El abismo es un plano existencial ubicado entre los mundos de la creación, un espacio vació donde todo es oscuridad y no hay vida, un espacio sin importancia que pasa desapercibido para todos, aunque pocos saben que bien podría ser usado como una prisión, un lugar a donde es fácil desterrarte y simplemente olvidarse de ti.
Para un ser inmortal como Beelzebub este es un castigo peor que la muerte misma, su propia inmortalidad le impide escapar de esta prisión de locura interminable.
Aun así Beel se las arreglo lo mejor que pudo para tratar de conservar su cordura, Se había dado cuenta mediante ensayo y error que su hechicería oscura fue lo suficientemente poderosa para tomar la oscuridad del abismo, darle forma, volumen y propósito.
Había usado su nuevo descubrimiento para edificar grandes construcciones, desde su castillo diseñado por dentro y por fuera a un nivel que rayaba en la obsesión mas enferma por la perfección, hasta estatuas, no solo de ella misma sino de otros personajes como sus hermanas Lucy y Azazel, jardines extensos adornados con vegetación artificial fabricada por ella misma que le recordaban a los jardines en los que Justice la antigua fiscal solía pasar mucho tiempo, solo dios sabe cuantas veces todo esto fue destruido por arranques de ira desmedida de Beel pensando en como sus hermanas la habían lanzado a este agujero, solo para ser reconstruidos de nuevo cada vez de formas mas perturbadoras en sus diseños.
Hubo una vez donde se atrevió a fabricar maniquíes y repartirlos por todo el castillo y los alrededores, si bien Beel era capaz de dotarlos con cierto grado de movilidad, estaban lejos de ser llamados autómatas, los había puesto porque según pensaba, el castillo se veía solitario y quizás esto ayudaría a crear cierta ilusión de vitalidad, pero cuando comenzó a hablar directamente con ellos, a ponerles nombres e imaginar sus vidas fuera del trabajo no se había dado cuenta de que tan desgarrada estaba su mente, hasta después de despedazar al maniquí que ella pensaba conspiraba junto con los otros para matarla y quedarse con el castillo.
Y así día tras día lo mismo, tratar de encontrar una forma de pasar el tiempo, cualquier cosa servía siempre y cuando pudiera mantener su mente ocupada y evitar por mas que ella ya lo supiera, prolongar lo inevitable, esto había hecho que Beel probara con todo tipo de pasatiempos desde aprender a tocar varios instrumentos musicales, cocinar (usando su propia magia para crear imitación de comida, hasta se las arreglo para imitar el sabor), manufacturar su propia ropa, pintar y construir toda clase objetos, escribir e interpretar sus propias obras teatrales.
Ayudo bastante que Beel pudiera desgastar en cierta medida el sello mágico que la aprisionaba para poder pasar a sus moscas espía y ver lo que pasaba en el mundo mortal cual serie de televisión.
Además de poder capturar y traer objetos inanimados aquí al abismo junto con ella, así es como se hizo de toda su colección musical que pasaba horas escuchando, solo desearía poder compartir todo esto con alguien.
Finalmente un día después de leer una y otra vez su propio grimorio, pasar horas pensando en teoría tras teoría de como eludir el sello y escapar, por fin dio con la solución, por así decirlo, capturar el alma de algún mortal para traerla al abismo era mas fácil decirlo que hacerlo y encontrar a la persona adecuada aun mas difícil, sin mencionar que no podía llevar la teoría a la practica demasiadas veces, el infierno o peor aun el cielo se percataría que el conteo de almas simplemente no daba los números al final del libro contable del mes.
ESTÁS LEYENDO
Los extras no van al cielo / extras don't go to heaven
Fanfictionkatsuki Bakugou se convertirá en uno de los mejores héroes de Japón, pero no tenía ni idea que ese camino sería tan bizarro, estaba seguro que no involucraba a una poderosa mosca demonio hambrienta de panqueques de chocolate. Ahora Katsuki no sabe s...