Corrí sin mirar hacia atrás, sin importarme nada a mi alrededor; solo sintiendo las gotas heladas de la lluvia chocar con mi rostro frío y la llovizna de esta izando mi cabello al ritmo de mi paso.
El camino se volvió largo con todos los pensamientos que invadían mi cabeza, que ya no eran preguntas tontas sobre por qué Ari se había ido de mi vida, ahora era arrepentimiento y culpa reclamándome por ser tan ingenua.Llegué a la puerta de mi casa, y al meter la llave del buzón dentro de la cerradura con el pulso tembloroso y las manos heladas, un suave escalofrío me recorrió de la cabeza a los pies haciéndome suspirar levemente. Giré la llave, y al sacarla, el seguro del buzón se levantó abriendo la tapa de este; dentro de la caja oxidada se encontraba un sobre manchado y arrugado con mi nombre encima.
Me quedé unos segundos admirándolo, pensando en si leerlo o dejarlo en el buzón como homenaje a mi amada; pero no lo pensé más, la intriga me ganó y tomé con cuidado el sobre llevándolo a mis manos, tapando la caja de metal de nuevo y cerrándola con la llave.
Fui de regreso a casa de Ama, aún en shock, con cabeza baja dejando que las gotas de lluvia se deslizaran por mi mentón y mis cabellos rubios se empaparan con agua que resbalaba por toda mi cabeza llegando a mis hombros; mi vista se nublaba con el soplo de la tormenta que llevaba llovizna a mis ojos, impidiendo que fuera con velocidad a mi destino.
Después de un par de cuadras logré llegar, visualicé frente a mi la casa de Ama; me acerqué con cuidado mientras sacudía un poco mi cabeza deshaciéndome de las gotas de lluvia molestas que escurrían por mi frente, y al pasar mi mano por encima de la puerta buscando tocarla, la puerta se abrió dejándome una visión amplia de la casa. Lucía obscura y vacía, sólo con sombras resplandecientes que aparecían repentinamente por los destellos de los relámpagos que caían cerca de ahí.- ¿Ama? -pregunté caminando lentamente dentro de la casa, retumbando el rechinar de mis zapatos húmedos en toda la habitación y haciendo eco con mi exclamación-
Nadie respondió.
- Y-Ya estoy aquí... encontré el sobre ... -seguí caminando, adentrándome más a la casa y llegando con cautela a la sala de estar, buscando con la mirada alguna señal de su presencia. Mierda... la encontré-
La imagen que se presentó ante mis ojos fue como una bala al corazón, una apuñalada al alma.
Ama, mi mejor amiga, estaba en el pié del
sillón tirada, llena de moretones y rasguños, rodeada de un gran charco de sangre que aún escurría de ella.
Mis cuerpo se heló y mis piernas no respondían, parecía que era protagonista de una historia de terror trágica donde era hechizada por algún tipo de maldición inquebrantable, donde todo a mi alrededor se caía a pedazos poco a poco, hundiéndome en un agujero sin fondo chocando por las paredes, haciéndome cada vez más daño al caer.Mi maldición siempre va a ser no creer en los demás, ser insegura y desconfiada me llevó al punto más bajo de mi vida, ¿Entonces así se siente perderlo todo?... ¿Merezco sentirme así?
Ahora estoy en los brazos de la soledad y la tristeza; siendo mimada por la desesperación y arrullada por la culpa.
Las gotas de agua combinadas con lágrimas seguían resbalando por mi cuerpo, goteando de mi ropa constantemente y depositándose en la alfombra de la sala.
Me arrodillé frente al cuerpo, dejando todo mi peso sobre mis rodillas y debilitando mis brazos poco a poco dejando caer el sobre por toda mi rodilla hasta llegar al piso.- ¿A-Ama..? -tartamudeé sintiendo mis ojos más húmedos, al borde de el colapso-
Levanté con dificultad su cuerpo recargándolo sobre mis rodillas, tomé su cabeza con delicadeza recargándola en mi antebrazo para analizar su rostro con detalle. Su piel se sentía áspera y fría, y el latir de su corazón era débil al igual que todo su cuerpo, que con suerte hacía el trabajo de respirar.
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𝟖𝟖𝟖 - 𝖱𝗂𝗏𝖺𝗋𝗂
Fanfiction𝐇𝐚𝐲 𝐯𝐞𝐜𝐞𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐮𝐧𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐡𝐨𝐫𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐭𝐮 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐞𝐥 𝐭𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨 𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞. 𝐍𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐜𝐚𝐩𝐚𝐫, 𝐧𝐨 𝐡𝐚𝐲 𝐟𝐢𝐧. Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ Ꙭ ↺ Historia 100% ficticia, nada de esto e...