IV. Agujero blanco

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-Como les venimos informando, ayer se produjo un grave acontecimiento en el instituto Weberly Hills – informó la presentadora del noticiero a través de la pequeña y vieja televisión de tubo que el profesor Maxwell miraba sentado en el sofá del salón de su hogar – Según informa el Departamento de Policía de Capital City, una Vigilante y el ya identificado asesino a sueldo Killer fueron los protagonistas de un fuerte altercado que acabó con daños a la infraestructura del edificio y la muerte del asesino. Según informa el departamento, la Vigilante se encuentra en busca y captura. El comisario Fix Stone no ha querido hacer declaraciones al respecto.

El profesor apagó entonces la televisión empleando el control remoto correspondiente para ello, el cual acabó por precipitar con fuerza contra la propia televisión, quedando incrustado en la pantalla. El enfado que sentía en aquel momento fue lo que provocó aquello, pero sabía que no debía dejar que aquello le hiciera perder los papeles, pues ya sabía lo que pasaría si dejaba que eso pasaba debido a cierto huésped que habitaba en él, el cual no tardó en hacerse notar mediante un tentáculo que salió de su espalda.

-Parece que tu plan ha...fallado, Maxwell – comentó la forma de vida, mostrando en todo momento sus afilados dientes – Ese asesino tuyo es historia.

-Ya... Eso... Eso parece – contestó el profesor con nerviosismo.

-Esa llamada Vigilante es un hueso duro de roer. Si tiene los planos seguro que sabe de lo que va todo esto. Si mete las narices donde no le llaman estarás en problemas. Estaremos, más bien.

-Los planos son demasiado complejos para que una simple niña los entienda.

-Entonces, ¿por qué contrataste a ese tipo?

-No me gusta dejar cabos sueltos. Los entienda o no, esa...cría puede suponer un problema.

-Deberás hacer algo, entonces. Si descubre todo...

-No lo hará.

-Cómo estás tan seguro.

-Como he dicho, los planos son complejos. No entenderá de que son o para que sirven. Seguiremos adelante. El nuevo modelo está casi terminado en su totalidad. Solo restan unos pocos días para... Para poder volver a verlos. Ha pasado...mucho tiempo.

-Dentro de poco, Maxwell.Dentro de poco...


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Mayu corría. Corría y corría por las calles aquella tarde. Después de ser interrogada por la policía acerca de lo que había sucedido en el instituto lo único en lo que la joven era capaz de pensar era en su pareja, Mai Hisuki. Tras su enfrentamiento con el asesino a sueldo llamado Killer, la Vigilante había quedado bastante herida, lo que preocupaba mucho a Mayu. Necesitaba verla y saber cómo se encontraba. Tantas heridas no eran nada bueno.

Sin embargo, su carrera llegó a su fin al arribar al hogar de Mai, debiendo esconderse tras una esquina cercana, pues todo el edificio de apartamentos estaba siendo rodeado por la policía de la ciudad, encabezados por el padre de Max, el comisario Stone. Ahora que sabía quién era realmente Mai, sabía perfectamente donde buscar.

"Mierda..." – pensó la chica, escondida tras una esquina – "Tienen todo esto rodeado. No voy a poder pasar. Joder... Joder, Mai..."

Preocupada, Mayu no dudó en tomar su teléfono y mandar un mensaje al amor de su vida, preocupada por su estado. "Mai, ¿dónde estás? ¿Estás bien? Tú casa está llena de policías."

Con preocupación, observó una y otra vez la pantalla de su teléfono a la espera de un mensaje de Mai que pudiera revelar su ubicación o su estado. Por suerte para ella, ese mensaje llegó pocos minutos después. "Estoy bien, Mayu. Me imaginé que algo así pasaría y me he marchado a casa de mis tíos en Littlevile. Ellos no están, puedes venir si quieres. Imagino que estarás preocupada. Te estaré esperando."

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