Capitulo 6

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Entrá en mi vida .
By: Sin bandera .

Tengo miedo de darte mi corazón y que el día que me entregues el tuyo, sea de papel .

Ya estaba más tranquila, me alegraba saber que todo ya se había aclarado con Rick.

Pero...

Algo dentro de mi me tenía angustiada y nerviosa.

Lo peor de todo es que no le quería dar importancia, pero no podía evitar sentírme así.

Tal vez y era algo normal.

¿No?

Obvio, super normal.
Tu sigue con tu vida e ignora lo que yo te digo, total siempre me dejan a un lado.

Hay ya.

Otra vez hablando conmigo misma, enserio ya necesito un psicólogo.

Mi angustia seguí ahí, y por más que trataba de ignorar esto que sentía llenandome de muchas cosas para despejar mi mente.

No lo logré.

Así que, hice algo que tenía meses sin hacer y que prometí no volver a repetir.

Dormir hasta lograr desacerme de mis problemas y preocupaciones.

El dormirme cuando tengo un problema o una angustia que probablemente no podré controlar o olvidar, me ayuda demasiado, al punto de que el dolor se desaparece por una par de horas.

Es como desaparecer por un momento de la realidad, duermes sin problemas y preocupaciones.

Me gustaba hacerlo en estas situaciones, es como morir por un momento, sin dolor, solo te daba paz y relajación.

Y ya era una como una droga para mí, cuando creía que ya la había superado, volvía en mis peores momentos para desacerme de la realidad.

En fin, esto se hace cuando no tienes a nadie para escucharte, ¿no?

Por qué yo sí lo hacia.

Decidí no contarle algo a Rick y me lo quedé para mí, así me evitaría problemas y una plática muy larga con el sobre este tema.

******

Llegué al instituto y mi móvil estaba lleno de sus mensajes.

Rick: Hola hermosa, ¿cómo amaneciste?

Rick: ¿Como dormiste?

Rick: ¿Ya vas camino al instituto?

Y muchos más, pero solo los leí y guarde mi móvil.

Algo dentro de mi me decía que nada de lo que llegara a pasar entre nosotros tendria un final feliz.

Así que mejor lo evitó cuanto antes y así no sufrire tanto.

Empezaron las clases y mi actitud no era muy alegre.

Me dolia demasiado la cabeza, me sumbaban los oídos.

Mis ojos se ponían borrosos y las manos me temblaban.

En veces se me cerraban los ojos lo cual era algo fastidioso.

Mire mi móvil para ver la hora y me di cuenta que tenía más mensajes de el, decidí leerlos ya que la intriga me estaba matando.

El primer adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora