El gran plan.

2.- El heredero por un día y la nueva heredera.

Rhaenyra se encontraba en sus aposentos llorando mientras Lady Alicent la consolaba.

Apenas habían pasado dos días de que la reina Aemma y el principe Baelon habían muerto.

Alicent sabía lo que era perder a una madre, y nunca juzgo a Rhaenyra por como estaba de luto, se sabía que la princesa amaba profundamente a su madre.

...

Por otro lado, Daemon estaba con sus amigos y guardias en una casa de placer.

Daemon estaba sentado, satisfecho y muy ebrio.

—¡Te dije que nadie podría reemplazarte!— Mysaria le sonrió alegré a Daemon, mientras esté bebía —. Ni siquiera la reina pudo engendrar a un niño sano para reemplazarte.

Daemon asintió, contento de saber que ahora el es el único heredero al trono de hierro. En ese momento, ni siquiera pensó en el sufrimiento de su tío y su sobrina, lo único que más anhelaba Daemon, era el trono de hierro.

Daemon iba a hablar, pero hablaba tan bajo que solo gente a su alrededor lo escuchaba.

Un guardia, con una puta encima, hablo en gritos.

—¡Su príncipe va a hablar!— grito, y todos se callaron.

—Quiero brindar por mi sobrino, Baelon, el heredero por un día. — Dijo alegre Daemon y levantó su copa. Todos los demás rieron.

—¡Por el heredero por un día!— todos gritaron y levantaron sus copas.

Esa noche, Daemon estaba ebrio, y esa ebriedad, le costaría el motivo por el cual celebraba.

...

A la mañana siguiente, Otto Hightower caminaba con el rey hacia la junta del consejo. Cuando llegaron, todos se sentaron. Hablaron de temas importantes, y otra vez, Rhaenyra llegó tarde al consejo, el rey solo movió la cabeza negando, y Rhaenyra empezó a servir vino a todo el consejos.

—Su majestad, antes de terminar, quiero abordar un tema.— Otto empezó a hablar.

—Digame. — pregunto curioso el rey.

—Anoche, el principe Daemon le pago a una casa de placer para complacer a sus amigos y sus guardias — relato, Viserys asintió, alentandolo a qué siguiera —. Lamentos decirle esto a usted, y frente a la princesa, quien admira a el príncipe — se ganó una mirada curiosa de Rhaenyra —. Daemon alzó su copa y brindo por el principe Baelon, llamándolo "El heredero por un día". — Rhaenyra dejó caer la copa, impactada.

—¡ESE BASTARDO!— grito el rey, furioso.

Rhaenyra se apresuró a limpiar, apretando el puño para contener la ira.

—Lo lamento. — dijo Otto.

Rhaenyra hubiese pensado que Otto mentía, pero no vio una pizca de mentira, si veía malicia, pero era verdad, Daemon había dicho eso.

—Esta junta termino, y lleven a Daemon a la sala del trono. — sentenció el rey.

...

Daemon fue llevado a la sala del trono esa noche, y miró a su hermano, sentado en el trono.

—Luces como un verdadero conquistador. — sonrió Daemon.

—¿Lo dijiste?— pregunto decepcionado el rey.

—He dicho muchas cosas, ¿de que hablas, hermano?— pregunto Daemon.

—El heredero por un día — repitió. Daemon se quedó helado, eso fue todo para que el rey continuará —. Lo dijiste. — concluyó.