Había pasado toda mi primera clase analizando las palabras de mis primos.
Quién lo iba a decir no??
El dueño de la rata era el chico más popular de la escuela, y... era mi vecino.
Había ventajas en esta situación??
Según mis primos habían muchas... pero por supuesto muchas para ellos.
Yo solo podía ver desventajas... y la principal era la cantidad de veces en las últimas horas que mi mente había recordado esos ojos gatunos y esa sonrisa sexy.
Sí, creo que no fue mi popularidad lo único que había dejado abandonado en Incheon.
Heterosexualidad vuelve a mi por favor!!!!
Suspiré y me dirigí con mis primos hacia una mesa en la cafetería para almorzar.
Había que verle el lado positivo a mi primer día de escuela.
Incluso con mi aspecto y el de mis primos, nadie nos incomodó, bueno, realmente parecía que no existíamos para el resto, pero en estos momentos prefería eso a llamar la atención.
Siempre he sido alguien muy presumido, y definitivamente estaba avergonzado de mi aspecto hoy.
Por suerte mañana ya podría tener de nuevo mis lentes, o eso me dijo mi madre en el mensaje que envió hace unos minutos.
-Entonces Sung, qué tal tu primer día hasta ahora? - miré a Jeongin con la ceja alzada y rodé los ojos.
-Han estado todo el tiempo conmigo Jeongin - su sonrisa se amplió.
-Lo sé, pero piensas que te prestamos atención?? - bufé - hay mejores cosas que mirar. - dijo chocando los cinco con Seungmin.
Estos tontos!!
-Idiotas!! Pero si, tienen razón... por ejemplo esas chicas de allí... - señalé con mi cabeza a una mesa casi en el centro de la cafetería - son muy bonitas, la castaña tiene bonita figura.
-Lástima que no tenga buen cerebro también - esta vez fue Seungmin el chistoso y ambos volvieron a chocar sus manos. Los miré con los ojos entrecerrados.
A veces me preguntaba si realmente teníamos la misma edad, o si no estaban tomando algo ilegal entre clases, porque definitivamente su comportamiento no era normal.
Miré de nuevo hacia las chicas.
Había notado durante mi breve estancia en esta escuela, que había personas bien parecidas en este lugar, y estas chicas debían estar bien arriba en la lista. Me llamaba mucho la atención que eran un grupo de 5, y aun así no podía encontrar alguna de ellas que no fuera guapa, aunque a pesar de que alabé el cuerpo de la castaña la pequeña rubia con cara tierna llamaba más mi atención. Era el tipo de chica que inspiraba esos deseos de cuidar, y además era muy linda. De seguro iba unos cursos más abajo que yo, porque se veía muy joven y...
Una de las chicas me miró fijamente, una pelinegra bajita, que desde su mesa me miraba enojada.
Creo que no le agradó mucho que prestara atención a su mesa.
-Ahh... esa es Choi Jisoo. - habló Innie.
- Tú Jisungie, definitivamente tienes suerte para chocar con los populares no?? - Un Minnie con la boca llena de papitas me comentó.
-Hice algo malo?? Por qué me mira enojada?? - Jeongin suspiró y colocó su mano en mi hombro.
-No, tranquilo, ella... pues, digamos que... que conoce nuestro club y... andas con nosotros y... estabas mirando su mesa así que... ella... no es mala persona creo, solo es muy sobre protectora con las personas que le importan. - me dijo Jeongin.
Suspiré y fruncí el ceño.

Era mucho pedir que nadie conociera las locuras de mis primos no??
-Ustedes... - ellos me miraron con caras inocentes - Creo que debo agradecer que este es mi último año sino mi vida escolar estuviese arruinada por sus locuras. Al menos tengo buenos recuerdos de Incheon.- dije con un suspiro.
Comencé a comer el ramen instantáneo que había comprado ya que no tenía mucha hambre.
-Yahhh!! No seas dramático Sung!! - Seungmin me rodó los ojos.
-Además, si te hubieras quedado en Incheon no hubieses tenido al chico más popular del instituto detrás de ti - Miré con la boca abierta a Innie, mientras él elevaba sus cejas graciosamente de forma insinuante.
-Es-tás loco!! El vecino no anda tras de mí!! - casi derramo mi ramen y definitivamente mi tono de voz hizo algunas cabezas girar hacia nosotros. Me sonrojé, un poco apenado. Respiré antes de hablar intentando bajar el volumen de mi voz. - Dejen de inventar cosas donde no las hay.
-Claro... - Minnie me miró con una ceja alzada un poco escéptico - sabes que no inventamos nada, pero, incluso si lo hiciéramos... - lanzó una mirada extrañada a Jeongin que le devolvió la misma - es extraño que reacciones así...
Tomé un trago de mi cola con la que acompañaba mi "increíble" almuerzo intentando relajarme e ignorar sus miradas.
Porque ellos tenían razón.
Mis primos me conocían lo suficiente para saber que mi reacción alterada a la mínima mención de mi vecino era... rara.
-No es extraño, él simplemente no me cae... bien - vi la expresión de mis primos cambiar y prestar atención a algo en mis espaldas - su rata no me dejaba dormir, en la noche me dio un susto de muerte al pensar que era alguna clase de asesino, y hoy en la mañana fue muy raro... él hasta sabía mi nombre!! Tienen que admitirlo, mi vecino definitivamente es alguien muy raro!! - Incluso si esta vez no estaba alzando la voz, mis palabras se escucharon un poco más altas de lo normal por el repentino silencio en la cafetería.
Qué había pasado?
Intenté voltear a mi alrededor cuando un aliento cálido y unas palabras en mi oído me hicieron brincar asustado.
-Han Jisung, no te han dicho que es de mala educación llamar raras a las personas??? - el chico se colocó a mis espaldas con cada uno de sus brazos a mi alrededor apoyados en la mesa, impidiéndome la salida.
Mi corazón comenzó a latir apresurado mientras mi cara se volvía roja.
No necesitaba mirar detrás de mi para saber que la rata y esa voz compartían el mismo dueño.
Y si no era suficiente con mi sexto sentido, las pálidas manos al frente de mi, el cosquilleo de su flequillo sobre mi mejilla y el inolvidable tono de su voz me aclararon este hecho.
Sus manos dejaron de rodearme mientras él tomaba asiento sonriente a mi lado acercando la silla hacia mí, mientras yo me quedaba en estado de shock.
-Te comió la lengua el ratón Jisungie?? - nuestros ojos hicieron conexión por primera vez cuando lo miré enojado saliendo de mi estupor tras su aparición repentina. Él solo sonrió burlón, y allí me percaté de algo.
Mis primos tenían razón.
No sé si hasta el punto de afirmar de que él estaba tras de mi, pero definitivamente mi vecino estaba coqueteando conmigo.
Y para mi desgracia estaban funcionando cada uno de sus trucos al ver como mi cuerpo reaccionaba a su cercanía y sus sonrisas.
-Cómo sabes mi nombre? - la mejor manera de combatirlo era mantenerme enojado y alejado. Pero realmente debía saber. En la mañana fue solo mi nombre pero ahora incluso mi apellido. Es qué acaso se dedicaba a lo mismo que mis primos??
-Me gusta saber todo de las cosas que me gustan - apartó un poco mi flequillo despeinado de mi frente provocándome otra parálisis momentánea - el rubio se te veía muy sexy, pero creo que definitivamente el negro te queda mejor, y yo... tengo debilidad por el negro... - mordió su labio inferior sin apartar sus ojos de mi, y solo pude tensarme ante la cercanía y el roce de sus dedos mientras me sonrojaba como quinceañera con sus palabras.
Qué estaba haciendo el dueño de la rata conmigo??
Por qué no podía alejarme??
Distracción, necesitaba una distracción.
-Es po-or eso que todas tus cosas son negras... tu ropa, tu gato y tu auto?? - intenté desviar el tema y vista nervioso.
-Tal vez, pero estoy planeando incluir el café en mis colores preferidos - dijo con su mirada fija en mis ojos mientras su dedo se deslizó rozando delicadamente mi rostro al alejar su mano de mi pelo. Fruncí el ceño ante su descaro, mientras mis mejillas alcanzaban un tono superior de rojo. - Puedo llevarte a casa a la salida de la escuela?? - sus ojos me miraban anhelantes mientras volvía a acercar su mano, esta vez colocando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Volví a mirarlo y me quedé embobado con esos ojos negros - Puedo llevar a tus primos también, no te preocupes.
Fruncí el ceño... mis primos?
Por qué mis primos no habían emitido ni una palabra en los últimos minutos mientras yo era acosado por mi vecino??
Miré confundido a las sillas donde hacia minutos ellos estaban sentados, y por supuesto... los muy malditos me habían dejado abandonado a mi suerte con mi vecino.
Ellos definitivamente tenían dotes de acosadores, porque ni siquiera noté su huida o...
Tan distraído estaba con mi vecino?
Miré por un momento a mi alrededor y noté que toda la cafetería estaba pendiente de mi y el pelinegro a mi lado. Suspiré frustrado. Y decidí terminar de ser el centro de atención.
Por mucho que me hubiera comportado como niña encandilada, y que hiciera cero movimiento durante los avances de mi vecino, no quiere decir que iba a dejar que continuara.
Por mucho que él estuviese provocando en mi todo ese reguero de emociones, yo no era gay, y definitivamente había algo que me molestaba mucho de él.
No sé si era su increíble seguridad en si mismo al ni siquiera dudar en coquetear conmigo sin saber mi orientación sexual o tal vez era todo este lío de la rata negra y yo, o simplemente porque había algo ligeramente molesto en su sonrisa burlona y confiada, pero él... definitivamente lograba irritarme.
Me levanté de la mesa y lo miré con el ceño fruncido, intentando intimidarlo. Pareció ligeramente confundido por el cambio de humor en mi, pero enseguida sonrió burlón.
Mordí mi labio frustrado con su risa.
-No necesito un aventón, puedo ir caminando, gracias por nada - su sonrisa se amplió - además te agradecería que no te acercaras más de esa forma a mí - no admitiría que me puso nervioso, pero era mejor mantenerlo alejado.
-No vas a hacerme esto fácil verdad? - inclinó su cabeza sin perder su sonrisa, y sentí que algo hervía en mi interior.
-Mira niño emo... no sé a lo que estás acostumbrado pero no puedes venir a coquetearme y esperar que haga todo lo que quieres solo con enseñar tu sexy sonrisa. A mi ni siquiera me gustan los chicos, así que mantente alejado. Entendido? - me erguí en todo mi estatura posible intentando intimidarlo y que dejara de sonreír al menos. Es que nada borraría esa estúpida sonrisa burlona??
Él se puso de pie y por un segundo me sentí mal al comparar nuestra alturas. Él era más alto que yo. Crucé mis brazos enfurruñado.
-Tú... - su sonrisa desapareció y por un momento pensé que mis palabras habían surtido efecto. - Crees que mi sonrisa es sexy Jisungie?? - y allí estaba de vuelta esa sonrisa devastadora.
-Ahhh Idiota!! - me marché malhumorado y bastante sonrojado.
Podía sentir su risa a mis espalda.

Al parecer a él le resultaba muy gracioso jugar conmigo.
Era definitivo.
Mi vecino era un idiota.
.
.
.
Me dirigí a mi próxima clase en solitario. Ya que había sido abandonado por los idiotas de mis primos en la cafetería.
-Oye tú!! Cuatro ojos!! - vaya!! Cuánto tiempo hacía que no escuchaba ese apodo??
- Oye cuatro ojos!! - creo que debía estar en la primaria. Si, definitivamente estaba en la primaria. Cuando inventábamos estúpidos nombres para molestarnos unos a otros.
Vaya!! Qué tiempos aquellos!!!
No pensé que en esta escuela los utilizaran todavía.
- Tú el chico nuevo cuatro ojos!!!! - Me detuve en seco.
Espera... lo de cuatro ojos... era... conmigo?
Me giré indignado.
Cómo que cuatro ojos??
La chica malhumorada de la cafetería se acercaba a mi seguida de sus 4 amigas.
Choi Joojoo?? Choi Jijoo??? Era algo de eso no??
Pero realmente a quien le importaba su nombre, si ella acababa de llamarme cuatro ojos???
La miré enfadado.
-Yo que pensé que las chicas aquí tendrían un poco de clase - le dije mirándola firmemente.
-Tenemos clase, pero no paciencia. Mira chico del club de raritos... - tuve que aguantar las ganas de reír cuando su actitud de diva me recordó a mi amigo Daewhi- manten tus manos alejadas de mi Leeknow y tu vista fuera de mis amigas - Muy bien, por mucho que quisiera mantenerme enojado por lo de "cuatro ojos", la chica apenas me llegaba al pecho y con su actitud parecía como si un pequeño chihuahua intentara morderme.
-Creeme que soy el primero que quiero mantenerme alejado del emo - le dije rodando los ojos, y solo para vengarme... - pero con respecto a lo otro, es difícil, tu y tus amigas son muy sexys JooJoo - le guiñé un ojo logrando un fuerte rubor en sus mejillas y unas risas divertidas y avergonzada de las otras cuatro.
Me giré y seguí mi camino a mi clase.
Supongo que no me iba a poder quejar de aburrirme en esta escuela no??
Y...
Mi vecino emo y la Chihuahua eran algo??
.
.
.
-Me explican de nuevo por qué debería hacer esto por ustedes?? - miré a mis primos con una ceja alzada.
Después de culminar mis clases sin problemas, tomar un atajo con mis primos para no encontrarme a mi vecino a la salida, mismo que utilizamos para venir hoy a la escuela, mi primer día había finalizado sin problemas.
Pero ahora... no estaba tan seguro de que fuera a suceder lo mismo con el segundo.
-Sungggg... ya te explicamos. Por un pequeñito incidente del pasado, no tenemos permitida la entrada al gimnasio fuera de nuestra clase de educación física. - me pucherreó Jeongin mientras con sus manos me indicaba lo pequeñito del incidente.
-Porque será que no creo eso de pequeñito??? - le dije rodando los ojos.
-Yahhh!!! Nosotros solo sacábamos fotos de Jinnie y de Chan - me respondió Seungmin - no es nuestra culpa que ellos pensaran que queríamos fotografiar la ropa interior de las porristas. Ni siquiera nos gustan las chicas, para que querríamos ver sus bragas??? - se alzó de hombros confundido.
Suspiré. No quería ni imaginar que tal enredo armaron para que terminaran creyendo eso las demás personas. Sacudí mi cabeza.
-Además no saben nada de ángulos de fotografía - dijo Jeongin quejándose - el abdomen de Channie se veía más definido desde el piso, no tenía culpa que las piernas de esa porrista estuvieran en el medio!!
Y sí, ahí estaba la respuesta.
Golpeé mi frente con mi mano incrédulo, y solo pude suspirar frustrado. Supongo que al menos debe haber sido divertido de ver.
-Y es necesario que vaya al gimnasio por...?? - sentía que estaba cediendo con mucha facilidad pero en serio me era difícil negarle algo a mis primos.
-Hoy nuestro F3 está realizando un partido amistoso de básquetbol con el grupo de nuestros sunbaes que vinieron a visitarnos esta semana. - me explicó Innie.
-Ellos muy pocas veces juegan juntos, y en especial Hyunjin y Chan no suelen jugar para nada. Es... es una exclusiva que no podemos perdernos - Minnie me tomó por las manos mientras me hacía chillar por la fuerza de su agarré- solo serán unas fotos Sungie solo unas pocas y no te molestamos más sii?? - su carita de súplica, sumada al aegyo de Innie me hicieron darme por vencido.
-Muy bien, pero... me deben una bien grande ok? - los dos asintieron eufóricos. Ya hasta me daba un poco de miedo lo interesados que están en esos chicos.
-Lo que quieras Sung..
-Si, lo que tu quieras...
-Bien, quiero trabajar con ustedes en el club. - me miraron confundidos por un momento, luego compartieron miradas cómplices y sonrieron.
-Va a ser difícil pero... - dijo Seungmin.
-Seguro que podemos conseguirte algo - terminó Jeongin.
Fruncí el ceño. Eso había sido raro, y demasiado fácil, pero... al menos tenía su palabra.
-Ok, ya voy - Jeongin me colocó la cámara en el cuello.
Vaya se veía bien cara y pesaba bastante.
-Si regresa con un rasguño eres ardilla en trocitos -miré un poco asustado a Minnie y solo asentí. Ese niño a veces daba miedo.
-Fighting Sung!!!
-Si Fighting y trae buenas tomas, me agradaría una de Hyunjin sudoroso y sin camisa!! - rodé los ojos.
-Yo quiero lo mismo - ignoré las palabras de mis primos y me dirigí al gimnasio.
Suspiré resignado.
Iba a espiar a los tontos chicos populares de mi escuela.
Si, esta definitivamente no era la actividad de club que pensé hacer alguna vez en mi nueva escuela.

Stalker Who SKZ AdaptDonde viven las historias. Descúbrelo ahora