My lover's the sunlight to keep the Goddess on my side. She demands a sacrifice.
Take Me to Church. Hozier.
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PRÓLOGO. Alma masacrada
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Ninguno de los hijos de Tyland Lannister necesitaron de su ventajoso apellido para ganarse las miradas ajenas. Fueron tres los vástagos del matrimonio entre el Consejero Naval del rey Viserys I con lady Alyssanne Baratheon, sin embargo, solo la más joven, Emeline Lannister, vive sus días en la Fortaleza Roja en Desembarco del Rey, bajo la tutela protectora de su padre gozando de los servicios y privilegios entregados gracias a los servicios de Tyland a la corona.
Lady Emeline, hasta su nombre sonaba dulce en labios correctos, sin dudas la favorita entre sus hermanos abriendo la puerta de la envidia. Gozaba de la belleza típica del linaje Lannister con un cabello largo color dorado que con los rayos del sol resaltaba similar al oro, su piel tersa reflejo de la juventud, una mirada celeste clara intensa y un rostro deseable para los caballeros esperando el momento en el que la joven Emeline entre en busca de un hombre digno para desposarla. Por el momento, les tocaba ser pacientes.
Era silenciosa cuando vagaba cautelosa por la Fortaleza Roja apoderándose de los pasillos con su sola presencia, sus hermosos vestidos jugaban competencia directa con la elegancia de la nobleza bajo su propio criterio, era sabido que ella misma se encargaba de diseñar sus prendas a su complacencia y antojo. Tomaba inspiración de sus viajes, utilizaba lujosas telas llegadas de distancias irracionales con tal de satisfacer sus caprichos, siempre respetando los colores característicos de la Casa Lannister.
Alejada de la figura de su madre y la compañía reconfortante de su hermana mayor, lady Emeline terminó encontrando consuelo a su soledad en la princesa Helaena Targaryen. Fue una completa sorpresa premeditada por Lannister el acercase a la hija de los reyes, sus almas de reconocieron en la oscuridad y en la comprensión mutua, tejiendo una red de complicidad que con el tiempo las acercó encontrando una inesperada amistad en la otra. La jinete de Fuegosueño adoptó la compañía de Emeline como un complemento infaltable en sus días, encontrando temas de conversación banales entre jóvenes más allá de las responsabilidades encontrando una oportunidad para alejarse de sus propias familias. Al final, no contaba con que la amistad que había cultivado con Helaena la llevaría a los brazos de Aemond Targaryen.
