56.- Preguntas necesarias

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Diciéndole con la mirada “Siempre quiero estar contigo”….

Así pasó un mes en su nuevo hogar, exploraron el castillo de arriba abajo, conocieron a las criaturas sobrenaturales que atendían al castillo, estas se quedaron impresionadas, ya que los trataban bien e incluso varias veces hicieron sus labores domésticas con esos humanos raros… Era extraño para ellos, ya que siempre que iban a limpiar los cuartos de sus amos, siempre estaban ordenados, ni la cama distendida o algo parecido. Siempre les pareció curioso a este tipo de criaturas, humanos nunca los vieron con joyas, según sabían a estos seres les gustaban mucho, solo los llegaban a ver con los “símbolos de cada clan”. Nada más. Siempre cuando los veían, estaban leyendo, otros estaba redactando algunos documentos o eso pensaban, otros hacían diferentes artefactos, practicando hechicería, tocando los instrumentos musicales, entrenando criaturas. Varias veces cuando escuchaban que el piano empezaba a sonar, todos los humanos se acercaban a quien lo tocaba y se veían sonriendo y con mucha paz. Era la primera vez que esas criaturas no veían peleas a muerte, o cabezas tiradas por todas partes, que no tenían que limpiar sangre de las ventanas, no encontrar animales destazados…. Sabían  de la fama de los Uchihas, que eran sádicos, muy agresivos, les daba igual matar criaturas sobrenaturales que humanos, que les agradaba tortura, ver como descuartizaban a sus presas… Sabían que les gustaba tener las cabezas de quienes consideraban sus enemigos en su salón principal…

Pero los Uchihas que habían visto dentro de ese castillo no eran así… Eran amables, eran respetuosos, bueno en la mayoría de las ocasiones, eran amorosos con esos humanos, cuidadosos, protectores… Lo único que concordaba con lo que les habían dicho y advertido de los Uchihas, es que eran altamente activos sexualmente…

En verdad era raro… Pero se fueron acostumbrando ya que los Uchihas, les dijeron que ese castillo eran de aquellos seres humanos, no importaba que si los documentos estaban al nombre de ellos, ya que por ellos habían ido a conseguirlo.

Después de ese mes, ya que se habían acoplado a vivir en el castillo, era necesario hacer aquella pregunta… ¿Te quedarías conmigo para siempre?... Cada seme lo hizo de forma diferente.

Neji como ya le había dicho a Hinata que fuera su presa no se preocupó mucho, solo consiguió lo pertinente para que ella estuviera lo más cómoda posible para cuando fuera esta. Le consiguió un vestido de color negro de seda pura, muy elegante como la ojinegra, largo, con un hombro cubierto con una cinta adornada con una estrella de plata a lo largo de esta. Como a su pelinegra le gustaba traer su cabello suelto mando hacer un broche de plata con incrustaciones de diamantes azules en este para que se lo pusiera en su hermosa cabellera.

Shino le costó algo trabajo preguntar a Kiba. Hasta que un día tuvo el suficiente valor, ese día estaba en un árbol los dos parados viendo como volaba uno de sus Urutaús, que apenas aprendía a volar a picada para poder atacar.

Shino:-Tomando la mano de su castaño-… Kiba… Necesito decirte algo…-Viendo como volaba el ave-

Kiba:-Viendo a su Shino- ¿Qué pasa? *Ya era normal que Shino no lo viera cuando quería saber algo de él, ya que había descubierto que cuando lo miraba a los ojos, su domador se quedaba sin habla*

Shino:- Frunció un poco el ceño- Quiero que hagas algo importante por mi… -Sin dejar de ver al ave-

Kiba:-Viéndolo extrañado- Pues dime, ¿Qué tengo que hacer?...

Shino: -Apretando la mano ligeramente del castaño- Se mi compañero… De la forma que lo hemos sido hasta ahora… Pero… Que sea para siempre…

Kiba:-Con gran sorpresa en el rostro- Shino… Yo seré tu pareja hasta el resto de mis días… Siempre estaré a tu lado –Observando a su Oji-cobre-

El Castillo SasuNaru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora