3. Mal presentimiento.

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Había algo grandioso sobre ser un adolescente que se sentía capaz de comerse el mundo. Choi Yeonjun sabía eso de sobra. Él disfrutaba de ser él mismo; reía fuerte en público, bailaba cada vez que conseguía lo que quería, salía de noche con sus amigos, se divertía de a montones sin remordimientos. Él conocía su bondad y, por más que muchos no estén de acuerdo, sabía que era alguien bueno.

Se esforzaba por serlo, al menos.

Esta vez, el sol bajaba y volvía a casa junto a su mejor amigo; platicando ilusionado sobre el chico lindo de su clase, aunque su acompañante miraba pensativo al suelo.

—¿Pasa algo? preguntó Yeonjun, sin entender la razón detrás de la afligida expresión que llevaba.

—Tengo un mal presentimiento, hyung. —El castaño murmuró bajito.

—Es jueves, los jueves siempre son horrendos, Taehyunie —Yeonjun intentó animarlo con una gran sonrisa—. Si me escucharas hablar sobre Soobin no te preocuparías tant- ¡Ouch! ¡Dolió! —Se sobó en donde este le había dado un fuerte codazo.

—¡Estoy hablando en serio, gran idiota! —Irritado, Taehyun hizo un mohín—. Deja que te acompañe a casa, quizás así podré calmarme.

—Es una tontería, Tae. Mi casa no está tan lejos, es más peligroso que tú andes solo a estas horas. No me pasará nada a mí, tu hyung es increíblemente fuerte.

—Si usted lo dice, hyung. —Aunque aún había un deje de duda en su voz, Yeonjun tomó la batalla como ganada.

Dividieron caminos unos minutos después, el menor a una manzana de su casa y Yeonjun esperando el autobús.

(Tranquilamente podía ir caminando, pero en honor a tranquilizar a su amigo le dijo que se cuidaría y usaría el transporte público).

Una mujer adulta, que lo triplicaba en edad, se le acercó y preguntó, con voz rasposa:

—Joven, ¿Podría ayudarme con esto? —Yeonjun, encantado, ayudó a sostener sus bolsas mientras ella se subía al autobús. Se las devolvió y ella habló nuevamente con su amable tono de voz—. Muchas gracias, ¿Qué es lo que realmente deseas?

Era tonto, en realidad. Porque había cosas que valían más la pena, cosas por las que siempre quiso luchar por, pero su mente estaba tan llena de un sólo nombre repitiéndose una y otra vez. Seguro era debido a estar molestando a Taehyun todo el día, quien no soportaba escucharlo hablar como un tonto enamorado. Debía de ser eso.

—Nada, no se preocupe.

Dentro suyo, él sabía la respuesta.

Cuando encuentra un asiento, cae dormido casi al instante. Sueña sobre pequeñas garras y suaves pelajes.

 Sueña sobre pequeñas garras y suaves pelajes

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algo sobre gatos y ovillos ♡ soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora