Capítulo 1: Billy el nervioso

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Dicen que el tiempo lo cura todo, pero si hablamos de un corazón roto tal vez el tiempo no es el mejor aliado, o por lo menos no para unos enamorados que de la noche a la mañana pasaron del amor al odio.

—¿Me veo bien?

—¿Alguna vez te ves mal?

—Buen punto —se giró para darle la espalda al espejo— Pero no me molesta un poco de halagos.

—¡Ya deja de rascarte la cabeza! ¡Parece que tuvieras piojos!

—¡De eso nada!

—Entonces deja de hacerlo -posó su mano en el hombro— Todo va a salir bien, ¿A qué le temes?

—Yo...no lo sé, nunca había estado tan ansioso

—Y nervioso —añadió la rubia—

—¿A ti quien te preguntó?

—Mejor los espero en el comedor —masculló— Quiero ver en primera fila como ricitos hace el ridículo

—¡Largo de aquí decrépita! —espetó mientras veía el dedo del medio de su amiga antes de salir de la habitación.

—Es impresionante

—¿Qué cosa?

—En tantos años de amistad nunca te había visto tan nervioso. ¡Es que solo mírate! —lo señaló de arriba a abajo— Eres Billy Hargrove, la bomba sen-xual de California y una simple chica te tiene hecho un manojo de nervios

—No es por Alice —gruñó—. Son sus padres los que me... asustan

—Repítelo de nuevo —bromeó— No pensé que algo te asustaría, no al gran Billy

—Solo porque estoy muy nervioso voy a dejar pasar tu bromita, pero te aseguro que tu también estarás en la misma situación en cuestión de días y ahí estaré yo para burlarme de ti

—Si, si..como sea. Mejor bajemos que tu doncella te está esperando.

Al bajar el ambiente era tenso, Alice había llegado con sus padres a la casa de Billy y el pobre estaba al borde de tener un ataque de pánico. Nadie en su sano juicio creería que aquel chico problemático que algún día fue, se había enamorado perdidamente de una chica que por más de un año lo estuvo ignorando y haciéndole todo tipo de desplantes.

Para Harper fue emocionante ver a su querido amigo junto a la familia de su novia. Todo marchaba de maravilla y el almuerzo transcurrió en total armonía. La familia Rogers era encantadora, durante todo el tiempo hicieron preguntas que lejos de ser incómodas por el contrario eran interesantes. Les resultaba curiosa la forma en cómo Billy había terminado en el mundo del modelaje.

-Simplemente me deslice por debajo del auto para salir y ver la cara de la persona que me estaba hablando cuando de repente -se inclinó sobre sus palmas para generar más expectativa- Una mujer se queda mirándome y dice "¡Carajo! ¡Pareces de portada de revista! ¿Qué demonios haces bajo un auto cuando deberías estar frente a un lente?

Cada vez que Billy contaba su historia de cómo una mujer se había acercado a su taller por una falla de frenos, terminó siendo una importante representante de nuevas revelaciones del modelaje. Para nadie era un secreto que Hargrove tenía todo el potencial. Era guapo, siempre estaba en forma y sus rizos dorados combinados con el azul de sus ojos hacían que las chicas se derritieran por él. Sin embargo, pese a recibir la propuesta formal por parte de aquella mujer, el rubio dudó bastante en aceptar. Tenía miedo de dejar a un lado su taller que tanto esfuerzo le había costado mantener solo por irse a incursionar en el mundo del modelaje y las cámaras; pero como siempre su leal amiga Turner fue quien terminó convenciéndolo para que aceptara.

Storm | Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora