Y al verla cruzar suspiraba, Ella tan bella como una rosa, Y yo contemplándola en mi ventana. Perplejo me dejaba, Su belleza deslumbrante. Aunque a lado ella vivía. Nisiquiera yo le hablaba. Aunque ganas no faltaban. Mi timidez y su mirada. Siempre, siempre me callaban. Ella cruzaba de largo. Y yo suspirando quedaba.
Por las noches estrelladas, O de luna resplandeciente, Ella frente de mi ventana. Y desde la mía yo suspiraba. Ella en tangas muy pequeñas, Se lucía en su ventana, Agitando sus cabellos. Mientras la luna miraba. Más como si ella la luna fuera De mi ventana contemplaba.
Más yo de nervios me ocultaba, Cuando ella me miraba, La amaba tanto en silencio, Y a través de mi ventana. Paso un tiempo, lapso largo. Que yo nunca pude hablarle, En su nombre escribí cartas, Que jamás llegué a enviarle. Su figura en mis paredes Que yo a pulso dibujaba. Era talento mío. O en silencio yo la amaba.
Ayer me llegó una carta, A una boda fui invitado. Después de casarse entonces. Me acerque a felicitarla. Fuertemente me dió un abrazo, Más en sus mejillas lágrimas. Y en mis ojos de tristeza. Al verme se marchito su risa, Más su voz a mi oído dijo. ¡Siempre espere que hablaras!
Libro: poemas y Poesías. Autor: Anthony Josué Flores Reyes
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