Capitulo 6

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—Lo conocí en la fiesta a la que fui anoche con Quackity — empezó a hablar Roier mientras tomaba el café que Jaiden había preparado — Tendrías que verlo, Jaiden. Es simplemente perfecto. Tiene un hijo de la edad de Bobby, le dí mi número para... Que los niños se conocieran

—Ya, solo para eso — contestó con sarcasmo

—Bueno — alargó la 'e' — Tu sabes que en cuanto algo me interesa no lo pierdo de vista. De verdad quiero salir con él. ¿Crees que me vaya a llamar? — tomó su teléfono de su bolsillo y revisó si había alguna notificación, nada.

—Por supuesto que sí. Solo mírate, cualquier persona quisiera tenerte — Jaiden puso su mano en el hombro de Roier — Dale tiempo. Seguro está ocupado

—Si... Dijo que trabajaba muchísimo durante el día. Quizás me escriba en la noche — sonrió algo más emocionado

En eso, un niño bajó las escaleras para ir a la cocina — Mamá... Papá... ¿Que hora es?

—Son casi las 12, Bobby — Jaiden caminó hacia él para arreglar su cabello despeinado

—Aun es muy temprano!

—Preparate Bobby, papá te llevará a su trabajo hoy — Roier se levantó y fue junto con su hijo quien sonrió muy feliz y animado

—¿¡Enserio?!

—Si, el jefe me dió permiso hoy también

—¡Si!

Roier trabajaba en una veterinaria, a Bobby le encantaba ir a ver a los animales y cuidar de ellos. Normalmente iba con su padre los sábados. Era una rutina entre ambos. Y a Bobby le encantaba.

—¡Iré a por mi mohila! — Bobby aún no pronunciaba bien todas las palabras.

—Dale, chingón

Solo desapareció por las escaleras. Ambos rieron mientras le veían correr.

— Tiene mucha energía. Iré a mi trabajo, saldré tarde voy. ¿Puedes quedarte con él hoy?

—¡Claro! Sabes que a él le encanta la nueva casa. Se pasa todo el día en su sala especial pintando.

—Muchas gracias, Roier.

Bobby bajó con su mochila y fue rápido a desayunar con sus padres.

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7:45 p.m
Spreen volvía de su trabajo agotado. Había tenido que cargas muchas cajas con comida y cosas pesadas. Le dolía la espalda

"Genial, con 24 años y ya tengo dolor de espalda. No me quiero ver a los 40"

Abrió la puerta de su casa y enseguida fue interceptado por su hijo que saltaba emocionado.

—¡Papá papá! Volviste justo a tiempo! — Ramón tomó su mano en cuánto cerró la puerta y lo arrastró hasta el comedor, dónde ya se encontraban sus abuelos con la cena —¡Cenemos todos juntos!

Vegetta sonrió y puso otro plato con comida en la mesa — Aquí tienes hijo. ¿Cómo te fue en el trabajo?

—Fue agotador. Me alegra ya estar en casa

Todos empezaron a cenar y a hablar entre risas y chistes (de parte de los más viejos en la sala)

—Ruben y yo estuvimos hablando sobre algo, Iván. Las vacaciones de verano están por acabar. Y creo que sería bueno inscribir a Ramón ena escuela

—Pero-

Ruben le interrumpió— Sabemos que te preocupa que le dé algún ataque estando allí. Pero estaremos pendientes de él. Vegetta y yo tenemos a un amigo que es maestro de la escuela. Le pediremos que esté pendiente a Ramón. Creo que sería una buena oportunidad para que Ramón haga amigos de su edad

Spreen miró a su hijo algo preocupado— ¿Tu quieres eso, Ramón?

El niño asintió varias veces con la cabeza. No dejándole otra opción a Spreen más que aceptar

—Está bien. Pero tiene que ser una escuela que esté cerca de aquí.

Los otros tres celebraron.

Una hora después, Vegetta y Rubius se marcharon a su casa. Spreen dejó a Ramón viendo la TV y fue a darse una ducha. Cuando salió tomó su teléfono y revisó en el pantalón de la noche anterior. Buscó el papel donde estaba ese número apuntado. ¿Qué de malo podría pasar?

Marcó el número en su celular y le respondieron al cabo de unos pocos minutos—¿Hola?

—¿Roier?

—¿Spreen?

-Hombre ocupado- Sproier- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora