Capítulo 1.

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—La magia es muy rencorosa, al momento que la humanidad le mostro que ya no era tan bienvenida como antes ella decidió aislarse en una pequeña isla en medio de la nada y heme aquí atrapada con ella, implorándole que le de otra oportunidad al mundo.— Menciono Susie para sí misma mientras tomaba una taza de té sentada en su sala, mientras miraba a la nada aun portando sus pijamas.

Recién había empezado el día así que ella simplemente suspiro y se levanto del sofá y se vistió con sus ropajes usuales, y simplemente se dirijo hacia la salida de su cabaña dispuesta a continuar con su rutina diaria como consejera del campamento, el día continuo de manera normal, lo de siempre, vigilar a los campista mientras hacían lo que quisieran antes de empezar las actividades principales. La actividad de la tarde era la pesca así que Susie fue en rumbo al pequeño lago que había en la isla sobre su escoba solo para encontrarse a Betsy y a unos campistas que apenas iban llegando.

—Oh, ¡hola Susie! ¿Cómo se encuentra tu tarde el día de hoy?—Saludo Betsy a Susie con su característica sonrisa, mientras veía como la gata descendía del cielo.

—Mal, tener que cuidar a estos bebés sin paga esta afectándome más y más— Comentó Susie mientras bajaba de su escoba. —En fin, ¿Dónde está Alice?— Le preguntó la gata pelirrosa a la yegua, mientras se acercaba a Betsy y giraba su cabeza para ver si la encontraba a la bruja ya mencionada.

—Ella dijo que no iba a poder venir ya que tenia un pendiente relacionado con los hongos...—Comentó Betsy con un tono preocupado.

Susie simplemente suspiro y dijo —Diablos, ahora tendremos que vigilar a estos bebés solas, justo cuando planeaba dormir y dejarles el trabajo a ustedes.— Comentó algo desanimada mientras giraba su rostro dramáticamente.

Betsy miraba a Susie con una cara que mostraba que el comentario que ella realizo no le dio ni una pizca de gracia, incluso con una aura algo molesta.

—Era una broma, tontita.— Comentó de manera sarcástica —En fin, comencemos con esto para terminar lo antes posible.— Susie procedió a sacar su varita y dar comienzo a la actividad. 

Ambas brujas rápidamente construyeron un puesto de vigilancia para observar a los campistas y así evitar un accidente. Después de una hora nada interesante había pasado, hasta que Betsy decidió romper el silencio...

—Oye, se me olvido comentarte algo el día de ayer— Comentó Betsy algo apenada debido a su descuido. 

—¿Tú, olvidarte de algo?— Juzgo de manera burlona la gata mientras soltó una pequeña risa. —Jaja, y bueno, ¿de qué se trata?— Dijo mientras dirigía su mirada hacia la yegua.

—¡Oye, no te burles! Era de noche y tenía que ayudar a Erizo sobre un tema relacionado a una poción, pasaron las horas y se me olvido contártelo cuando llegue a mi cabaña— Explicó mientras hacía un puchero, para después suspirar. —Ay, como sea. Resulta que Margot me llamó para decirme que había encontrado unos libros de magia muy antiguos, y que ella sentía que no tenia el derecho de manipular, así que me dijo que si me podía encargar de ellos...—

—Bien, ¿y por qué me lo comentas?— Preguntó Susie, para rápidamente girar hacia los campistas y gritar: —¡Pepper, despierta. Si yo no puedo dormir mientas están en una actividad ustedes tampoco tienen derecho a dormir! Malditos mocosos, creen que pueden dormir mientras que yo estoy aquí evitando que se mueran— Dijo esto ultimo en voz baja denotando su molestia mientras vigilaba a los campistas.

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