Capítulo IX

29 4 0
                                    

Después de llegar de comisaría e instalarse en la habitación de Dave y Oliver, Emma y Alexandra se encontraban en el sofá hablando con los chicos algo preocupadas

- ¿No os contestan las llamadas? - pregunta Emma refiriéndose a Danitza y a Violet

- No, pero seguro que están bien, no os preocupéis - contesta Dave intentando quitarle importancia a la situación - Voy a por algo de comer ¿Quereis algo? - pregunta el chico levantándose del sofá

- No gracias - responde Alexandra aún inquieta - No tardes mucho - pide algo asustada

- Tranquila enseguida vengo - dice el chico antes de irse hacia la sala común donde se encontraban las máquinas expendedoras.

Después de un buen rato de que Dave haya salido de la habitación a por algo de comer, Emma, Alexandra y Oliver empiezan a preocuparse al ver la tardanza del chico

- Voy a ir a buscarlo - dice el chico con actitud decidida levantándose del sillón -

- Voy contigo - exclama Alexandra a la vez que Oliver se levantaba y se disponía a salir de la habitación

- No, puede ser peligroso...- comenta Olivier reteniendo a la chica en la habitación

- Voy contigo, te guste o no - insiste la chica apartando a Oliver de la puerta para poder salir

- Entonces yo también voy - dice Emma captando la miradas de desaprobación de Oliver y su hermana

- Tu te quedas aquí - dicen Oliver y Alexandra a la vez haciendo que Emma, sin rechistar, se quede sentada en el sofá.

Oliver y Alexandra cuando salen de la habitación, se encuentra con un pasillo vacio, iluminado por pequeñas luces que no dejaban ver el final. Los chicos, sin hacer ruido, se dirigen a un extremo del pasillo en busca de las escaleras donde suben hacia la sala común. Cuando llegan a la segunda planta, Alexandra, que iba primera, se encuentra a dos policías tirados en el suelo encima de un gran charco de sangre

- Oliver mira...- susurra la chica al ver tan macabra imagen algo horrorizada

El chico al llegar hasta donde se encontraba Alexandra, retrocede dos pasos al ver a los dos cadáveres

- Joder...eran los policías que custodiaban a Jennifer...- explica el chico antes de alzar la vista para ver a su alrededor y reconocer el lugar - Está es la planta donde la tenían aislada y protegida...- comenta perplejo

Ante eso, sin perder más tiempo, Alexandra toma una de las pistolas que uno de los policías portaba consigo y avanza por el pasillo con el arma en guardia

- ¿Alex que coño haces? No sabes usarla - musita el chico sin moverse del lugar de donde estaba

Alexandra, sin hacerle caso al chico, sigue avanzando por el oscuro pasillo prestando atención a su alrededor cuando de repente, a sus espaldas, escucha algo que hace que está rápidamente se gire apuntando al otro extremo del pasillo

- ¿Oliver? - pregunta Alexandra aún susurrando sin obtener respuesta del chico

Alexandra sin saber que hacer, se aferra al arma mientras avanza por el pasillo sin dejar de mirar a su alrededor, cuando de manera súbita, escucha una grito ahogado provinente de una de las habitaciones, ante eso, rápidamente se dirige hacia el lugar para abrir la puerta de golpe

- ¡Jennifer! - exclama Alexandra encontrándose a la chica llorando desconsoladamente atrapada entre los brazos de la figura que la amenzaba con un cuchillo cerca de su cuello

- Suéltala - exige Alexandra a la figura sin dejar de apuntarla con el arma, quien no hace nada - Suéltala o disparo capullo...- insiste la chica haciendo que la figura, esta vez, le haga caso y suelte a Jennifer, quien sale corriendo del lugar

- No deberías de estar aquí Alexandra...- comenta la figura con su característica voz gutural y distorsionada, provocando el nerviosismo de la chica

- ¿Como coño sabes mi nombre? - pregunta la chica perdiendo los nervios y haciendolo visible con su inestabilidad agarrando el arma

Y sin obtener respuesta de la figura, está se lanza hacia la chica empujándola hacia fuera de la habitación, perdiendo el arma y dejando salir a la figura. Alexandra, tirada en el suelo, estira el brazo para agarrar la larga túnica de la figura retenindola y tirándola al suelo con ella, impidiendo su huida.
Al tener la figura tirada en el suelo, la chica rápidamente se levanta para enfrentarla pero la figura, que se encontraba indefensa en el suelo, agarra del tobillo a la chica haciendo que está caiga al suelo de nuevo retorciéndose de dolor, ante eso, la figura, atropelladamente, aprovecha para ponerse encima de la chica e imobilizandola por completo con el cuchillo en la mano enguantada

- Suéltame...suéltame - súplica la chica asustada cada vez sin fuerzas mientras intenta liberarse del agarre de la figura, quien al verla en ese estado deja caer el cuchillo

Ante eso, Alexandra se sorprende y nota como la figura, atraves de su máscara, la está observando de manera atenta, acción que provoca la extrañez de la chica quien ve, segundos después, como una lágrima se deslizaba por debajo de la máscara

- ¡Policía, deténgase! - ordena un agente de policía apuntando con su arma hacia la oscuridad del pasillo haciendo que la figura saliera huyendo del lugar y desapareciera entre las sombras, dejando a la chica conmocionada en el suelo.

- ¡Policía, deténgase! - ordena un agente de policía apuntando con su arma hacia la oscuridad del pasillo haciendo que la figura saliera huyendo del lugar y desapareciera entre las sombras, dejando a la chica conmocionada en el suelo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El asesino del tarotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora