THE MAZE RUNNER 3: Running For All ✔

Un Último Recuerdo

(Cassie)

El rostro y expresiones de Newt siempre me decían lo que pensaba, como si de leer su mente se tratara.

Pero esta vez no había nada, no podía identificar qué quería decirme, sus ojos no estaban en mis recuerdos.

—Newtie, ¿estás bien? —me miraba furioso, de la manera en la que miraba un crank.

Quería de vuelta a mi rubio, a la persona de la cual me había enamorado.

—Oye si quieres... —no me dejó terminar, ya que corrió hacia mí, intentando tirarme.

Me asusté y solo me quité rápidamente de su camino, haciendo que cayera al suelo.

—¡Newt! ¡Lo siento! —el ya no me escuchaba.

Hacía sonidos horribles y me desgarraba el hecho de que quería atacarme, se había acabado el tiempo.

—¡Cass! ¡Matame! —Lo escuché rogar en el suelo, intentando volver a ser él.

—Newt, por favor... —Una vez más, se abalanzó contra mí, ahora tirándome al suelo, el quedando arriba de mí.

Por un segundo, aquello me había hecho recordar al momento en que hice las pruebas del laberinto, el tirándose arriba mío para que yo no le ganara.

Y ahora, el quería ganar de nuevo, pero esta vez no era para protegerme.

—¡Newt! ¡Para! —Le grité llorando, intentando alejarlo de mí, pero era demasiado fuerte. —¡Por favor, rubio! ¡Por favor! —rogué.

Aquello lo había hecho reaccionar, sus ojos volvieron a ser los mismos de siempre, pero ahora, asustado y estaba segura de que se sentía un monstruo. Pero no lo era para mí.

—Lo siento linda... Lo siento mucho —respiró pesadamente, aún arriba de mi.

—Está bien, Newt... Todo está bien —por ese segundo, creí que todo había terminado... intente acariciar el rostro de Newt, pero este no tardó mucho en sacar la pistola de mi bolsillo, colocándola en su cabeza.

—¡NO! —La aventé, haciéndolo enojar. De nuevo, por tercera vez, esos devastadores ojos habían vuelto a su rostro.

Le tuve que golpear en el rostro para que se quitara de mí, algo que no quería hacer pero ya no tenía más remedio. Antes de que se levantara, corrí hacia el arma, apuntandole a mi rubio con ella en lagrimas. Este al ver aquello, se detuvo en seco.

—¿Vas a dispararme? —preguntó burlón.

—Eso haré —Mi cuerpo temblaba junto con mi voz, y las lágrimas no dejaban de salir.

—Pues, hazlo —termino la frase con un gruñido. —Sabes que no lo harás por que me amas —aquello, no sonaba como Newt.

Sí, siempre me repetía lo mucho que yo lo quería, pero siempre con el tono que me ponía nerviosa. Ahora lo sentía más como queriendo humillarme.

¿Cuando te ibas a imaginar que le apuntarías a la persona que te había salvado tantas veces con un arma?

Me sentía la traidora qué alguna vez había dicho, por haber pensando en dispararle.