—¡Spreen! ¿Puedes traer esas cajas para aquí? — le gritó su jefe desde la entrada del lugar
—¡Enseguida!
Spreen tomó las dos cajas de medicamentos animales en brazos y las llevó hasta el camión que estaba afuera
—Muchas gracias, joven — su jefe era un hombre de unos 45 años, aunque su forma de hablar era como la de un viejo de 70
—No es nada, capo
Volvió a su puesto de trabajo. Se encontraba ahora en la veterinaria, eran las 9:54 de la mañana. Debía terminar su turno pronto. Había pedido la tarde libre en sus otros dos trabajos para poder asistir al cumpleaños de su padre que lo estaría celebrando esta misma tarde. Pasaría a recoger a Ramón al hospital y después irían a ver a sus padres. Al pequeño le gustaba mucho ver a sus abuelos, así que Spreen pensó que le haría feliz. Además de que también habrían otros niños, puesto que los amigos de sus padres, la mayoría, ya eran mayores y con hijos más o menos de la edad de Ramón.
—Ya puede retirarse, jovencito.
Tomó sus cosas y salió rápido del lugar, no sin antes despedirse claramente. Una vez llegó al hospital, no necesitó hablar con la enfermera de guardia. Allí ya le conocían muy bien. Abrió la puerta de la habitación de Ramón y encontró al niño sentado en el borde de la cama con una ropita normal y una cajita en las manos. Este al mirarle le brillaron los ojitos
—¡Papá! ¡Papá!
Ramón corrió a los brazos de su padre y este lo cargó dándole un "abrazo de oso"
—¿Ya podemos ir con el abuelo Vege? — preguntó el pequeño mirando a su padre con ilusión
Spreen asintió y salió del hospital con su pequeño en brazos. Este le iba conversando de como lo trataban las enfermeras y doctores del hospital. Todos allí me había tomado cariño al niño. Aunque Ramón era tímido, siempre lograba ganarse el corazón de la gente
Llegaron a la casa de los padres de Spreen y el pequeño saltó de sus brazos para ir a tocar la puerta varias veces. Unos dos minutos después abrió la puerta un hombre alto de cabello negro y ojos morados (pareciera que esa es la única apariencia en esta familia XD).
—¡Abuelo Vege! — Ramón alzó los brazos para que su abuelo lo cargase, cosa que hizo en cuanto vió al menor —¡Feliz cumpleaños! Papá y yo te trajimos un regalo!
—Ala. Muchas gracias, mi niño. Pero pasen pasen. La fiesta apenas empieza
Spreen abrazó a su padre con fuerza y cuidado para no aplastar al enano en medio. Entraron a la casa y enseguida se les unió un rubio teñido con ojos verdes
—¡HIJO! ¡NIETO!
—¡ABUELO RUB!
Rubius tomó en brazos a su pequeño nieto y le dió vueltecitas mientras le oían reír al pequeño
—Pero miren nada más. Ya estás más alto. ¿Cuántos años tienes ya? ¿Diez?
Ramón rió — No abuelo, sigo teniendo 5
—Ala. Que es verdad. Es que ya has crecido tanto que pareces mayor
Rubius dejó al niño en el suelo y abrazó a su hijo
—Cabron, ya casi nunca vienes a vernos
—Perdonen. Ya saben cómo es. Tengo mucho trabajo
—¡Papá papá! ¡Hay un castillo inflable!
Spreen miró a Vegetta —¿Castillo inflable? ¿No estás muy grande para eso, boludo?
—Más respeto que soy tu padre. Y no es para mí. Es para los niños. Pasa, tu hermano está en el patio
Los tres fueron al patio, que era bastante grande. Ya habían muchas personas allí y habían varios niños correteando
—¡Chayanne! — Ramón corrió hacia su primo y le abrazó con fuerza
—¡Ramón! — correspondió el rubio
Missa abrazó a su hermano también —¡Spreen, pendejo, ni una llamada!
(Si los padres son españoles, el hijo mayor es argentino y el menor mexicano, brutal xd)
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Jajaja. Perdonen mis comentarios, pero no los pude contenerYa en el siguiente capítulo explico lo de Chayanne, Missa y toda esa cosa. Nos leemos luego mis amores
Atte: ThailinMoreno
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-Hombre ocupado- Sproier-
FanfictionSpreen no tenía tiempo en su vida para nada que no fuera: -Trabajar -Su hijo Eso era todo lo que a él le importaba. Y era lo único en lo que debía concentrarse.... Alertas: -Contenido Yaoi, Boys Love (si no te gusta este contenido no entres a tirar...