Sus amigos nos acompañan después de cerrar el restaurante, ambos se sientan con nosotros para disfrutar de una copa de vino, descubro entonces que su amigo, el dueño y chef del restaurante se llama Guido y su esposa se llama Sofia y que los tres se conocieron en la universidad antes de que Guido decidiera cambiar su especialidad de literatura por gastronomía.
Sofia me cuenta que desde aquel entonces Julius ha sido su amigo e inversionista, puesto que aquel negocio fue posible gracias al capital que él había invertido para levantarlo, pero que debido a su amistad, él nunca quiso aceptar la parte que le correspondía como socio y por un lado eso me hace creer que Julius es en cierto modo un tonto, pero al mismo tiempo una gran persona.
Julius es como yo, no nos importa el dinero, quizás por las familias en las que crecimos, pero incluso cuando tienes el suficiente dinero como para invertir y no esperar una ganancia te puede traer graves consecuencias, como por ejemplo ser utilizado y nunca tener amigos de verdad, pero por lo que logro ver, creo que los amigos de Julius son sinceros e incluso siguen agradecidos por su apoyo y logro verlo cuando al punto de las once de la noche, nos despedimos de ellos y ninguno se atreve a cobrar por lo que consumimos en el negocio.
— Parece que son buenas personas— me atrevo a decir al salir a la calle, no puedo creer que estuvimos casi todo el dia en ese sitio, a mi parece a penas pasaron un par de horas, pero ahora esta oscuro y las calles vacias.
—Los mejores, podría confiarles hasta mi vida—dice Julius con cierto animo mientras caminamos a un paso lento por la acera.
Cuando llegamos a la esquina comienzo a preguntarme como rayos voy a volver a casa ya que Julius dejo su motocicleta muy lejos de aquí y ya es muy tarde para tomar un taxi, pero en cierto momento al levantar la vista descubro que el mismo armatoste con el que me trajo a su lado de la ciudad esta estacionado no muy lejos de nosotros.
Y ya que Julius no se inmuta al verla, sino que solo camina hacia ella, supongo que en algún momento mientras estaba distraída hablando con Sofia, él mando un mensaje o hizo una llamada para que trajeran su moto hasta este lugar.
—Sube—me extiende su mano para darme un casco mientras él hace lo mismo y de un movimiento sube a la moto.
Esta vez, quizas por el alcohol en mi sangre me siento extraña al envolver mis brazos alrededor del cuerpo de Julius, mis mejills no se ruborizan, pero me siento bastante comoda, tanto que apoyo mi cabeza sobre su espalda y en ese instante siento que él toma mis manos con cierta delicadeza para asegurarse de que estoy bien aferrada.
—¿Lista? — pregunta para confirmar.
—Si— me veo obligada a decir.
Entonces Julius comienza a avanzar con una velocidad serena, quizás como premio de consolación por habernos quedado bastante tiempo platicando con sus amigos, pero aunque la vista es hermosa y el paseo corto, me siento bastante satisfecha porque tal vez Julius no es lo que mi familia siempre me ha enseñado de los Carusso, por muy difícil que sea de creer.
Luego de veinte minutos llegamos al centro de Verona, la zona neutra y en la cual puedo tomar un taxi una vez que Julius se detenga, pero no lo hace y en vez de eso continua avanzando hasta adentrarse en el territorio de los Montteci, mi familia.
—Julius—digo su nombre en forma de advertencia, él no deberia estar aqui y yo no deberia estar montada en su motocicleta— por favor, detente.
Pero Julius no me escucha y no se si es por el sonido que emite su moto o simplemente esta ignorándome.
—¡Julius!—me veo obligada a decir, al ver muy cerca el camino hacia mi casa, solo entonces Julius se detiene en una esquina.
—¿Que sucede?—cuestiona levantando el visor de su casco.
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Romy & Julius
RomanceRomy, hija de una de las dos familias más poderosas de Verona, regresa a la ciudad que la vio nacer después de terminar la universidad con la intención de tomar un año sabático antes de hacerse de un empleo. Al llegar descubre que la situación que v...