Advertencias: stony como pareja principal, cositas lindas y fluff.
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Peter estaba enojado.
Tony suspiró, arreglando su mochila con los cuadernos que iba a necesitar ese día, y se volteó hacia su cachorro, que fruncía el ceño mientras mordía el peluche de conejo, enfurecido.
―¿Te pasa algo? ―le regañó, mirando la hora. Todavía le quedaban varios minutos―. ¡Te has portado toda la semana muy mal con Carol, Peter! ¡Me has estado mordiendo el pezón todos los días!
El bebé dejó de mirarlo, pero siguió mordiendo el peluche, lleno de babas por todas partes. El día anterior quiso alimentar a su cachorro con leche materna –de vez en cuando lo hacía, Peter todavía mamaba sin problema alguno–, pero el niño reaccionaba con enojo cada vez que trataba de acomodarlo en sus brazos, hasta el punto de morderle el pezón.
Y para variar, se dedicó a hacerle muchos berrinches a Carol, según le contó la niñera. No quería comer, no quería jugar, no quería mirar televisión, se ponía a llorar por todo. Ni ella ni Tony sabían qué le pasaba al bebé.
―Carol no quiere verte ―mintió, porque la chica pidió permiso otra vez para faltar―, ¡y voy a tener que llevarte a mis clases!
Pero contrario a lo que esperaba, Peter volvió a mirarlo. Tony casi podía ver unas orejas de conejo levantadas sobre el cabello de su cachorro.
―Baba ―tartamudeó Peter.
El omega arrugó los labios ante las palabras de su hijo. El pequeño todavía no decía su primera palabra ni tampoco aprendía a caminar. Tony no estaba especialmente preocupado por ello, porque sabía que cada niño crecía de forma distinta.
―Peter ―dijo con poca paciencia―, ¿quieres ir conmigo? ¿De eso se trata todo?
Peter golpeó el peluche babeado contra el suelo, riéndose ruidosamente. Tony hizo un ruido de exasperación, pero fue a su cuarto para preparar el bolso del cachorro. Ese día tenía su clase con el profesor Rogers, y siendo sincero, el omega no estaba muy seguro de lo que iba a ocurrir. No cuando todavía no le daba una respuesta sobre el tema de la cita.
Tony tenía muchas dudas respecto a eso. En primer lugar, estaba el hecho de que Steve era su profesor, quien le hacía clases, y eso quizás podría traerle algunos problemas en la universidad, con superiores o sus mismos compañeros.
Pero más importante, Tony no sabía si podía confiar en él. Luego de su ex-novio y padre de Peter, él no estaba seguro de poder relacionarse así con otra persona, con otro alfa. ¿Y qué tal si Steve sólo quería acostarse con él por capricho, pensando que Tony debía ser un fácil?
Trató de no darle muchas vueltas al asunto, volviendo al comedor y viendo a Peter sentado en el suelo, observándole con curiosidad. Al estar en otoño, le buscó su gorrito de conejo, aprovechando de entregarle su chupete limpio, y procedió a ponerse el canguro, acomodando al pequeño cachorro contra su pecho. Metió los cuadernos dentro del bolso que llevaría junto al resto de cosas de Peter, y salió del departamento.
