⁻ ᶜᵃ̃ᵖⁱ̂ᵗᵘ̄ˡᵒ̂ ¹ ⁻

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Desperté un poco más temprano de lo habitual. Hoy es el día de mi propuesta de matrimonio al amor de mi vida y quiero que todo salga perfecto, no me importa tener que levantarme 1 hora más temprano con tal de darle una sorpresa linda a la chica que más amo en el mundo.

Hice las cosas que siempre hago por las mañanas, me levanté, desayuné, fui a entrenar, me duché y fui a hacer algunos pendientes de trabajo, nada fuera de la rutina; al llegar a casa me recosté en mi cama a descansar un poco, pero comencé a tornarme sentimental y mi mente empezó a sobrepensar en todo lo que iba a pasar esta noche, siempre me dan ataques de sentimentalismo antes de algo importante. Mi mente se sabotea sola y siempre recuerdo todos los momentos que marcaron en algún momento mi vida como algo nostálgico y triste, mi cabeza hace todo mucho más dramático e intenso y siempre me provoca un terrible nudo en la garganta y un gran agujero en el estómago... otra vez. De un tiempo a la fecha esto me sucede a diario, específicamente desde que decidí proponerle matrimonio a Ari; quizás son nervios, emoción, o ansiedad, no lo sé, pero tampoco quiero que gracias a mi mente estupida algo de mi alrededor se arruine, sería totalmente el colmo para mi.
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Decidí enviarle un mensaje a mi chica para reiterar si la cita de esta noche seguía en pie, ya que desde lo de ayer dudaba en si sí habíamos llegado a un acuerdo, pero ella me confirmó a los pocos minutos afirmando su asistencia, pero de una manera extraña. Me aseguró que el día de ayer fuimos al cine a celebrar su cumpleaños, pero creo que está un poco perdida, pues ayer no hice más que lo de todos los días además de esperarla en la noche para la cena, pero ya era demasiado tarde y no había llegado, lo cual se me hizo raro aunque no fué ningún problema para mi, podía ser hoy, mañana, la próxima semana, o el día que fuera, yo siempre la voy a esperar.

Aunque no le comenté nada de lo de ayer, quizás solo se olvidó de ir a la cena por tantas cosas que tiene que hacer en la universidad y en el trabajo, tampoco quería agobiarla, simplemente le dije que hoy nos veríamos y ella aceptó sin problemas.

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Lancé mi celular a mi cama y me incorporé en ella cerrando los ojos para pensar mejor; otra vez esos flashbacks de la vez en la que nos conocimos empezaron a rondar por mi cabeza. No paro de pensar en ella, todos los días vienen a mi mente los mismos 2 flashbacks que marcaron mi relación con Ari hasta el día de hoy, empiezo a pensar que tengo algún tipo de amarre o brujería por que aún no encuentro la razón por la cual estoy así de loca por Ari. ¿Por qué no paro de pensarla? ¿Por qué no sale de mi mente? ¿Por qué me pone tan nerviosa la cena de hoy?, muchas preguntas. Quizás solo estoy muy tensa como ayer, debería dejar fluir todo y mandar a la mierda los nervios, pero me es imposible, ojalá pudiera meterme a mi cabeza y decirles a todos mis pensamientos intrusivos que se vayan a la mierda.

-Rivera, ¿Cuánto tiempo tienes para arreglarte? -apareció Ama por la puerta de mi habitación con un tazón de helado napolitano casi derretido, como el día de ayer, ¿Que acaso no se acaba ese puto helado?, no lo sé, pero el susto que me pegó Ama al entrar repentinamente a mi habitación fue digno de una fotografía-

-Su puta madre Ama, toca la puerta wey -puse mi mano en mi pecho sintiendo mi corazón latir a mil por hora. sentí mi corazón casi igual de acelerado como aquella vez en la que dormí en casa de Ari sin que su padre supiera, casi me orinaba encima-

-Pensaba que estabas durmiendo -se recargó en la puerta mientras reía delicadamente burlándose de mi cara de pollito asustado, que hija de puta-

-¿Y si estaba en videollamada con Ari desnuda?, pudiste haber interrumpido algo interesante -reí negando con la cabeza tratando de hacer que Ama reflexionara sobre entrar de esa forma a mi habitación, pero solo pude escuchar una gran carcajada seguido de un zape directo en mi nuca-

𝟖𝟖𝟖 - 𝖱𝗂𝗏𝖺𝗋𝗂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora