¿Sabes algo?

22 7 0
                                    

Recuerdo que Vegetta me recibió con un "¡Pero bueno! Doblas, qué gusto muchacho". A veces pensaba que Vegetta en realidad era un anciano de al menos unos 85 años, pero al final había sido también el tío al que alguna vez me tiré (eso dijo Rubén, aunque no lo recuerdo tanto).

Le agradecí la bienvenida y le di un abrazo cariñoso porque era la primer persona que veía en días y me alegraba que fuera él. Sabía que era un tio honesto y me diría todo. Claro, lo que yo no sabía es que tampoco él sabía nada al respecto.

Empezamos una charla amena con té y galletas, clásico de Vegetta. Mientras me hablaba sentía pequeños dolores en las sienes que trataba de disimular jugando con mi cabello. Hasta ese punto no había preguntado nada en concreto, pero en cuanto dije las primeras palabras él me miró extrañado.

Su primera reacción fue un "¿Hermandad? Sé directo chico" y le tuve que platicar todo acerca de Rubén, de Q, de la hermandad, la máscara, todo. Incluso la saqué de mi mochila y eso lo dejó aun más perplejo. Me miró con un brillo que no podía identificar qué significaba, pero era como si se hubiese dado cuenta de algo sumamente importante.

Me dijo "Ya había visto esta máscara antes, pero no sabía que era tuya", y acto seguido mandó mensaje a Willy. De repente esos dos eran muy unidos y eso me hizo sentir un pinchazo en el pecho. Qué rápido olvida este cabrón...aunque eso mismo podría decir de mí, pero en mi defensa, lo había olvidado porque Rubén así lo quiso.

Y bien, necesito una última página, así que lo dejaré aquí.

Cariños:

Rubius (el que no entiende qué coño esta pasando)

Cartas a mi patito | RubckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora