Anoche fuí yo el débil.
Después de esa conversación llena de ventilación y sinceridad Mila me acompañó abajo, me hizo de comer y después se acostó conmigo.
Me abrazó toda la noche y sin darme cuenta solté algunos llantos intermitentes que ella se encargó de consolar.Una sensación de desahogo, de descompresión y de alivio me invadía el cuerpo por primera vez en meses.
Me estiro para despavilarme y cuando levanto la cabeza la veo. Me está acariciando el pelo mientras me mira recargada en el respaldar de la cama.
No estoy seguro de si Mila había dormido o no y eso me daba un poquito de culpa.- Amor- digo dándole un beso- no dormiste?-
- Un ratito- dice medio sonriendo -
- Amor...- digo sintiendo culpa-
- Gui. Lo hiciste tantas veces por mí...- habla para calmarme mientras sigue jugando con los rulos aislados que se me hacen en el pelo-
Apoyo mi cabeza en su pecho y digo por lo bajo 'un ratito más' mientras ella se ríe.
- Que hora es?- pregunto sin sacar mi cabeza de su cómoda posición -
- Las 11- contesta mirando su celular -
- La puta madre- me quejo - quedé en comer con mis hermanos y ensayar- le explico - querés venir?- la miro pero sé que me va a decir que no, hace dos meses que no sale y estoy seguro de que hoy no va a ser diferente -
- Gui...- quiere empezar a buscar una explicación para decirme que no pero la interrumpo -
- Está bien, no pasa nada, perdón Amor- digo dándole un beso en la frente para después salir de la cama- me voy a duchar, me armas un outfit?- le pido haciendo puchero y asiente con la cabeza -
...
Veo sobre la cama una de mis musculosas bien holgadas, un biker y en el suelo mis borcegos marrones claros. Sonrío.
- Te gusta?- dice asomándose por la puerta -
- Me encanta hermosa- le digo posando mis labios húmedos en los suyos -
Me separo de ella después de unos segundos para empezar a cambiarme.
Desde que pasó lo que pasó no habíamos hecho más que darnos un par de besos, pero nada sexual. Las veces que la situación se dió para ese lado la noté incomoda y entendí que quizá no está lista o no quiere. Así que cada vez que siento que la situación se va por ese rumbo trato de darle fin yo para no hacerla sentir incómoda.
Me saco la única toalla que me tapa las partes y me pongo el bóxer. Cuando termino de hacerlo me doy cuenta de que Mila sigue apoyada en la puerta, cruzada de brazos, mirándome.
- Me estás acechando?- pregunto risueño y veo que se muerde el labio. Que está pasando?- Por que me miras así?- digo caminando hacia ella-
- No te puedo mirar?- pregunta desafiante-
- Y yo te puedo mirar a vos?- digo frenando a un metro de ella mientras me apoyo en la pared y me cruzo de brazos, imitandola-
- Todo lo que quieras- dice y me animo a verla-
Tiene puesta una tanga color beige y una musculosa que no le queda ni suelta ni ajustada, le llega hasta arriba del ombligo y marca exageradamente sus pezones. Me calienta muchísimo. Subo la mirada y me ve pícara con la melena despeinada. No me puede gustar tanto esta mujer.
Le pongo la mano en la cintura y la atraigo hasta donde estoy. Da dos pasos que acortan la distancia sin dejarme de mirar de esa manera que me excita tanto.
Le acaricio el rostro aprovechando para poner detrás de su oreja un mechón que le molesta y bajo por su cuello como si la yema de mi dedo estuviera dibujando sobre su cuerpo.
Cierra los ojos, ladea su cabeza mientras se muerde el labio y, casi inadmisible, suelta una expresión de placer que es lo que me da el pie para acercar mi rostro al suyo y hundir toda esa tensión sexual en un beso.Nos besamos jugueteando, mordiendonos, lamiendonos, la vibra de los dos es de desesperación, de que nos extrañamos, de que nos necesitamos.
Sus manos aprietan con presión mi cuerpo como si fuesen a perforarlo. Me encanta.
Con mis besos voy bajando por su cuello y de su boca, que queda a la altura de mi oído, se le escapa un gemido. Me desespera que haga eso, me genera escalofríos.
La agarro de las piernas y hago que quede a upa mío rodeandome con ellas. Me doy cuenta de que siente mi erección cuando me susurra 'ay guido' en el oído.
- Que pasa mi amor?- le digo con un hilo de voz mientras le saco la remera y exploro con mi tacto sus tetas-
La acuesto en la cama quedando yo encima suyo y la veo. En su cara la expresión de excitación es indisimulable.
- Estás bien?- le pregunto mientras mi mano hace círculos en su vientre-
- Si... Quiero que me cojas Guido, por favor - me habla mirándome a los ojos y sin dudarlo paso mi mano por encima de la única tela que la cubre y ahoga un gemido en mis labios-
- Ahora?- le pregunto en el oído -
- Ahora...- susurra y de un solo movimiento la dejo completamente desnuda y me saco el bóxer -
Apoyo mi miembro en su vulva sintiendo el calor que emana. Mila me mira suplicante así que sin dar más vueltas me acomodo encima de ella y la penetro.
Lo que antes fueron gemiditos y susurros ahora son gritos bien claros. De placer, de excitación.
Me muevo cada vez más rápido con el paso de los minutos y sus gritos se van intensificando.
Cuando la veo ahogarse en un grito desesperado e intentando controlar el temblequeo de su cuerpo entiendo que está teniendo un orgasmo. Sonriendo le beso la frente mientras voy cesando mis movimientos.
En ese momento me sorprende y de un solo tirón queda encima mío.
Me pasó las manos por el pelo mientras me muerdo los labios y me limito a verla.
Agarra mi miembro con sus manos y de a poco se lo va metiendo. Cierro los ojos y arqueo mi cabeza hacia atrás. Sus movimientos empiezan a ser más rápidos con el paso del tiempo y no puedo evitar soltar unos cuantos gemidos de placer que se unifican con los suyos.
-mila...- digo entre gemidos roncos y graves-
-amor- contesta agitada sin dejar de moverse-
-mila voy a acabar- me confieso sin parar de disfrutar -
Sale de encima mío y ahora me toca con sus manos. Lo hace muy bien y muy rápido.
-ay Mila...- digo mientras estoy en la cúspide de placer-
Ahogo todo mi placer en un grito desgarrado y ronco y finalmente, acabo.
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MILA - Guido Armido Sardelli fanfic
Любовные романыÉramos de esos amigos que se cuentan sus situaciones sexoafectivas sin ningún tipo de pudor... Éramos de los que siempre nos tirabamos adelante uno a otro. Todo cambió cuando empezamos a vernos con otros ojos...