Parte 2: 5

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Cierro mi mochila como puedo.

Me alejo un poco del escenario y observo. 2 mochilas y una valija grande para un par de días, soy una hija de puta...

Después de desayunar con los chicos volví a casa de Pau, donde me hospedo, para ir armando mis cosas. Todavía no sé si irme hoy o mañana, por la tristeza que me está causando todo lo de Guido creo que hoy mismo me vuelvo a Rosario. A mi vida monótona pero sin dolores amorosos ni traumas del pasado.

Agarro mi mochilita chiquita y las llaves que me había dado Pau. Decidí que hoy voy a ir al río a despejarme y a visitarlo porque hace mucho que no voy y siempre fue mi lugar de paz e introspección. Decidí también viajar en urbano porque también, repito, hace mucho que no lo hago y aunque muchas veces es un bodrio tiene su lado bueno. Recorrer buenos aires escuchando deep purple me parece un planazo.

La tristeza me pesa pero a esta altura de la vida, lamentablemente, aprendí que a veces pierdo y a veces gano pero pase lo que pase la vida debe continuar... La terapeuta me enseñó a pensarlo de esa manera. A pensar que en la vida nos pasan cosas malas y cosas buenas pero que de todas aprendemos algo... así que, a pesar de tener el corazón roto en mil pedazos porque quería ver a Guido al despertarme acá estoy, esperando el colectivo para despedirme de mi río favorito.

El viaje transcurre tranquilo, siento el sol en la cara y la música en mis oídos y eso me basta para sentir un poco de paz.

Llego y camino lento y sin apuro pero sabiendo a dónde voy... a donde siempre... a donde iba apenas llegué a Buenos Aires y me sentía perdida, a donde iba cuando ya no estaba perdida pero buscaba paz, a donde iba con Guido, a donde inspire a Guido para que escribiera una canción... ahí voy.

Camino mirándome los pies y pensando en muchas cosas. Mientras voy abriendo mi mochila para sacar mi mantita... pero cuando lo estoy haciendo freno en seco porque lo veo sentado... a Guido, mirando el río.

Me quedo helada y me debato, me quedo? Me voy? Si me quedo va a pensar que lo estoy siguiendo, no quiero molestarlo. Si me voy, me voy a arrepentir?

- Mila- escucho y entiendo que ya me vió - Que haces acá?- me pregunta y me doy cuenta de que estoy como una estatua con las manos en mi mochila mirandolo.

- No sabía que estabas acá - hablo suplicando que me crea, veo que permanece en silencio así que para cortar este momento incómodo de mierda me digno a hablar- me voy a otro lado... nos vemos después - miento, después capaz me voy-

- Pero vení... sentate acá, no me molesta- hace palmaditas al lado suyo-

Me acerco, extiendo mi manta y me siento para buscar un cigarro en mi mochila.

- Te doy miedo que te sentas en tu propia manta?- me dice riendo -

Se olvidó de que esta mañana se fue y no me dijo ni siquiera un chau?

Sonrío falsamente, mi intención no es sonreír falsamente pero no me sale sonreír genuinamente cuando no es genuino... ustedes entienden.

Me prendo un cigarrillo y siento el humo en mis pulmones, suspiro largando el humo y mirando el río.

-Cómo supiste que estaba acá?- pregunta mirándome, sigo mirando al río -

- No sabía que estabas acá - contesto - vine al río a despejarme un rato-

- Que garrón, viniste y me encontraste a mí - dice riendo, no lo entiendo- que te pasa?-

- Nada, por qué?-

- Mila, te conozco-

- Nada, supongo que estoy un poco confundida-

- Con?-

MILA - Guido Armido Sardelli fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora