60.- Bienvenidos queridos míos

116 16 0
                                    

Así al día siguiente mandaron aquel mensajero con las memorias, que tenían que tener sus padres referentes a sus presas….

Así empezaron a pasar los días….

Hinata

Su cuerpo se había fijado en la edad que tenía en aquel momento, el tiempo ya no la movería de esa edad, sus poderes se fijaban a ella como si fuera imanes sujetándose al metal. Los poderes mágicos se adaptaban a su nueva dueña, se acoplaban muy bien, este le daban un semblante diferente a la pelinegra… En la mente de ella solo pasaban imágenes borrosas de su pasado…

Kiba

Aquella estaca que había clavado su amado en el corazón, empezaba absorberla su cuerpo, dándole una apariencia misteriosa a su cuerpo, los poderes emanaban de su cuerpo, ya que por la sangre que corría por sus venas lo hacían así. Empezaba su cuerpo a marcarse más, músculos sobre todo… El dragón solo lo observaba tranquilo, ya que este no despedía mucha energía negativa… Se veía muy en paz el pequeño tesoro de su amo.

Las presas de los Uchiha…

¿Qué pasaba dentro de aquellos ataúdes?...

La piel de las presas, se volvió un poco más pálida, pero no perdiendo su color original, se veían tersas, sin ningún  rastro de alguna cicatriz, de algunas heridas…Si tenían alguna marca en la piel se había desvanecido. Su cuerpo si de por si era de envidia, ahora lo era mucho más, las cuervas se marcaron más en la ropa que llevaban, haciéndoles ver hermosos. El cabello de todos, creía un poco…Pero se les hacía más que sedoso, parecía que tenían el cabello hecho de la seda más fina del mundo… Brillaba… Su respiración…Sus fluidos…Su voz todo se volvía de un vampiro… Por dentro de ellos, se curaba cualquier enfermedad que pudiera a ver existido, curándola al instante… En la dentadura de estos empezaban a formarse aquellos colmillos blancos con filo…Que nunca tocarían otra carne que no fueran la de sus amos. A un estando dormidos, se podía sentir la energía de los nuevos seres que habitarían en el castillo. Se habían vuelto seres inmortales, perfectos y hermosos…Pero como había de pasar, como todos eran seres que  podían dar una nueva vida, también eso cambio…ahora sus vientres podrían llevar a los herederos de los Uchiha dentro de ellos…

Los días transcurrieron…Lentos para todos los semes… Se había desecho de la mayoría de los relojes, metiéndolos a una habitación para huéspedes…Ya que no soportaban ver como el reloj les decía que faltaba tiempo para que sus amadas presas estuvieran con ellos…

Parecían fieras enjauladas… Tuvieron que mandar a traer muebles…Ya que la desesperación, la mayoría terminaba hechos palillos… No podían estar en el cuarto que compartían con sus presas… Ya que el olor que tenían estos lugares…Los hacían más impacientes…

El primer afortunado en tener a su presa fue Neji. Todos se quedaron sorprendidos, ya que la oji-perla seguía con la misma apariencia, pero se notaba a simple vista que sus poderes ya no eran los mismos… Ya era una hechicera poderosa…Pregunto dónde estaban los demás y entendió inmediato cuando Neji la miro a los ojos. Solo se la llevo a su cuarto para que ella se pudiera cambiar y descansar de su transformación.

El segundo fue Shino, aunque pensó que su presa llevaría más tiempo en transformarse, le dio la sorpresa de que no fue así, ya que la sangre que tenía le ayudo que el proceso fuera más rápido. Cuando Kiba lo llamo, sus ojos tenían un brillante color cobre…El mayor solo sonrió y le dio de comer a su amado niño, aunque este dudo al principio…Para que se animara a comer, este también empezó a comer de aquella carne que aun emanaba sangre. El peli-castaño no pudo más…Y empezó a comer con algo de desesperación aquella carne que su cuerpo le demandaba. Shino lo calmo, cuando le enseño otro venado…Kiba se comió 3  de 5 venados que había traído su seme. Este no se sorprendió. Ya que eso significaba que su transformación había sido un éxito. El dragón se comió los otros dos restantes… Cuando lo llevo al castillo, todo le parecía muy brillante… Los demás vieron con algo de sorpresa a la presa de Shino…Este también lo llevo a su cuarto para que se pudiera dar un baño y cambiarse…

Mientras tanto los Uchiha seguían esperando…Sabían que sus niños no podían estar con otras razas de seres sobrenaturales, hasta que cumplieran una semana de haberse convertido. Así que adaptaron un salón, para que pudieran estar los nuevos vampiros… Todos estaban impacientes…La primera en ser llamada fue la hermana menor…

Sasuko;-sentada junto con sus hermanos leyendo, cuando abrió los ojos como platos- Sasuko…Sasuko… Sácame… -Empezaba a escuchar la voz de su rubia-…Me está llamando… Naruko me llama…

Itachi: Date prisa…

Sasuko fue la primera en salir del salón… El segundo fue Sai…

Sai: -estaba muy tranquilo, cuando de la nada se le pusieron los ojos carmesí- Sai…Sai… ¿Dónde estás?...-Levantándose- Me retiro… Este salió como alma que lleva el diablo del salón…

Los dos azabaches que quedaban se miraron y solo suspiraron…Ambos se fueron a la ventana… Pero más se tardaron en ir a la  ventana que escuchar las voces de sus amados…

Sasuke: -Conteniéndose en no deshacer ningún mueble-…Sasuke…Sasuke… Tengo frio… Ven…¿Dónde te encuentras?...Naruto… En un momento estoy contigo

Itachi:-Viendo hacia la puerta-…Ita…Ita… ¿Por qué no puedo verte?... Itachi… Itachi… Necesito verte…-Tomo un poco de aire-…Deidara...En segundos estarás en mis brazos…

Así los dos azabaches llegaron más rápido que un rayo a donde estaban los ataúdes de sus amados, fueron tomados por sorpresa, ya que ninguno de sus otros dos hermanos, habían ya abierto los ataúdes. Pero parecía que los ukes se habían puesto de acuerdo, ya que tenían que estar todos los Uchiha juntos para poder abrirlos.

Cada uno estaba delante de su ataúd y al mismo tiempo abrieron aquellas tapas donde podían ver a un a sus amados plácidamente dormidos… Ya no como seres humanos, si no como sus compañeros de por vida… Los Uchiha contuvieron el aliento al ver que la transformación había enriquecido mas la belleza de sus amados…Su rostro…Su piel…Su cuerpo…Se veía más perfecto que nunca…Su cabello…Era todo…absolutamente todo increíble…

Con mucho cuidado los 4 alzaron a sus presas, ahora pesaban menos que cuando eran humanos. Todos miraron con extrañeza eso, pero en ese momento no era importante… Sus amados iban a despertar en cualquier momento, así que decidieron llevarlos aquel salón que habían adaptado, con diferentes sillones largos, los ventanales cubiertos con pesadas cortinas, un espejo, varios muebles, 2 baños y la ropa de ellos.

Así como llegaron así se retiraron y ya estaban con sus presas en aquel salón. Aun dormían como ángeles… Cada uno aun cargaba a su presa…Observando fascinado a las nuevas criaturas que serían sus amados…

Continuara...

Créditos a su Escritora Naruko Uzumaki De Uchiha

El Castillo SasuNaru Donde viven las historias. Descúbrelo ahora