12. Todos

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(Narrador omnisciente)
Ashtray sin saber porque, o tal vez sabiéndolo muy bien, pero sin querer reconocerlo se quedo mirando a Linzy un buen rato.
Y en ese tiempo descubrió muchas más cosas que de lo que la propia Linzy le diría.

Ash miró sus ojeras, su ropa, sus forma de hablar,...
Ella estaba apagada, fue la conclusión de Ash.

Mientras Linzy luchaba por no mirarle de más a él, llegó a la conclusión con las miradas rápidas que le ha echado que él esta bien, se le veía feliz.
Ella apretó los labios para contenerse a decirle que está orgullosa de él, más que nada porque no sabía cómo reaccionaría Ash.

Y mientras esos dos luchaban por aparta la vista Fez y Faye estaba mirándolos dos cuerpos  sin vida desplomados en el suelo.

Ash intento concertarse en coger las piernas de uno d ellos muerto y Faye la cabeza para moverlos y ayudar a su exnovia muerta, que ya no lo está tanto.

Y ella hacía lo mismo con el otro cuerpo y la ayuda de Fez.

-Iros ya- ordena Linzy una vez dejan los cupones envueltos en dos alfombras.

-No,lo haremos todos juntos- la respuesta fue inmediata por parte de Ash sin dejarse titubear.

Sabéis una vez me dijo una persona casi tan savia como yo, que quien no duda en ayudarte tampoco lo hace en amarte...
Eso mismo el día padre de la protagonista se lo repito tantas veces en su vida que ella vivía con la frase en la mente.
Y que haya dado con la persona  que hace que la frase tenga sentido le aterra, tal vez por eso ella se puso a llorar.

-Joder...tenéis que iros, los de las ultima vez fue por vosotros, no quiero pensar que me os dañe para nada...-dice con la voz entrecortada y dejar de retirar lágrimas de desesperación, miedo, amor, tristeza... de su cara a las que ella llama en su mente "lágrimas de vergüenza " y Ash cuando las ve salir sabe calificarlas como " lágrimas de fuerte".

Y que bonito es que alguien te haga ver lo que eres porque tú no llegas ha hacerlo, que bonito es saber que puedes confiar en alguien para que te guíe a ciegas en un laberinto con trampas mortales, que bonito en todo lo que rodea a las personas enamoradas.
Pero en esta historia las cosas nunca llegarán tan fácilmente, y que se lo digan a Linzy que después de tanto tiempo vuelve al punto de partida...

(Narra Linzy)
Llaman a la la puerta de departamento y se que son ellos por cómo llama.
Tres golpes seguidos y dos aparte, es como llamamos para saber que somos nosotros.
Abro la puerta una vez que llego y le hago un gesto a Damon para ara que se encargue que mi familia.

Bonito termino para definir a las personas que no paras de mentir.

Odio esa vocecita que siempre me dice las verdades tan dolorosamente, por eso empecé a tomar las drogas, para callarla.

Me llamo conciencia, y me callo porque cuando estas drogada eres una idiota andante.

Ah, pues genial... Supongo.

-Llévatelos a nuestro hotel, ponedles seguridad hasta dentaros de lo que haga falta.- le digo a Damon.

Es un socio tan amigo de papá que es casi como mi tío, lo vi desde pequeña aún sin saber nada del tema drogas ni la mafia.
Es un señor de treinta años, muy alto y fuerte, la verda intimida bastante.

-No nos vamos ha...- Ash no pudo terminar porque Damon lo agarro del brazo y lo arrastró fuera con la mirada clavada en Fez y Faye para que le sigan.

Ellos no mueven ni un pelo, los miro a los dos que se quedan con los brazos cruzados y le doy un intento de sonrisa.

-Estaré bien, cuando todo acabe hablaré con él...-digo intentado que no noten que tal vez tengo ahora un poco de miedo.

Damon vuelve para arrastrarar a algunos de los dos pero finalmente, no se como, ellos deciden irse, no sin antes darme tal abrazo que me dejó sin aire y miles de advertencias y obligaciones que tengo que hacer ahora.

Una de ella es visitarle mañana y si es posible todo los días al Hotel.

***

A la mañana siguiente me despierto con un dolor de cabeza lo suficientemente grave como para querer matar a cualquiera que hiciera ruido.

Pero no tuve excusa y tuve que visitar la habitación de mi lado para hablar con Fez, Faye y... Ash.

Miedo...

-No es para tanto, no es para tan...-susurraba mientras llamaba a la puerta, que se abrió y no pude terminar ya que Ash me agarro en brazo y me arrastro adentro.

No había nadie así que pensé que todavía estaría dormidos, era pronto pero tampoco tanto como para que todos estuvieran en la cama todavía.

Me gira para atrás donde está Ash que me miraba serio y me atreví a preguntar después de un minuto de silencio.

-¿Donde están los demás?...- pregunto dudativa y el giro los ojos.
-No se ¿Donde has estado tú estos años?- dijo aserrándose con un tono brusco.

¡Yuju empezamos fuerte!

Mierda,mierda

- No creo que es el momen...- Ash me interrumpió y avanzó un poco más para mi.
-Es el jodido momento Linzy- me puse nerviosa porque ha cada palabra daba un paso a mi y la distancia que antes teníamos ahora era casi nula, tuve que levantar la cabeza para verle a la cara.
-En todo los sitios que habéis estado vosotros y en algunos cuantos más, yo no podía quedarme tanto tiempo como vosotros- le informe y su cara paso a una de sorpresa.
-Nos has estado siguiendo y no te has dignado a decirnos la verdad en todo este tiempo- suspiro enfadado y yo retrocedí un paso, pero él dio otro.
-No podía, de hecho que nos hayamos vuelto a ver es un gran error- si otro paso pero él también me imitó solo qué hacía mi.
-O no querías...- me enfado que pensara por solo un segundo eso, si yo hubiera tenido la oportunidad de decirles toda la verdad, de abrazarles de nuevo sin ponerlos en peligro lu hubiera hecho sin dudarlo.
-Eres más idiota de lo que recordaba- hay su expresión se relajó un poco y formó una mini sonrisa traviesa.
-¿Me recordabas mucho,eh?- giré los ojos por su burla y me aleja, pero como no él se acercó más .
-Más de lo que piensas...- susurro tan bajo que dude que me hubiera escuchado.
Él dio dos pasos más y yo los retrocedí, sin darme cuenta que detrás estaba el sofá de la sala de estar, haciendo que pierda el equilibrio y cerré los ojos esperando él impactos.

Es lo que en estos años he hecho, cerraba los ojos y esperaba el golpe sin intentar luchar, estaba agotada como para seguir luchado así que me deje caer...

Pero nunca paso, Ash le agarro de la cintura pegándome a su cuerpo.
Abrí los ojos y me lo encontré muy cerca, intenté por todo los medió mantener la vista en su ojos, pero tras unos minutos o segundos, ya no sabía ni cómo trancaría el tiempo, mis ojos fuero directamente a su boca.

No acercábamos, nos añorábamos...

Cuanto nuestras caras estaban a centímetros la puerta de una habitación se abrió y dejó ver a Fez de esperada cerrando la puerta.

Me alejé rápidamente y eso hizo que me cayera esta vez en el sofá, a lo que una risa de burla salió de Ash.

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Raro
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