Esta es la historia de un asesino en serie que siembra el pánico entre los alumnos de la universidad de Nightwood, una pequeña localidad de EEUU.
Se hace llamar el asesino del tarot, un asesino que deja una carta del tarot junto a sus víctimas, las...
Las chicas al entrar se encuentran en un pasillo que no parecía al que habitualmente pasaban la mayor parte de su tiempo, estaba oscuro y no se podía ver el final en ninguno de los dos extremos, daba la sensación que era más largo de lo que ellas creían.
Las chicas, de manera sigilosa, intenta ir hacia la taquilla del chico pero de repente una luz de linterna aparece entre la oscuridad, ante eso rápidamente Sue sujeta el brazo de Alexandra para llevarla junto a ella hasta un pequeño escondite detrás de una columna de taquillas. Alexandra se encontraba apoyada en la columna de taquillas mientras que Sue enfrente de ella a muy poca distancia entre ellas, vigilando la luz
- Creo que es un policía...- susurra muy suave Sue aún vigilando, sin darse cuenta de que Alexandra se encontraba distraída, sin prestar atención a las palabras de esta - ¿Me estás escuchando? - pregunta aún susurrando la chica percatándose, ahora sí, de la cercanía entre ellas, observándola unos instantes algo tensa
Unos segundos después, la luz desaparece dejando el lugar completamente a oscuras, ante eso las dos chicas salen de su escondite
- Voy a buscar algo para abrir la taquilla - avisa Sue antes de irse a buscar algo y dejar a la chica sola, probando diferentes combinaciones que su amigo ha tenido todo este tiempo que lo conoce
Después de varias combinaciones probadas, Alexandra no consigue de ninguna manera abrir la taquilla, desesperada, intenta arrancar el candado sin éxito alguno, cuando de repente, en la lejanía, escucha una siniestra risa que la alerta
- Que ridícula...- comenta una horrible voz gutural entre risas, cada vez más cerca
- No te tengo miedo - exclama la chica con la espalda pegada a la taquilla observando a sus dos lados.
Ante el comentario de Alexandra, la voz empieza a reír descontroladamente desde diferentes puntos del pasillo, confundiendo del paradero de la voz a la chica
- No tenia planeado acabar contigo ahora...pero te has adelantado...- dice la voz antes de aparecer de manera abrupta de la oscuridad, tomando a la chica de manera desprevenida y agarrarle del cuello contra las taquillas.
Alexandra, que no podia apenas respirar, intenta quitarse la mano enguantada de la figura de su cuello pero esta le ganaba por fuerza, su vista cada vez se nublaba más por la constante presión que la figura ejercía sobre su cuello y apenas le llegaba aire a sus pulmones
- ¡Alex! - escucha de repente la chica a Sue gritar desde lejos antes de ir a por la figura y darle una patada en sus piernas provocando que la figura enmascarada caiga de rodillas al suelo, soltando así a la chica que toma una gran bocanada de aire desde el suelo.
Con dificultad, la figura se levanta del suelo pero Sue, antes de que la figura vaya a por Alexandra, se lanza a por ella para rodearle el cuello con sus brazos e intentar ahogarla. La figura, algo desestabilitzada, se libera del agarre de la chica con entorpecimiento y la abofetea con la mano que tenía un cuchillo, provocando un corte en la mejilla de Sue, quien cae al suelo a causa del dolor
- ¡Sue...! - exclama Alexandra con algo más de aire desde el suelo al ver a la contraria en ese estado intentando ir hacia ella
La figura, harta ya de Alexandra, se gira hacia ella y le arremete una apuñalada en el costado del abdomen sorprendiendo a la chica
- Se acabó...- dice la figura sacando el cuchillo manchado de sangre del abdomen de la chica entre los ahogados y agonizantes gritos de esta, para poder propocrcinarle otra
- Mientras esté yo aquí no...- escucha la figura decir Sue antes de que esta le golpé la cabeza con un extintor, dejándola inconsciente y evitando que siga apuñalando a Alexandra.
Después de dejar en el suelo la figura, Sue, rápidamente, se lanza hacia Alexandra, que se encontraban tirada en el suelo desangrándose, para arrancarse una manga de su camiseta y tamponar el sangrado como puede
- Vamos Alex...levanta - dice la chica sin poder evitar derramar algunas lagrimas, las cuales se fusionaban con la sangre que brotaba de su herida en el rostro, y con las manos temblorosas taponando la herida - Porfavor Alex... - súplica Sue con todas sus fuerzas levantando a la chica del suelo, que se encontraba muy débil, para después llevarla, con dificultad, lejos del lugar.
Atemorizada, Sue, con mucho trabajo, arrastra a la chica, casi desmayada, hasta el exterior del edificio, dejando un gran rastro de sangre en el suelo y en su ropa
- ¡Ayuda porfavor! ¡Ayuda! - grita la chica desesperada llamando la atención de dos agentes que se encontraban patrullando, quienes van rápidamente hacia ellas a socorrerlas.
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