𝘈𝘯 𝘶𝘯𝘸𝘢𝘯𝘵𝘦𝘥 𝘭𝘪𝘧𝘦 𝘛𝘦𝘮𝘱𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢 2 -𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻-

Segundo intento.

Estela salió del cuarto, dejándome sola con el hombre gordo, este se acerco a mi;
-¿¡Cuál es tu nombre, linda!?.- preguntó mientras agarraba con delicadeza mi brazo.

Mis manos empezaron a temblar, un nudo en mi garganta se formó, quería gritar y escapar, pero le tenía miedo a este tipo;
- A.. A... Alice.- respondí tartamudeando, el tipo hizo una pequeña sonrisa.
-¡Tranquila, Alice, si te portas bien todo irá bien!.- respondió.
¿Portarme bien?, Este tipo me habló como si fuera una mascota.

Nos sentamos en un sofá de terciopelo, la habitación olia a tabaco;
-¿¡Gustas!?.- habló mientras me ofrecía vodka.
-¡No, gracias, no tomo alcohol!.- respondí.
-¡No, pero está noche lo harás!.- respondió mientras servía un poco en un vaso de vidrio.
-¡Ten!.- continúo.
-¡No, enserio, muchas gracias!.- respondí.
-¿¡En serio vas a rechazarme un trago!?, Está noche es de los dos, no te vendría mal tomar un poco.- respondió.
-¡Estoy bien, gracias!.- insistí.

Esto hizo que el tipo se enojara, su cara se torno de un color rojo como un tomate;
-¡¡Toma un maldito trago, es una orden!!.- grito.

Pegue un brinco, sentí escalofríos y mis manos temblaban, tuve que aceptar el trago, en cuanto tome el vaso al tipo se le suavizó la cara;
-¿¡Te gusto!?.- preguntó con tranquilidad.
- Si.- respondí mientras seguía tomando unos tragos.
-¡Lo escogí especialmente para ti, sabía que te gustaría!.- continuó.

Este se acercaba poco a poco a mi, me sentía incómoda pero si lo rechazaba me iría mal.

Este empezó a besar mi hombro y a bajar poco a poco el tirante del vestido, una bola de náuseas de formó en mi garganta;
-¿¡Le parece si seguimos tomando un poco más!?.- hablé mientras me alejaba de él y tomaba la botella de vodka, este me acerco a él con fuerza;
-¡¡Estás aquí para complacerme, no para que tomes de a gratis!!.- habló entre dientes.

Me quedé quieta, seguía besando hasta acercarse a mi cuello, su mano tocaba mi muslo, este recorría el vestido poco a poco. Realmente lo único que sentía era asco, el tipo no tenía experiencia, me tomo de la cintura, después quiso besar mis labios pero me aleje un poco, tomo con fuerza mi mentón para besarme, no acepte su beso, solo apretaba mis labios;
-¿¡No cree que va muy rápido!?.- hablé, alejándome de él.
-¡Aquí nada va rápido, solo déjate llevar, Alice!.- respondió.

Me levanté del sofá, definitivamente estaba a punto de vomitar;
-¿¡Qué pasa!?.- preguntó.
-¡Lo siento, pero no puedo hacer esto!.- respondí.

El tipo de levanto rápido del sofá para acercarse a mi;
-¡No me importa si no puedes hacerlo, estoy pagando para tener sexo contigo, no esperaré hasta que a la señorita se le antoje!.- respondió.

Me agarró con fuerza de los dos brazos para llevarme hacía el sofá, me acostó en este con fuerza, quedó arriba de mi, me presionaba contra el sofá con mucha fuerza, besaba mi cuello y empezaba a quitarme el vestido;
-¡¡Suélteme maldito pervertido!!.- grité mientras hacía un esfuerzo para que no me quitará el vestido.

Este me dió una bofetada en cuanto dije eso;
-¡¡Tendrás sexo conmigo, te guste o no maldita zorrita barata!!.- respondió entre dientes.

Pude ver la botella de vodka a un lado, sin dudarlo tome está y la estrelle en la cabeza del tipo, algunos pedazos de vidrio cayeron en mi y también unas gotas, el tipo quedó inconsciente. Lo avente hacia atrás para así correr hacía la puerta, salí del cuarto, toda la gente me miraba raro, baje las escaleras lo más rápido que pude, pase toda la multitud de gente;
-¡No dejes que escapé!.- oí una voz femenina.

Seguí corriendo, no tardaron en salir unas cuantas lágrimas, corrí hasta encontrar la puerta principal, las gotas de lluvia tocaban mi piel, seguí corriendo hasta que sentí unas manos grandes tocar mis brazos.

Dos hombres me sostenían mientras escuchaba unos tacones venir hacia nosotros, era estela, está puso un paralizador en mi cuello,(un aparato de toques).

Los tipos me sostenían con mucha fuerza mientras que estela cada vez apretaba con fuerza el aparato contra mi cuello, gritaba de dolor y le suplicaba que se detuviera. Los tipos me soltaron y caí al piso, estela se detuvo, no sentía mi cuello ni mi cuerpo, está agarró un gran mechon de cabello con su mano;
-¡¡Te lo advertí estúpida!!.- grito, su cara estaba roja, definitivamente estaba enojada. Uno, dos y tres puñetazos, sentí la sangre salir de mi nariz;
-¡¡Llevensela, Murat sabra que hacer!!.-
-¡¡Aunque creo que no hace falta!!.- continúo.

Uno subió al auto mientras que el otro abría la puerta del pasajero para después aventarme, haciendo que mi cabeza chocará con la puerta del otro lado.....

Nunca había sentido tanto miedo como en este momento, mi cuerpo estaba caliente junto con mi sangre.

Llegamos a la casa de Murat, o más bien, a mi tortura, de nuevo, uno de los tipos me saco con fuerza del auto. Llegamos a la oficina de Murat;
-¡¡Maldita sea!!.- escuché del otro lado de la puerta, estela ya le había dicho lo que pasó.

Entramos y Murat se acerco a mi para darme una bofetada y después un puñetazo, ahora sí mi cara es una maldita berenjena, morada e hinchada;
-¡¡Parece que no entiendes Anderson!!.- gritó.
-¡¡¡Te lo advertí muchas veces, aunque lo intentes no tendrás salida!!!.- continuó.

Solo sentía mi cara dormida y ardiendo, de nuevo un maldito nudo en mi garganta se formó. Me tomo del brazo con fuerza y salimos de la oficina, sabía a dónde me llevaría.

De nuevo a ese maldito sótano, llore y llore, quería morirme, Tom ni siquiera a venido, no lo hará. Abrió la puerta y me aventó, mis brazos chocaron con fuerza contra el piso, me agarró del cabello y me arrastró hasta la esquina donde hace unas horas estaba. No estaba vacía, la rubia que me acompañaba durante el camino estaba tirada, inconsciente, con golpes y con sangre en la cara.

Uno, dos, tres y 7 golpes en mi cuerpo y en mi cara, estaba quedando inconsciente, mi vista se empezaba a nublar, sentí sangre salir de mi boca y de mi nariz, estaba echa mierda. Se detuvo, solo podía escuchar sus pasos, de nuevo vino hacia a mi, pero traía una jeringa. Trate de levantarme pero era imposible, tomo mi brazo y metió la punta de la jeringa en este, me inyectó droga.

Cerraba mis ojos poco a poco, lágrimas recorrían mis mejillas, mi cuerpo estaba adormecido, no sentía nada, solo mi cuerpo mojado por la sangre y por las lágrimas.

Escuché que salía del sótano, dejándome sola, quedé completamente inconsciente....