The King's Phoenix - MarLu (Traducción)

Chapter Five

Nota rapida: pequeños cambios se han realizado en los capitulos anteriores, sobre todo en el capitulo dos, por si quieren volver a leer, nada importante realmente, pero estan avisados jaja

The alpha who swore fealty to the king.

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Es raro, piensa Nami. Su capitán acaba de luchar contra una ballena y ahora tienen una princesa, una bonita, a bordo de camino a Grand Line, con Arabasta en mente, donde reside el castillo de la princesa Vivi. Lo que es aún más extraño es el hecho de que todos ellos, incluso el pato, son conscientes del hecho de que los legendarios Piratas de Barbablanca están literalmente del mismo lado del mar, navegando y protegiendo Red Line por Dios sabe qué razón, pero todos lo que están haciendo es: discutir (Zoro y Sanji), jugar (Luffy y Usopp) y charlar (Vivi y su pato).

Sorprendentemente, Nami no tiene miedo en este momento. Tal vez sea por lo grande que es la presencia de su capitán. No importa cuán aterradora sea la situación en la que se encuentra, no hay duda de que solo necesitará una sola mirada de su capitán para que sus nervios se calmen.

Ese pensamiento le sacó una sonrisa inconscientemente, ajena a los dos desconcertados espectadores debajo de ella.

—¿Nami está bien? —preguntó Usopp, un poco asustado.

—La verdadera pregunta aquí es: ¿Nami está cuerda? —Luffy respondió, lo que provocó la molestia de Nami.

—¡Ssh! ¡Ella te escuchará!

—¿Y qué hay de eso?

—¡Ella te matará, eso es lo que es!

—¡Oooooh! que miedoooo.

Nami también es humana, ¿sabes? Entonces, a veces, solo a veces, jura, hay un fuerte deseo de golpear la cabeza de su capitán.

—Ustedes dos...—murmuró (léase: amenazó)

—¡Sí, señora! —Usopp respondió, sudando.

—¿Vas a golpear a Usopp? —su capitán preguntó con una sonrisa tonta y amplia.

Nami piensa que es bonito.

—¡¿Por qué yo?! —el francotirador de nariz larga preguntó impotente.

—¿Porque soy el capitán? —dijo Luffy, con un tono como si fuera Usopp el que estaba siendo estúpido.

—¿Qué tiene eso que ver con algo...? —el alfa respondió con una mirada atónita y cansada.

—¡Shishi, no lo sé! —el omega primel sonrió, demasiado brillante para enfadarse.

Nami suspiró. No podía hacer otra cosa que simpatizar con el hombre. Es un poco difícil enojarse con ese aspecto, y mucho menos golpear esa estúpida y hermosa cara suya.

La alfa prime pelirroja dejó escapar otro suspiro derrotado

—¿Sanji? —ella llamó. Dios, ella necesita un trago.

Ni siquiera tomó tres segundos para que el hombre apareciera a su lado, las pupilas en forma de corazón y las rodillas dobladas hacia el suelo como un perro.

Ja. Hombres.

—¿Sí, mi señorita?

El comportamiento de Nami cambió de una chica sexy y cansada a una chica linda y sumisa que está a punto de pedirle un favor a un hombre que se considera un caballero de brillante armadura cuando, en realidad, Nami piensa en ellos como idiotas privilegiados.