𝘈𝘯 𝘶𝘯𝘸𝘢𝘯𝘵𝘦𝘥 𝘭𝘪𝘧𝘦 𝘛𝘦𝘮𝘱𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢 2 -𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻-

Esa voz.

-¡Gracias Estela, les prometo que no habrá problemas está noche!.- habló Gustav.
-¡De eso estamos seguros!.- respondió Murat.

Estela y Erdem salieron de la habitación, yo no sabía cómo reaccionar ante la presencia de Gustav, "Mantuve una relación con el gemelo mayor", "Ya no tienes escapatoria Alice", todas esas palabras pasaron por mi cabeza.
-¡¡Alice!!.- habló de nuevo Gustav, este me dió un abrazo, yo seguía sin reaccionar.
-¡¡Estoy tan feliz de volver a verte!!.- continuo.
-¿¡Qué haces aquí!?.- pregunté en tono serio mientras me alejaba de él.
-¡Georg te dijo que vendría de nuevo, nos dijo que estabas en un mal estado!.-
-¡Quise comprobarlo con mis propios ojos, te he extrañado todo este tiempo Alice!.- continuó, se escuchaba feliz.
-¿¡Por qué Gustav, por qué lo hacen!?.- pregunté decepcionada.
-¡No entiendo! ¿¡Hacer que!?.- preguntó confundido.
-¡¡Venir aquí, a burlase de mi, de como mi vida a sido una mierda por culpa de Tom, y mentirme diciendo que vendrán por mi, sabiendo que hay otra mujer esperando su maldito rescate!!.-
-¿¡Quién te lo dijo!?.-
-¿¡Así que sabes a quién me refiero!?.-
-¡Si!.- respondió en seco.

Di un paso atrás, y abrí la puerta;
-¡Será mejor que te vayas!.- hablé, levantando mi mano, dando a entender que saliera del cuarto.
-¡Alice, por favor déjate de estupideces!.- respondió entre dientes.
-¡¡Estupideces las que me dijeron, y las que hicieron, por culpa de sus acciones estoy aquí. No sé nada de mis padres, de mi mejor amiga!!.- grite.
-¡No sé nada de nadie y esperas a que reaccione con tranquilidad, con felicidad. Casi ya 2 meses en este puto infierno, y ustedes hasta apenas se aparecen!.- continúe en voz baja.
-¡Alice por favor, cierra esa maldita puerta y escúchame!.- respondió de la misma forma que yo, en voz baja.

Hice caso, cerré está, quería reclamarle, hacer un escándalo, pero sabía que no era el momento ni el lugar.
-¿¡Quién te dijo lo de Fiorela!?.- preguntó mientras soltaba un suspiro largo.
-¡Ella misma se acerco a mi y me contó todo lo que le dijeron ayer, estaba muy feliz!.- hablé mientras me sentaba en el sofá.
-¿¡Le mencionaste algo!?.-
-¡Nada, la ví muy, feliz, alegre, no quise arruinarle su felicidad!.- respondí.
-¡Bill y Tom están aquí!.- soltó Gustav.

Mis ojos se abrieron, mis ganas de reclamar se fueron, estaba feliz, por un momento olvide la discusión que tuve hace unos minutos con Gustav.

-¡Gustav! ¿¡hablas en serio!?.-

Este solo me miró, respondiendo la pregunta.
-¿¡Pero que hacen aquí!?, ¡corren el riesgo de que Murat los vea!.- hablé.
-¡Sabes que los Kaulitz son necios, hicimos de todo para que no vinieran, pero nada funcionó!.-
-¡Gustav!, ¿¡Puedo hablar con uno de ellos!?, ¿O al menos puedo verlo?.- pregunté.
Este me miró, dudando de la respuesta que iba a decir.
-¡Por favor!.- suplique en en voz baja.
-¡Puedes hablar, solamente por teléfono!.- respondió.
-¡¡Muchas, muchas gracias Gustav!!.- grite, me lanze a él, dándole un abrazo.

Saco su teléfono de su pantalón, estaba nerviosa, mis manos sudaban, ví como apretaba el contacto "Kaulitz". Se puso este en la oreja y habló.

-¡Hallo Bill!.- habló Gustav.
-¡Gustav, alles ist in Ordnung, was ist los?!.- escuché, sabía que estaban hablando en su idioma natal.
-¡Ja, alles ist in Ordnung, aber es gibt jemanden, der mit Ihnen sprechen möchte!.- respondio Gustav.

Este alejo su teléfono para dármelo, mis manos sudaban más, recibí este;
-¿¡Bill!?.- hablé, mi voz temblaba, quería asegurarme de que se tratase de el gemelo menor. No recibía respuesta, mi sonrisa desapareció, pensé que no quería hablar conmigo;
-¡Alice!.- escuché esa voz, esa voz que cada segundo del día me gritaba, la misma voz que escuchaba cuando quedaba inconsciente por los golpes.
-¡Tom!.- respondí, un nudo en mi garganta se formó, también, una lágrima salió.