo se frotó las manos como si estuviera al borde de perder la paciencia—habló.
—creo que no me has entendido amigo —bienvenido a los rainbow friends, quitándose la máscara dejándome ver sus cuencas vacías.





*hola espero que les haya gustado el cap y quieran más, después de conocer a conejo se vienen demasiadas cosas para asimilar a nuestro pobre personaje, se vienen cositas buenas  besooosss*💓💓💓💓💋💋💋💋💋
*shei9-9*

rainbow friends Donde viven las historias. Descúbrelo ahora