09. hasta luego

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La forma en la que transcurría el tiempo podría ser considerada como el crecimiento de una planta, de un momento a otro la pequeña semilla podía transformarse en un maravilloso jardín, sin descuidos y hojas caídas.

YoonGi veía con gran ilusión hacia la ventana de su casita, que exponía ante él el hermoso cielo despejado con nubes esponjosas, había regado los tomates que había cosechado, un pequeño huerto al pie de la misma ventana, acariciando con suma ternura su abdomen que había crecido unos cuantos centímetros, no tanto como el de la vecina que tenía poco más que él, la suya parecía una pelota de fútbol.

ㅡEspero que te gusten los tomates botoncito, yo los cultivo, también cebollas y fresas, la abuela Sun me estuvo dando indicaciones. ¿Deberíamos comer más fresas? Podríamos guardar algunas.

ㅡPuedes comer las que quieras mi amor, yo compraré las que necesites.

El pelinegro apareció frente a él con un recipiente lleno de fresas, tomando una para acompañar al rubio que permanecía sentado en una silla mecedora, disfrutando del agradable sol de esa tarde.

ㅡLlegasteㅡ saludó sonriente ㅡ¿Podrías cantarle un poquito? Le gusta mucho escucharteㅡ pidió, llevando la deliciosa fruta hacia su boca para saborear con gran gusto.

Park llevó una de sus manos hasta el abdomen del más bajo, saludando al bebé ㅡ. Hola estrellita, papá dice que quieres escucharme, yo creo que solo es una excusa ¿Qué me dices tú?

Después del pequeño golpe que YoonGi le dio al mayor, un ligero movimiento sorprendió a ambos, JiMin había podido sentir perfectamente la pequeña acción debajo de su palma, sus ojos brillantes y emocionados conectaron con los sorprendidos de YoonGi.

ㅡ¡Se movió, se movió! JiMinie, sigue hablándoleㅡ lo animó con entusiasmo.

ㅡEres tan fuerte, hiciste un gran esfuerzo ¿No es así? Mi pequeñitoㅡ continuó con la conversación, su voz haciéndose mucho más suave y casi chillona.

Un nuevo movimiento los volvió a sorprender, esta vez YoonGi decidió levantar su suéter y dejar expuesta su barriga, misma que JiMin no tardó en besar con dulzura.

Apegado a la piel tibia del menor con su palma puesta en su abdomen, comenzó a tararear con voz dulce y suave, similar a la melodía de aquella canción que alguna vez escuchó, animando al pequeño ser que comenzó a moverse más, provocando una risa de emoción en ambos.

ㅡLe gusta mucho tu vozㅡ le susurró YoonGi, encantado con lo que sucedía.

ㅡHush, little baby don't say a word, papa's gonna buy you a mocking birdㅡ comenzó con la canción de cuna, observando la sonrisa que permanecía intacta en los labios del rubio ㅡ...and if that mocking bird don't sing, papa's gonna buy you a diamond ring...

La voz de YoonGi también lo acompañó con suaves palabras, apreciando el momento en lo más profundo de su corazón, esa nueva faceta de amor que estaba experimentando era tan increíble, no sabría como explicarlo.

Así mismo, eran constantes cambios de humor, pero siempre terminaba en la parte más sensible, de alguna forma se había convertido en un grifo andante, la señora Sun le decía que era algo completamente normal, que ella había estado enojada con absolutamente todo en sus últimos meses, pues cada experiencia era diferente y aunque lo mantuviera al borde de las lágrimas, él lo apreciaba. Aunque, no iba a mentir ni a engañarse con que todo era de color rosa, porque no lo era, tenía constantes dolores de cabeza, de espalda y sus pies se veían mucho más grandes, a veces se veía al espejo y solo podía ver una pelota con pelos amarillos, esos cambios tan drásticos también lo afectaban de gran magnitud, encontrando soporte en la única persona que permanecía incondicionalmente a su lado, su novio, su JiMin, mismo que nunca lo dejaba solo y si era necesario pasaría noches en vela aunque tuviera que despertar temprano.

𓍯  r᥆ᥴk-ᥲ-ᑲᥡᥱ ᑲᥲᑲᥡDonde viven las historias. Descúbrelo ahora